Era uno de los mangas a los que más ganas le tenía… y no me ha defraudado. En líneas generales, el trabajo de Ryohgo Narita y Shinta Fujimoto me está dejando muy buenas sensaciones. Y eso que en realidad llevamos muy poco junto a él, puesto que con esta reseña de Dead Mount Death Play n.º 3 seguimos en una fase muy temprana de la lectura. Pese a ello, ya me ha demostrado que tiene potencial más que de sobra para ser más que otro shonen de acción y poderes especiales.
Esto no es algo nuevo. Ya en su primera entrega, o a través del anime —el cual se encuentra disponible en Crunchyroll—, nos demostró que no era un isekai más. De hecho, parte de una premisa no tan rompedora, pero sí menos habitual: es alguien de otro mundo el que aterriza en el nuestro, y no al revés. Asimismo, en lugar de escoger al típico héroe sin personalidad que actúa siempre por las doctrinas del buenismo, construye su historia en torno a alguien un tanto distinto.
Nuestro protagonista, el Dios Cadáver, no teme ensuciarse las manos. No es malvado, pero tampoco se puede decir que tenga una personalidad modélica. La muerte forma parte de su ser. Su actitud puede verse como extremadamente cruenta y no teme ensuciarse las manos. Este detalle tampoco es 100% atípico, pero no es tan común.
Y es algo que, de antemano, agradezco, pues ya en sus primeros compases te demuestra que persigue la originalidad. Hasta cierto punto, lo consigue, aunque es verdad que hay situaciones que sí son un tanto más tópicas. Pese a ello, deja con buen sabor de boca. Te incita a seguir leyendo. Es entretenido y te mantiene enganchado a la lectura, cosa que no todos pueden decir.
Reseña del manga Dead Mount Death Play n.º 3 | Portada, sinopsis y edición
Un nigromante de otro universo que va en busca de la paz se reencarna en el mundo actual, un lugar sin magia… o eso se suponía. Alborotadores como el Fantasma Solitario, un ilusionista que usa trucos para darle color al mundo, empiezan a moverse en Shinjuku mientras la policía va detrás de ellos. La familia Shinoyama, por su parte, repta entre las sombras.
Una nueva historia que enlaza realidades paralelas de la mano de Ryôgo Narita y Shinta Fujimoto. La historia avanza de forma inesperada y todo empieza a conectarse… en Shinjuku.
Colección | Dead Mount Death Play vol. 3 de 13 (serie abierta) |
Autoría | Ryôgo Narita y Shinta Fujimoto |
Género | Acción, comedia, drama, fantasía, sobrenatural |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Precio | 9,95 € |
Tamaño y páginas | 13,1 cm x 18,1 con 228 páginas en b/n |
Maquetación | Yellowkids |
Traducción | Gemna Tarrés Guasch (Daruma) |
Fecha de lanzamiento | 05/12/2024 |
Reseñas | Volúmenes anteriores |
Antes de seguir hablando sobre el contenido, me gustaría detenerme en la edición. Una vez más, salvo que me haya pasado algún detalle, Distrito Manga ha hecho un trabajo bastante bueno. Tanto la traducción como la maquetación y la impresión son de buen nivel. No puedo sacarle ninguna nota negativa, cosa que me satisface.
Las bases de ¿un gran manga?
Volviendo al contenido del manga, diría que el único defecto evidente que he encontrado en estas últimas páginas ha sido que la forma en la que evoluciona la historia es un poco confusa en determinados momentos. Como presenta y/o refuerza la presencia de varios personajes sin mucha relevancia hasta ahora, es más complicado de seguir.
Especialmente porque mezcla las tramas de cada uno a través de una única línea narrativa que siempre confluye en Polka-Dios Cadáver. Tanto el misterio de quién organizó su asesinato como la presencia de diversos entes que van más allá de la comprensión humana hace que seguirle la pista a todos los eventos que tienen lugar sea un poco complejo.
En cierto modo, peca de acelerar demasiado durante unos cuantos episodios. No obstante, creo que a la larga podría sentarle bien, puesto que podríamos entenderlo como la base sobre la que se desarrollará buena parte de la historia en el futuro.
Lo bueno es que, pese a que puede resultar errático por momentos, sigue generando curiosidad e interés. En buena medida, esto es gracias al misterio que siempre desliza en segundo plano. Si bien es cierto que Dead Mount Death Play destaca en primera instancia como un manga de acción, también sabe manejar la intriga.
Lo curioso es que la mayor parte de ellos no están relacionados con el Dios Cadáver de manera tan directa, sino que se definen por la presencia de personajes a priori secundarios. Gracias a esto tenemos una historia en la que el peso de la trama no recae en un único personaje.
Un isekai inverso que busca ofrecer algo distinto
Por supuesto, al final el motor narrativo siempre es el mismo: lo sobrenatural, tanto a través del Dios Cadáver como del resto de existencias que están empezando a manifestarse. De hecho, algo que nos aclaran durante este tercer volumen —ya lo dejaban caer, pero ahora lo han confirmado— es que el mundo del Dios Cadáver y nuestro mundo están conectados de alguna manera.
Que haya logrado llegar hasta aquí no es fruto de la casualidad. Sin embargo, todavía no sabemos cómo ni por qué, siendo esta una de las grandes cuestiones que plantea el manga desde sus mismos comienzos. Son este tipo de detalles los que hacen que tengas de saber un poco más.
A diferencia del isekai convencional, no parece que todo se explique gracias al hermano perdido de camión-kun y/o la grandilocuencia de un Dios omnisciente. Hay algo más, pero todavía no sabemos qué. Y queremos saberlo. Al menos yo.
Si considero que Dead Mount Death Play es una lectura aconsejable es porque es capaz de producir esta curiosidad. Es decir, que el protagonista sea una suerte de super nigromante no es su único atractivo. Por desgracia, sigue pecando de lo mismo, y es que hay escenas ecchi bastante gratuitas que en realidad no aportan nada.
Están por estar, y se nota, ya que en realidad no suelen casar demasiado con la línea general del manga. Más allá de eso, el trabajo de Ryohgo Narita y Shinta Fujimoto sigue dejando más buenas sensaciones que otra cosa. Así que sí, con este tercer volumen os lo recomiendo una vez más. Dicho esto, nos despedimos. Esperamos que os haya gustado nuestra reseña de Dead Mount Death Play n.º 3.
- Engancha desde el primer momento.
- El dibujo es realmente bueno.
- La premisa es atractiva.
- Como maneja la vida y la muerte.
- El diseño y el carisma del protagonista.
- El ritmo y la narrativa.
- El fanservice.
- Ciertos gestos y diseños de personaje.