Es muy probable que Hajime no Ippo sea uno de los pocos mangas capaces de hacer que hasta sus sagas de entrenamiento —que no son pocas— sean interesantes. Tras cada combate, George Morikawa reutiliza una y otra vez la misma fórmula: introspección psicológica, análisis de lo acaecido, consecuencias de la victoria o la derrota…
De manera continuada, el mangaka repite esta estructura para luego introducir una nueva fase de entrenamiento. Puede parecer tedioso en primera instancia, pero tras trece volúmenes sabemos que funciona a la perfección. Es más, diría que es una de las grandes virtudes del que —para mí— es uno de los mejores spokon de todos los tiempos.

Hajime no Ippo se construye como un tebeo realista con ciertas dosis de ficción. En otras palabras: la base y el 90 % de lo que sucede sería perfectamente viable en el mundo real, mientras que el otro 10 % pertenece a esa cota de exageración tan necesaria en una obra de entrenamiento como esta.
Dentro de esta distribución —a ojo— entran, por supuesto, los entrenamientos. Lejos de lo que viene siendo habitual en el mundo de los shonen, aquí tienen mucho interés. Son un catalizador que condensa muchísimos detalles interesantes. Es el día a día de los púgiles.
En cierto modo, se podría hasta decir que tiene un poco de slice of life, pues nos muestra la vida diaria de los distintos personajes que aparecen en el manga. Como es lógico, se aleja mucho de estos por sus altas dosis de acción, pero entiendo que os hacéis una idea de a lo que me refiero.
Reseña del manga Hajime no Ippo n.º 13 | Portada, sinopsis y edición

¡Este tomo está dedicado a la época de delincuentes juveniles de Aoki y Kimura! ¿Por qué empezasteis a boxear? Ippo encuentra una fotografía de la época de delincuentes de Aoki y Kimura y se interesa por su pasado. Los dos ocultan un pasado apasionado y peligroso como estudiantes de instituto que nadie sería capaz de imaginar viendo el dúo cómico que forman en la actualidad.
| Colección | Hajime no Ippo n.º 13 (serie abierta) |
| Autoría | George Morikawa |
| Género | Acción, comedia, deportivo, drama |
| Formato | Rústica sin solapas con s/cub. |
| Tamaño y páginas | 14,8 x 21 cm con 368 páginas en b/n |
| Precio | 16,95 € |
| Traducción | Héctor Angulo (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 12 de nov. del 25 |
| Reseñas | Volúmenes anteriores |
El caso es que, llegados a este punto, Hajime no Ippo ya nos ha demostrado de qué pasta está hecha. Sabemos perfectamente qué podemos esperar dentro de la incertidumbre propia de la victoria y la derrota. Y no solo de Ippo, sino de prácticamente cualquier boxeador que aparece.
Ahora, por ejemplo, Sendo ha ganado algo más de peso. Como nuevo rival de Ippo (aunque no haya ni ficha ni combate oficial fijados), su estado actual es incluso más interesante que antes. Morikawa-sensei lo sabe y lo integra muy bien. Además, en el proceso incluso nos actualiza el estado de otros púgiles.
Esta, sin duda, está siendo una de sus mayores virtudes: sabe cómo manejar muy bien el plantel —cada vez más grande— de protagonistas, secundarios y terciarios que va diseñando. Esto nos permite disfrutar del manga incluso más, pues no se centra única y exclusivamente en su protagonista.
Un manga deportivo que sabe ir más allá de su protagonista

No es una historia en la que el mundo gire alrededor de un único personaje. Por supuesto, Ippo tiene muchísimo peso, pero no es el único que sostiene la trama. Todos sus compañeros, e incluso otros boxeadores que dicen ser sus oponentes (o no), aportan muchísimo a la historia. Tal vez esto ralentice la trama y haga que la narrativa sufra un poco, pero merece muchísimo la pena.
Es un manga que respeta muchísimo el deporte que le da de comer, siendo este otro detalle que podemos valorar muy positivamente. Esto es algo que se hace incluso más evidente en este decimotercer volumen, pues sigue explorando el mundo que va más allá del ring. Por explorar, explora incluso el mundo de la prensa, otro aspecto largamente ignorado en el mundo de los spokon cuando miramos el género por encima.
Y no lo hace mediante pequeños detalles. En este tomo, por ejemplo, Sendo tiene muchísimo peso, pero es que en los anteriores podríamos decir lo mismo de otros tantos. Es la gracia de la historia: reparte el peso narrativo entre muchos personajes diferentes.

Hoy ha sido Sendo, pero mañana podría ser cualquiera. Además, el gimnasio completo de Ippo tiene mucho peso. Takamura, Aoki y Kimura siempre aparecen en mayor o menor medida, tienen sus combates y gozan de sus propios arcos, especialmente el primero.
Sigue siendo un personaje moralmente bastante cuestionable cuyo humor no se adecúa del todo a 2025, pero eso no quita que todos y cada uno de sus combates sean una auténtica gozada. Como boxeador es uno de los que más gusto da ver cuando se sube al ring y en el futuro irá incluso a más.
Conclusiones
El caso es que Hajime no Ippo hace prácticamente todo bien como spokon dentro de la historia que quiere contar. Narrativamente, pese a que a veces se pueda sentir lenta, en realidad es brillante y hay pocos mangas deportivos que me parezcan tan entretenidos pese a su exagerada extensión. Recordemos que en Japón lleva más de 1.300 capítulos publicados.

Pese a ello, no muestra síntomas de envejecimiento y sigue siendo tan popular como siempre. Poder disfrutar de ella en España en formato kazenban es una auténtica locura y que esté entre nosotros es una de las mejores noticias que nos podría haber dado la industria del manga en mucho tiempo.
En lo que respecta a este último tomo publicado, lo evidencia incluso más gracias al hecho de que Morikawa nos está mostrando poco a poco el mundo. Lejos de lo que viene siendo habitual en muchos mangas deportivos, forma parte de la trama desde muy pronto. Todos aspiran a luchar contra los mejores.
Ya solo con eso te dice que la aspiración y la forma son diferentes, pero al final es solo uno de sus muchos apartados. Hajime no Ippo es, dentro de los límites del spokon, un manga con muchísimas aristas y muchos más focos de lo que cabría esperar… y eso me encanta.


- El dibujo es muy solvente y tanto los planos generales como los escenarios y los personajes funcionan.
- La premisa es atractiva y el boxeo no es un deporte tan explotado en el mundo del manga.
- La narrativa es coherente, los dibujos funcionan y el ritmo es entretenido. Funciona en todos los niveles bastante bien.
- En España acaba de empezar, pero tiene más de 1000 capítulos y va a mejor. Lo sabemos con certeza.

- Aunque el ritmo es bueno, a veces es un poco lento.