Cuando os dije que Hajime no Ippo iría de bien a mejor, no mentía, y es que, hasta y durante la reseña del volumen n.º 6 del manga, hemos vivido dos de los mayores grandes clímax de la primera parte de la serie. Primero fue el combate contra Mashiba, uno de los combates más intensos y significativos para Ippo en el plano sentimental. Ahora, tras enfrentarse al usuario del flicker jab, le ha tocado batirse en duelo con Sendo, su «alter ego».
Durante los primeros compases de la historia, Ippo ha tenido que enfrentarse —mayormente— a púgiles con mucha técnica, pero a casi todos les superaba ampliamente en fuerza. No obstante, Sendo es igual que es. O lo que es lo mismo, es un infighter de pura sangre que resuelve sus combates gracias a la potencia de sus puños. Eso no significa que sea un salvaje, ni mucho menos. Lo que quiero decir es que, al igual que nuestro protagonista, es un boxeador que prefiere medirse de tú a tú usando su físico como principal baluarte.
Gracias a esto, en cuestión de muy poco tiempo nace una rivalidad muy singular entre los dos luchadores. A fin de cuentas, ganar significa demostrar su supremacía como infighters en el mercado de los boxeadores novatos. Recordemos, pues, que aunque ya llevamos unos cuantos episodios y combates a nuestras espaldas, no han pisado un ring más allá de los torneos organizados para quienes acaban de iniciarse en el mundo de las peleas. Por eso es tan emocionante verlos combatir. Es la primera vez que vemos algo así en el manga y, aunque el duelo no llega ni a terminar, ya te levanta del asiento. Y eso que, en realidad, solo es un augurio de lo que veremos en el futuro.
Reseña del manga Hajime no Ippo n.º 6 | Portada, sinopsis y edición
¡Tras un combate lleno de idas y venidas, Ippo por fin logra proclamarse campeón de las Nuevas Promesas del Este de Japón! ¡El próximo objetivo es su combate contra el Rocky de Naniwa, Takeshi Sendô, en la final del Torneo de Nuevas Promesas de Todo Japón! Sin embargo, a pesar de su emoción por disputar el encuentro, su mano derecha fracturada durante el combate contra Mashiba preocupa a Ippo. Solo quedan dos meses para el combate. ¿¡Qué ocurrirá!?
Colección | Hajime no Ippo n.º 6 (serie abierta) |
Autoría | George Morikawa |
Género | Acción, comedia, deportivo, drama |
Formato | Rústica sin solapas con s/cub. |
Tamaño y páginas | 14,8 x 21 cm con 368 páginas en b/n |
Precio | 16,95 € |
Maquetación | Planeta Cómic |
Traducción | Héctor Angulo (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 12/06/2024 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Lo primero que podemos decir de este clásico del manga es que está bien acompañado por una edición que está a la altura de las expectativas. En líneas generales, el formato kazenban le sienta genial. Más todavía cuando recordamos que la serie es tan larga. La cosa no acaba ahí, porque tanto la traducción como la maquetación son de calidad. Aparte, los materiales empleados en la impresión son buenos, por lo que el resultado final es notable.
Infighter de pura sangre
Dicho esto, y volviendo al tema que nos acontece, el duelo entre Ippo y Sendo aviva las llamas de una nueva e incipiente rivalidad que nos dará mucho juego a lo largo de toda la serie. Por un lado, tenemos a nuestro inestimable protagonista, quien sigue intentando descubrir qué significa ser fuerte. Por el otro, a un joven que ha canalizado sus ganas de pelear contra personas más fuertes a través del deporte en lugar de manchar las calles de sangre. Las motivaciones de ambos son bastante distintas y, aunque las bases de su estilo son muy parecidas, son realmente distintos.
Fuera del ring, Ippo es un joven más bien retraído. Es tímido, no le gusta llamar la atención y es bastante discreto. Por su parte, Sendo es un huracán. Allá por donde pasa es convierte en el foco de atención. Esta es otra de las razones por las que su combate es tan interesante. Bueno, por eso y porque cada puñetazo que se sueltan es como un martillazo en la cabeza. Su encuentro en el ring es uno de los mayores espectáculos que nos ha mostrado la serie hasta ahora. Es un torbellino de puñetazos en donde nadie quiere retroceder. Muy distintos fuera del cuadrilátero, ambos son iguales sobre él.
Buscan la victoria por encima de cualquier otra cosa, sus ansias de victoria son gigantescas y van de frente. Son luchadores con mucha potencia, pero muy limpios. Van de cara y se enfrentan a la adversidad de tú a tú. Es por eso que su encuentro es tan llamativo. Esto no quiere decir que el resto de púgiles no sean valientes o no enfrenten la adversidad. Sin embargo, la suya es una historia es diferente, y se refleja muy bien en los comentarios de Sendo: «Esto es lo que sienten los demás cuando yo les golpeo«. Es la primera vez que alguien les pega con una fuerza equivalente a la suya, siendo este uno de los grandes atractivos del combate.
Una rivalidad histórica
Análogamente, se nota que el autor ya lleva un tiempo dibujando. Poco a poco, se va notando el progreso, y es que George Morikawa crece mucho y muy rápido con Hajime no Ippo. Lo mejor de todo es que no hemos llegado ni a su prime como artista, puesto que seguirá mejorando con el paso del tiempo. No obstante, entre el primer y el sexto tomo ya sentimos su progresión como dibujante, pero de manera paulatina. No se sienten como dos entidades diferentes, como puede suceder en aquellas series en las que el autor evoluciona demasiado rápido.
Morikawa crece al mismo ritmo que su manga, por lo que la sensación es bastante buena. Aparte, ya nos encontramos en un buen punto de la trama. A partir de ahora, y desde el anterior volumen, notaremos que cada combate y cada entrenamiento tendrán más argumental. El torneo de novatos ha quedado muy atrás y ahora sí que sentimos que nuestro protagonista es un verdadero boxeador. Todavía en formación y con mucho que aprender, pero uno de verdad. Todo sea, la historia se sentiría bastante lenta de no ser por el formato kazenban que ha escogido la editorial.
Al incluir dos volúmenes en uno solo, el ritmo mejora mucho. Ese sentimiento de que a veces es un poco lento y se alarga demasiado en determinadas narrativas se va evaporando poco a poco. A fin de cuentas, pase lo que pase, siempre tienes bastante contenido, y eso es algo que se agradece muchísimo en series tan extensas como Hajime no Ippo. Con esto en mente, la sensación es parecida a la de los primeros tomos, pero mejor. Es decir, sigo pensando que la obra de George Morikawa es una de las más destacadas en la historia del spokon, y lo seguirá siendo a medida que pase el tiempo.
- El dibujo es muy solvente y tanto los planos generales como los escenarios y los personajes funcionan.
- La premisa es atractiva y el boxeo no es un deporte tan explotado en el mundo del manga.
- La narrativa es coherente, los dibujos funcionan y el ritmo es entretenido. Funciona en todos los niveles bastante bien.
- En España acaba de empezar, pero tiene más de 1000 capítulos y va a mejor. Lo sabemos con certeza.
- Aunque el ritmo es bueno, a veces es un poco lento.