Allá en 2017, Daniel Andreyev tuvo a bien de sorprendernos con La Légende de Dragon Quest: Creation – univers-
, una obra que sorprendió a propios y extraños por una sencilla razón: estaba escrita de tú a tú. O lo que es lo miosmo, era el escrito de un fan dedicado a otro fan de la saga. No obstante, y por desgracia, en España no tuvimos el placer de disfrutar de ella… Hastaahora. Tal y como os quiero contar en mi reseña de La leyenda de Dragon Quest, Game Pres ha tenido la feliz idea de reeditarla y actualizarla en la península por primera vez.Y digo reeditarla cuando nunca ha visto la luz aquí debido a que han tenido muy en cuenta que el producto original se adaptó en 2017. Es decir, que desde ese entonces han ocurrido diversos acontecimientos que han afectado al devenir de la saga en aspectos bastante concretos. Es por esto mismo que, además de producir un capítulo inédito mediante la prosa de Bruno Sol, han matizado ciertos aspectos para que se sienta todavía más contemporánea.
Aparte, yo he tenido la suerte de poder analizar su edición limo, exclusiva de su página web, que viene con material adicional. Y si bien es cierto que es un poco más cara respecto a la edición que podemos encontrar en tiendas habituales, compensa esos tres euros de diferencia. A fin de cuentas, además de incluir una sobrecubierta especial, incluye 2 marcapáginas, 1 lámina coleccionable, cuatro cartas reversibles y un certificado numerado. Si os interesa, también hay una versión deluxe con todos esos contenidos, pero sin el certificado.
Sin duda, me parece la más atractiva para todos aquellos que estén interesados en la obra. A fin de cuentas, ese tipo de detallitos son los que terminan de hacer que un producto sea todavía más especial. Sea como fuere, esto ya es cosa de cada uno, siendo un aspecto más subjetivo que otra cosa. Dicho esto, ¿qué podemos esperar del libro como tal?
Reseña de La leyenda de Dragon Quest | De fans para fans
Habiendo aclarado este tema, ¿qué podemos esperar de La Leyenda de Dragon Quest? Me gustaría empezar por la edición. A fin de cuentas, es el primer elemento con el que haremos toma de contacto. Más concretamente, con la portada. Esta, impresa en formato cartoné, nos lanza un primer aviso: estamos ante un producto de gran calidad. Suave al tacto, muestra un carácter recio que no tarda en continuar tanto con la propia maquetación, la traducción o la unión de páginas cosidas a hilo.
Es decir, que hablamos de una obra capaz de satisfacer nuestras demandas como consumidores en los ámbitos más prácticos. Entiéndase, pues, como maquetación, impresión y traducción. En ese sentido, lamento haber sido redundante, pero me parecía muy importante dejar claro este apartado antes de continuar. Habiendo dicho esto, igual que alabo su puesta en escena, también me gustaría resaltar un aspecto que no me ha gustado tanto: la falta de imágenes.
En ese sentido, por desgracia, Game Press no podía hacer demasiado. Ya la edición original francesa tenía este defecto, por lo que no era posible —al menos hasta donde mis conocimientos alcanzan— modificar demasiado este aspecto. Es un detalle que, simplemente, no me convence del todo, pues soy de los que piensa que este tipo de proyectos se enriquecen mucho de un buen material gráfico complementario.
Esto produce que el libro, finalmente, se sienta demasiado enciclopédico por momentos al ofrecer mucho texto sin material gráfico. Y es una pena, puesto que la calidad del propio texto es realmente buena. Tanto por contenido como por maquetación, la adaptación realizada por Game Press no solo respeta el material original con mucha habilidad, sino que lo amplía —y se nota— con mucho mimo.
Un buen libro para los amantes de Dragon Quest
Y no me refiero solo al autor, sino a la propia Game Press. Por curiosidad, estuve ojeando en redes comentarios y reseñas de la tercera edición francesa. Al hacerlo, comprobé que algunos usuarios se quejaban de que el autor hablaba de eventos importantes de ciertos juegos. Es decir, que había algunos spoilers de entregas concretas. No obstante, mientras yo avanzaba por sus 224 páginas de puro contenido, me encontré con varios avisos, precisamente, de spoilers.
Es decir, que hay epígrafes muy bien señalizados a nivel visual en los que el propio libro te avisa de que, si no has superado un juego concreto, te puedes encontrar con un evento que destripa ciertos acontecimientos de la trama. No sé si esto sigue siendo así en la edición francesa, pero, por lo menos, os puedo asegurar que en la española han tenido bastante cuidado con esos detalles.
En lo que no cambia en lo más mínimo es en el concepto de «fan para fan». Sin duda, se nota que Andreyev es un amante de la saga y que ha disfrutado de todos y cada uno de sus juegos como un niño pequeño… Al igual que nosotros. Y aunque en España lo tuvimos algo más complicado debido a que no todos sus juegos llegaron a nosotros hasta mucho después, Dragon Quest también ha sido parte de nuestra infancia. Al menos de la de muchos.
Un repaso a la historia de una saga entera
No obstante, no quiero que me malentendáis. Este no es un libro para nostálgicos, pues todo tipo de lector es capaz de disfrutar de él. Ahora bien, aquellos quienes digan ser verdaderos avezados en la materia encontrarán que —muchas de las curiosidades y anécdotas que cuenta— ya le resultan conocidas. ¿Qué quiere decir esto? Que es posible que te encuentres con muchas historias que ya conoces si eres un «enfermo» de la saga.
Personalmente, me ha pasado, aunque no demasiado, pues no soy un especialista con un conocimiento tan desarrollado sobre DQ. Y sí, me encanta la saga. Es de mis preferidas y he superado casi todas sus entregas, mas aun así ha sido capaz de sorprenderme con varias de sus anécdotas. Esto es algo que valoro mucho, pues tiene el don de sorprender. En ese sentido, la mayoría de lectores se sentirán —probablemente— igual, ya que no creo que muchos hayan alcanzado el nivel de estudio y conocimiento de Andreyev.
Pese a ello, es algo que creo que debíais saber. Más allá de esto, como ya habréis podido inferir, La leyenda de Dragon Quest no solo me ha gustado mucho, si no que cumple con una de las —para mí— más importantes de casi cualquier obra literaria: que tenga parte del autor. Por suerte, sucede y, gracias a esto, somos capaces de mantener un diálogo con el autor. Uno muy profundo, todo sea dicho, ya que hablamos de un libro denso y ligero al mismo tiempo.
Reseña de La leyenda de Dragon Quest | Conclusiones
Por extensión y tamaño, podemos decir que La leyenda de Dragon Quest es un libro un tanto denso, aunque no lo digo en el mal sentido. Me refiero a que tiene mucho texto y mucho contenido. Pese a ello, la prosa y el estilo son ligeros, por lo que tiene un buen ritmo de lectura. Esto es algo que podemos valorar casi tan positivamente como el hecho de que Andreyev nos cuenta qué es lo que piensa él de determinados juegos, eventos, situaciones, etc.
A veces, tal vez, se va demasiado por las ramas y analiza demasiado la situación sociopolítica del país del Sol Naciente, aunque personalmente me gustan esas digresiones. Creo que son un detalle interesante. Te ayudan a matizar mejor el contexto pese a que, eso sí, sean valoraciones con un carácter muy subjetivo. Es más, habría estado bien que, junto con estas, profundizase en algunos aspectos menos tangibles de la propia franquicia.
Aun con todo, sigo pensando que el resultado final es muy bueno. Personalmente, he disfrutado mucho de la lectura y, en general, creo que la edición de Game Press es de gran calidad. Sigo extrañando imágenes complementarias (es muy posible que no haya podido por culpa de los derechos de autor), pero, más allá de eso, creo que es un libro que los fans de la saga disfrutarán. Yo lo he hecho.
- La edición es de gran calidad.
- El contenido es muy interesante.
- La lectura es amena y entretenida. Aporta datos interesantes.
- Los extras de las ediciones son agradables.
- La traducción es de muy buen nivel.
- Agregar imágenes habría sido un plus.
- Hay pasajes que son un poco lentos.