Recurrir a la idea de «este manga es diferente» es lo mismo que emplear uno de los tópicos más manidos de la industria, sobre todo cuando nos adentramos en el mundo de las reseñas. No obstante, las circunstancias que rodean a Sigue Adelante, la nueva licencia de Distrito Manga, nos traen algo que debe ser caracterizado bajo ese mismo adjetivo. De otra forma estaríamos faltando a la verdad.
Y si bien es cierto que un servidor —me paso a la primera persona momentáneamente— no es un lector de shōjo especialmente consumado, han sido varias las obras incrustadas en esta demografía que han terminado en mi estantería. Las hubo mejores y peores, pero muy pocas de ellas se atrevieron a relacionarse con sus personajes de la forma en que Sigue Adelante quiere hacerlo.
Todo sea dicho, es demasiado pronto para hablar de aspectos tales como la introspección psicológica, pues queda mucho manga por delante. No obstante, también es verdad que parece que este será uno de sus recursos narrativos más notables. No tengo duda que la historia evolucionará de manera inesperada, ya que se expresa en términos menos frecuentes.
Nuevamente, reafirmamos que sigue siendo demasiado pronto para hablar. Esto es algo que queremos dejar muy claro, puesto que de otra forma estaríamos faltando a la verdad. Hablamos, pues, de un carácter potencial más que de un hecho concreto, empírico y/o presente. Esto no nos impide realzar una vez más la etiqueta de «diferente» como factor predeterminado. ¿Por qué? Pues os lo contamos a continuación en nuestra reseña de Sigue Adelante n.º 1.
Reseña de Sigue adelante n.º 1 | Portada, sinopsis y edición
Kuko es una adolescente que siempre va con una sonrisa radiante en el rostro. Nadie parece sospechar, ni siquiera su mejor amiga Kiyo, que detrás de ese buen humor se oculta un gran vacío. Desde su más tierna infancia, Kuko siempre ha echado en falta a su madre, una de las víctimas del gran terremoto en la zona de Hanshin-Awaji.
Pero la llegada al barrio de un chico muy perspicaz amenaza con poner patas arriba su vida. Ôta es un estudiante de la escuela de arte que, aunque pueda parecer reservado y frío, con su sensibilidad y empatía consigue descifrar los sentimientos que esconde Kuko tras el velo de su sonrisa.
| Autoría | Nagamu Nanaji |
| Volúmenes | 1 de 11 |
| Género | Shôjo, comedia, drama, slice of life |
| N.º páginas | 208 |
| Precio | 8,95 € |
| Lanzamiento | 12/01/2023 |
Habiendo aclarado este primer punto, empezamos con uno de nuestros clásicos: el análisis del producto desde un enfoque netamente editorial. En esta ocasión citamos a Distrito Manga, filial de Penguin Random House responsable de su licencia y publicación en España. Hoy día, su simple mención ya nos dice mucho, puesto que se está definiendo como una de las empresas que mejor trabaja la edición de sus productos.
Esto lo podemos ver fácilmente tras ‘jugar’ con el manga, descifrando la calidad tanto de los materiales como de la propia impresión. En líneas generales, el resultado —como siempre— es sobresaliente. La maquetación, que ha corrido a cargo de Yellowkidworks, es de un nivel muy alto, por lo que apenas podemos ponerle pega alguna a su lanzamiento.
En lo que respecta a la traducción podemos citar, una vez más, a Daruma. En esta ocasión lo hacemos junto con Marc Berbabé, uno de los nombres más ilustres de la industria en España. Como cabría esperar, el trabajo es excelso; la adaptación idiomática es simplemente genial, por lo que poco podemos hacer más que alabar el resultado final.
Si tenemos todo esto en cuenta podemos ofrecer una conclusión bastante sencilla: la calidad del producto es tan alta como siempre. Distrito nos tiene muy malacostumbrados (en el buen sentido) a unos estándares elevados, por lo que tampoco nos ha sorprendido que Sigue Adelante sea un producto que satisface todas nuestras demandas como consumidores.
Reseña de Sigue Adelante: un shōjo atípico que bebe de los clásicos
Vale, ya sabemos que la edición es buena, pero… ¿Y el manga como tal? Siendo sinceros, todavía es muy pronto para ofreceros una conclusión concreta, pero la cosa pinta muy bien. De buenas a primeras, Sigue Adelante nos presenta a Kuko, una joven cualesquiera que nos sorprende desde el primer momento gracias a su actitud vivaz.
Desde el primer momento Kuko nos deja algo muy claro: estar triste está prohibido. Es más, tiene un lema muy claro: «Fuerte, alegre y tenaz». En lo que parece ser una promesa a su difunta madre, la joven se obliga a sí misma a ver el mundo con buenos ojos. Esto ya nos ofrece una introspección muy singular, puesto que ella quiere ser así, pero al mismo tiempo se niega a sí misma.
En una extraña dualidad entre la alegría de vivir y el deseo de sentir como cualquier otra persona, Kuko se deniega a sí misma casi sin darse cuenta. En el primer tomo apenas rozamos la profundidad de esta singularidad, pero tiene pinta de que será uno de los elementos más importantes de la historia. Es algo que, sin más, nos ha llamado mucho la atención, pues se aleja del arquetipo genérico y propio del shōjo.
Apuesta, pues, por un diseño tremendamente realista en donde cada interacción con el mundo se siente natural y orgánica, ya sea a través de sus vecinos, conocidos y/o amigos. Kuko, pues, despierta curiosidad genuina en nosotros como lectores. Queremos saber qué se esconde detrás de esa sonrisa y si será capaz de reentenderse a sí misma tras bloquear una parte de su propio ser.
Kuko es la protagonista ‘perfecta’ para Sigue Adelante
Y aunque esta pueda parecer una descripción muy profunda de un ‘simple personaje’, Kuko ha despertado muchas cosas en nosotros como lectores shōjo. Es intrigante y carismática. Su sola presencia es suficiente como para conquistar a la audiencia a través de los misterios que esconde detrás de esa ‘máscara’ de la que ella misma reniega. Kuko no se entiende a sí misma, pero también se comprende mejor que nadie.
Es algo, sin lugar a dudas, bastante extraño, porque esa teórica máscara es también su forma de ser real. Por lo tanto, es una fachada, pero al mismo tiempo no lo es, siendo un enigma muy complicado de desentrañar en apenas un volumen. La conclusión que os podemos dar sobre todo esto es que, simple y llanamente, Kuko tiene mucho carisma como protagonista y que su historia es genuinamente interesante. Al menos de buenas a primeras
Gracias a todo esto podemos explicar el porqué de esa acepción de «diferente». Aunque sigue siendo muy pronto para hablar, el mismo diseño de su protagonista nos hace esperar algo distinto. De una u otra manera, aunque está muy claro que el romance —ahora hablaremos de ello— estará presente, aquí lo importante es Kuko y su forma de aprender a ser ella misma con sus circunstancias.
Aquí también entra en juego Ibu, una de las mejores amigas de Kuko. Aficionada al manga shōjo, se convierte en un elemento disruptor y cómico dentro de la serie. Su autora, Nagamu Nanaji, aprovecha su presencia para reírse del género y de su propia obra, explicando qué va a suceder basándose en los eventos habituales de este tipo de obras.
Un ¿cuadrado? amoroso
Lo mejor de todo es que acierta en algunos aspectos, pero se equivoca en otros. Como no podía ser de otra forma, el concepto inicial de Sigue Adelante va más allá de la introspección personal de Kuko, ya que se introduce en lo que parece un cuadrado amoroso. Este estará compuesto por:
- Kuko, nuestra carismática protagonista;
- Kiyo, el joven y guapo amigo de la infancia;
- Ota, un joven pintor de personalidad compleja;
- y un nuevo joven en el barrio con un carácter muy fuerte.
Desde el primer momento, Ibu dice lo que ocurrirá: Kuko se enamorará de Ota, pero será un romance no correspondido que acabará convirtiéndose en una relación con el nuevo joven que ha aparecido, mientras que Kiyo será ‘olvidado’ al no poder salir de la llamada friendzone. No sabemos si esto es lo que sucederá, pero es cierto que este sería el camino habitual observando los arquetipos de los personajes.
Kiyo es un joven alegre y de gran belleza que gusta mucho entre las jóvenes de su instituto, mientras que Ota es un estudiante de arte ‘frustrado’ envuelto en un halo de misterio. Kuko, Kiyo y Ota se conocen desde hace tiempo, pero su relación está ‘estancada’ desde hace mucho tiempo. Es más, nuestra protagonista sigue sin ser capaz de descifrar a nuestro amigo artista, siendo este su mayor atractivo.
Por su parte, ese nuevo joven aparece de manera más ‘violenta’. Su carácter es más agrío, tiene una forma de ser bastante fuerte y dice las cosas tal y como las piensa. Esto rompe los esquemas de Kuko, quien tiende a ocultarlo todo detrás de una sonrisa cuando en realidad parece estar sumida en una gran tristeza.
Reseña de Sigue Adelante: conclusiones
Si cogemos todos y cada uno de estos elementos nos encontramos con un shōjo que recurre a elementos tópicos, los envuelve en una capa de originalidad y nos deja con toda la curiosidad del mundo. Algo que se potencia todavía más cuando la propia Kuko rompe las escenas clichés mediante su sonrisa.
Por ejemplo, en cierta viñeta, Kiyo ‘cae’ encima de ella con los brazos alrededor de su cabeza. Habitualmente, este sería un momento en el que Kuko ve cuan guapo es su amigo y se ruborizaría, pero no. La respuesta de nuestra protagonista es echarse a reír, destrozando cualquier atisbo de romanticismo a través de su sempiterna alegría.
Esto ya nos habla muy bien de cómo se desarrollará la historia. En ese mismo sentido también podemos citar el propio dibujo del manga, ay que se mueve en escenarios muy similares. Al igual que el argumento, recoge varios de los motivos más genéricos del shōjo, pero también les otorga un punto de personalidad extra para hacerlos diferenciales y muy propios. En ese sentido, destacamos para bien el trabajo de Nagamu Nanaji.
Ahora bien, este primer volumen nos ha hecho dudar seriamente sobre si de verdad estamos frente a un shōjo, pues parece que manejará temáticas bastante más complejos. Aunque la idea de las demografías nunca nos ha parecido acertadas, es cierto que asumimos que un shōjo no tratará ciertos temas. Tenemos la sensación, pues, de que podría ser un manga más adulto de lo que se infiere de buenas a primeras al abordar otras cuestiones más complejas.
- Presumiblemente, se perfila como un shōjo (o incluso un manga más adulto) con ideas originales.
- La introspección psicológica inicial de Kuko, su protagonista.
- El diseño de los personajes y el dibujo.
- La narrativa y el ritmo de lectura. Es un manga bastante ágil.
- Aún no sabemos qué podemos esperar de ella y no sabemos realmente si caerá o no en el tópico.
- Los escenarios no están tan trabajos y los diálogos a veces son un poco pesados.
