Volvemos con uno de los mejores shonen de las últimas décadas en nuestra reseña de Gintama n.º 7, un manga que sabe ir más allá de la comedia
Tras casi 200 episodios, poco puedo deciros de Gintama que ya no sepáis en la reseña del volumen n.º 7 de su edición 3 en 1. Tras no pocas risas, varias secuencias bien cargadas de emoción y unos cuantos paneles bien cargados de dramatismo, la serie ya nos ha demostrado de lo que es capaz en muy numerosas ocasiones.
Es por esto mismo que hoy prefiero hacer un punto y aparte hablándoos de la serie en general y de lo que nos ha ofrecido hasta la fecha, valorando todo su contenido y no el de esta séptima entrega. El resumen es fácil de plantear: es una gran serie.
Largamente subestimada por su carácter paródico, Gintama es mucho más que un shonen de comedia que coge un poco de aquí y de allá para construir su humor. S, le encanta reírse —sin faltar al respeto, pues casi siempre lo plantea como un cariñoso homenaje— utilizando a los protagonistas de otras series.



No obstante, pensar que Gintama es simple y llanamente un compendio de cameos es quedarse muy, muy corto. Su humor, de carácter absurdo y con un carácter muy, muy, muy japonés, no destaca por su sutileza. Es muy directo y busca la grandilocuencia.
Se recrea en los excesos… y casi siempre le funciona. Sí, algunas bromas no encajan demasiado con el sentido del humor occidental, pero es imposible no reírse si gustas de los tebeos nipones. Sobre todo porque no se anda con tonterías.
Exacerba y lleva hasta el límite las situaciones más exageradas de otras series, haciendo de One Piece, Dragon Ball y otras series sus escuderos en no pocas ocasiones. Pese a ello, tampoco debemos resumir el manga a una parodia constante.
Reseña del manga Gintama n.º 7 | Portada, sinopsis y edición

| Colección | Gintama volumen n.º 7 de 26 |
| Autoría | Hideaki Sorachi |
| Género | Acción, aventura, ciencia ficción, comedia, drama |
| Formato | Rústica con solapas |
| Tamaño y páginas | 12,8 x 18 cm. con 552 páginas en b/n |
| Precio | 18,95 € |
| Traducción | Ayako Koike (Daruma) |
| Fecha de lanzamiento | 2 de julio del 25 |
| Reseñas | Volúmenes anteriores |
Son habituales, sí, pero en realidad menos de lo que la gente piensa. Aparecen de cuando en cuando, mas no definen la personalidad del manga per se. Son un recurso humorístico más entre tantos y no es habitual que ocupen demasiados paneles, ya no por episodio, sino por tomo.
Gintama tiene músculo narrativo más que de sobra para no depender de estos gags a la hora de definir su particular sentido del humor. Tiene muchos recursos, la mayoría de ellos muy absurdos, así que limitarse a este detalle es (como ya he dicho anteriormente) quedarse bastante corto.
Un manga que sabe ir más allá de la parodia

Además, mucha gente piensa que Hideaki Sorachi no sabe hacer tramas por culpa de esto… y eso no es cierto. Gintama usa mucho la comedia, pero eso no significa que no sepa ponerse serio. Es más, cuando lo hace, el impacto es incluso mayor que en otras muchas series.
Como no es tan constante, la sensación de que está pasando algo importante se potencia. Además, el contraste entre drama y humor provoca que, a nivel de sensaciones, los picos sean más altos en muchas ocasiones. Eso sin contar con que Sorachi sabe tocarnos la fibra y, en realidad, dibuja bastante bien.
No diré que es el mangaka con el trazo más limpio del mundo ni el trazo más brillante de la industria, pero se defiende bastante bien. Cuando dice de hacer una secuencia de acción, esta funciona muy bien. Tiene gancho, fuerza y carisma. Te deja con ganas de más y es capaz de mantenerte en vilo durante bastante tiempo.

A veces, eso sí, se enreda un poco él mismo y sus historias pueden ser algo complicadas de seguir. Como el escenario es tan variopinto y hay tantos personajes, en determinados momentos puede resultar algo confuso de más, pese a que sus arcos no son tan complejos como los de Eiichiro Oda, por ejemplo.
Pese a ello, no deja de merecer la pena en ningún momento. Si bien es cierto que no puedo ser objetivo con este manga, pues es uno de mis preferidos —y el anime también—, no creo equivocarme al decir que es uno de los mejores mangas de la Shonen Jump de las últimas décadas.
Es un referente de la demografía shonen, aunque de una manera muy diferente a otros grandes como Naruto, Bleach o Dragon Ball. Aunque sigue la misma línea en ciertos casos, presenta un protagonista muy diferente de lo que estamos acostumbrados.
Gintama sigue y suma

Gintoki responde a las pautas típicas de un protagonista: es poderoso, tiene dos compañeros y se distingue muy fácilmente de los demás. No obstante, nunca entrena. Es caprichoso, a veces se comporta como un niño y no tiene ningún objetivo vital concreto.
Su único deseo es vivir el día a día tranquilamente, trabajando lo menos posible y sin que nadie le moleste. Sin embargo, al final siempre acaba metido en algún lío, ya sea porque su pasado siempre vuelve a él, ya sea porque no sabe estarse quieto y siempre resuelve todo de la manera más inverosímil posible.
Con sus más y sus menos, es un hombre normal, pero con una fuerza sobrenatural y unas características llevadas al extremo en muchos casos. Aun con esas, es uno de los protagonistas shonen más carismáticos y divertidos de la industria.
Aporta muchísimo y su presencia siempre es sinónimo de grandes secuencias de acción o de risas. Muchas risas. Y no bromeo con lo primero. Las peleas de Gintoki, o aquellas escenas en las que se deja llevar por la rabia, son buenísimas.
Tiene una garra increíble, y está bien acompañado por un elenco de coprotagonistas y secundarios que ya les gustaría a muchas de las series más destacadas de la actualidad. Personalmente, me parece una de las mejores series que os podéis echar a la cara de principio a fin.


- Tiene un plante de personajes principales y secundarios increíble.
- Es tremendamente divertido y su sentido del humor es genial.
- Narrativamente, funciona muy bien y tiene un gran ritmo.
- Es fácil entenderlo todo muy rápido gracias a lo bien que explica todo su autor.
- Gintoki es uno de los mejores protagonistas que nos ha dado el shonen en mucho tiempo.

- El dibujo al principio es un poco espeso y puede mejorar mucho.
- A veces se pierde demasiado a sí mismo.