De buenas a primeras, no estaba del todo seguro de cómo orientar una reseña como la de Tokyo Urban Fighter. De buenas a primeras, pensé que establecer una comparación con Baki podía ser una manera acertada de resumiros un poco su contenido. Poco después, quise buscarle cierto parecido con Kengan Ashura. De hecho, por un momento también creí ver ciertas reminiscencias para con Shūmatsu no Valkyrie. Al final, tras darle muchas vueltas, me di cuenta de que se parecía a todas y cada una de ellas de una forma u otra.
No obstante, también comprendí que todas estas series guardan muchas similitudes de manera retroactiva por una simple razón: la violencia lo es todo. Lejos de explorar un mundo excepcionalmente complejo, el resumen más certero de todas y cada una de ellas es la de obras de artes marciales en donde la brutalidad desmedida es el eje de todo. Más todavía si tenemos en cuenta que todos y cada uno de sus luchadores son, como poco, superhumanos.
Tokyo Urban Fighter se basa en esa misma premisa, siendo —al igual que las demás— una suerte de homenaje a Dragon Ball. Salvando las distancias, dejando fuera de la ecuación la fantasía más pura, parte de la misma premisa: batallas sangrientas, excesivas y muy salvajes. Y es que, lejos de lo que pueda parecer, esta clase de proyectos suelen tener mucho éxito. Sobre todo cuando el dibujo es bueno.
Por suerte, lo nuevo de Hidra Manga cumple a la perfección con esos puntos. Con mucho acierto, la editorial ha encontrado en Toshiaki Yamada a un autor que sabe lo que quiere. Por efecto rebote, también es muy sincero con lo que ofrece. No miente y es directo. ¿Quieres violencia? Aquí la tienes. A cambio, no busques una gran trama, pues no la encontrarás.
Reseña del manga Tokyo Urban Fighter n.º 1 | Portada, sinopsis y edición
¡Una explosión de golpes y un torneo como nunca has visto! ¡Todas las estaciones de la línea Yamanote tienen a un luchador! Estos imparables guerreros se enfrentarán para decidir quién manda. ¡¡Comienza el torneo de los Tokyo Urban Fighters!! Koinosuke Yasuda, el luchador de la estación de Kanda, se lanzará a la batalla por la supervivencia de su barrio.
Colección | Tokyo Urban Fighter vol. 1 de 11 (serie abierta) |
Autoría | Toshiaki Yamada |
Género | Acción, artes marciales, drama |
Formato | Rústica sin solapas con s/cub. |
Tamaño y páginas | 13 x 18 cm con 192 páginas en b/n |
Precio | 8,97 € |
Maquetación | Hidra Manga |
Traducción | Rubén Suárez Abadín (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 25/09/2023 |
Dicho esto, y antes de continuar, sería adecuado hablar de la edición. De buenas a primeras, me gustaría alabar el formato. Aunque no deja de ser un tankobon, es más extenso de lo habitual. Con 192 páginas y un precio de 8,95 euros, ofrece una relación calidad-precio muy interesante. Sobre todo si tenemos en cuenta como está el mercado editorial en estos momentos. Junto con esto, podemos destacar la calidad del material, su buena impresión y su gran traducción. La maquetación, eso sí, falla ligeramente en determinadas páginas, pues algunos bordes del dibujo chocan con el límite físico del tebeo, provocando que aparezcan pequeños cortes que pueden comerse alguna que otra palabra.
Brutalidad como santo y seña
En lo que respecta al manga y el contenido, podemos decir que Tokyo Urban Fighter es un manga que no se calienta demasiado la cabeza. A diferencia de otros grandes trabajos del momento, apuesta por una historia excesivamente sencilla en donde un grupo de superhombres se acabaran partiendo la cara los unos con los otros por la gloria y la supervivencia de sus respectivos hogares.
Creando un brevísimo antecedente histórico para justificar la trama, el autor nos explica que Japón se dividió en una suerte distritos controlados por las estaciones de metro. Cada una de estas estaciones estaba protegida por un luchador al que llamaron Yojinbo, siendo los guardianes tanto de la parada de metro como de todos los habitantes del barrio. Durante años, desde que empezó la ocupación americana hasta la actualidad, estos guerreros se convirtieron, también, en un recurso político.
Para simplificar las disputas territoriales, los grandes mandatarios de cada línea de metro enfrentaron a sus guardianes en combates singulares o torneos para cerrar la discusión de la manera más fácil posible: con violencia. Ahora, en pleno siglo XXI, se ha creado una nueva estación.
Por este mismo motivo, el gobierno inicia un nuevo torneo: el Tokyo Urban Fighter. No es la primera vez que se ha celebrado, pero en esta ocasión tiene un motivo especial. Aunque de cara al público es para obtener beneficios respecto a la nueva estación, la realidad es muy diferente.
Poca trama, pero mucha violencia de calidad
Los máximos mandatarios del país nipón quieren rehacer el país a su imagen y semejanza y, para ello, quieren acabar con la idiosincrasia de los barrios más antiguos y tradicionales del país. Es por eso mismo que, como norma especial, dictan que los perdedores de cada combate tendrán que pagarle 500 millones de yenes (ya sea mediante dinero al uso, concesiones territoriales, etc.) a los vendedores.
La idea es que las grandes zonas metropolitanas adquieran derechos sobre las más humildes para ostentar el poder y así reformar las zonas más clásicas. La historia nos pone en la perspectiva de una de esas zonas más humildes y su guardián, Kanda, un joven luchador que utiliza baquetas para destrozarlo todo a su paso. Tras esta presentación, mucho más directa en el manga, descubrimos que Kanda es un pedazo de pan.
Otrora un bala perdida, fue rescatado por el tercer Yojinbo de su distrito, y ahora se dedica en cuerpo y alma a proteger a los suyos. Para ello, si es necesario, destrozará un camión que ha perdido el control a base de baquetazos. Así, tal cual. Y no es la única exageración que veremos, pues su primer rival se presenta al mundo partiendo por la mitad a un tiburón (fácilmente) con sus manos desnudas.
Esto nos deja muy claro, desde el principio, que los combates los protagonizarán superhombres que escapan al raciocinio humano para darle toda la intensidad posible. Es por esto que me ha recordado a Baki, y lo digo en el buen sentido. ¿Por qué? Pues porque cuando uno lee este tipo de series no espera un gran argumento, sino grandes combates. Y de estos hay unos cuantos.
Reseña del manga Tokyo Urban Fighter n.º 1: conclusiones
En el primer tomo entendemos que el torneo comienza con una fase de grupos. De esta, disfrutamos del primer combate completo y de la mitad de segundo, pero solo de Kanda. Toda la acción se centra en él y, ciertamente, es muy llamativo. Sobre todo porque tanto él como sus rivales son bestias con un físico hercúleo y una actitud claramente guerrillera. Gracias a esto somos capaces de disfrutar de batallas a muerte realmente emocionantes.
En ese sentido, podemos decir que el autor cumple con muy buena nota. En lo que respecta al dibujo, la sensación de movimiento, la intensidad de la violencia o la brutalidad de los luchadores, no tenemos ninguna queja. Es un manga con mucha fuerza, literal y figuradamente. Engancha por ser puro espectáculo pese a que la trama es, en realidad, casi inexistente. El guion es flojo y los diálogos no son nada del otro mundo.
El argumento es parco y no se desarrolla casi nada. Pese a todo esto, es capaz de atraparte. Como el dibujo es tan bueno, y la premisa es tan sincera consigo misma y con el lector, se convierte en algo atractivo. Claro está, uno debe saber a lo que va. El manga solo quiere que nos lo pasemos bien viendo combates irreales cargados de dolor y sangre. Y eso lo hace muy bien.
Es por eso que he citado a Baki o Kengan Ashura, por ejemplo. Aunque son muy simples, se pueden disfrutar de muy buena manera al darnos justo lo que queremos: violencia, violencia y más violencia. Tokyo Urban Fighter, aunque con una trama algo menos llamativa, lo consigue. De hecho, al principio parece hasta un chiste, pero luego te das cuenta de que no. De que va en serio y de que, además, lo hace bastante bien.
- La edición es de buena calidad.
- Las peleas son una auténtica salvajada. Si te gustan los mangas violentos, esto es para ti.
- El dibujo es de gran calidad. El mangaka gestiona muy bien la sensación de movimiento.
- Los combates son realmente brutales. El nivel de salvajismo es colosal.
- El ritmo de lectura es bueno. Es entretenido.
- La trama y el guion son muy simples.
- Los diálogos no son anda del otro mundo.
- Si no te gustan los mangas que se resumen en peleas, peleas y más peleas, no es para ti.