Reseña de Joker: Pequeñas Locuras, una antología de un genio criminal

Quienes me conozcan sabrán que me gustan mucho las antologías y, que a lo largo de los últimos meses, he analizado varias de ellas. Hoy quiero traeros algo similar, pues en mi reseña de Joker: Pequeñas Locuras exploraré algunas de las peculiaridades de esta nueva licencia de ECC Ediciones.

La editorial, muy habituada a este tipo de productos, nos ha vuelto a sorprender con una peculiar selección de historietas protagonizadas por el que dice ser uno de los villanos más complejos, interesantes y queridos del universo DC.

Portada, sinopsis y edición

Al Joker no le cae bien Batman. Ni Batgirl, como ha demostrado a lo largo de su larga trayectoria en las calles de Gotham City. Y además, disfruta con pequeños placeres como inocular una versión infantil de su famosa toxina mientras aguarda el comienzo de un tiroteo con la policía. O destruyendo los ordenadores de los hospitales locales. Y no nos olvidemos de todo un clásico: las bombas.

Joker: Pequeñas locuras es una antología de relatos protagonizados por el Príncipe Payaso del Crimen de la mano de autores tan destacados como James Robinson, Terry Moore, Bill Sienkiewicz o Bart Sears.

Edición sencillita con buena relación calidad-precio. Joker: Pequeñas Locuras es un tebeo más bien simple que recoge un pequeño puñado de historietas significativas del personaje. Responde bien a nuestras exigencias como lectores, sobre todo si tenemos en cuenta que es una opción más dentro del amplio elenco de opciones que ofrece ECC respecto al Joker. Tenemos algunos cómics mucho más completos y con mucho más contenido, pero a un mayor precio.

Es por esto mismo que considero que Joker: Pequeñas Locuras es una novedad interesante. A fin de cuentas, nos ofrece un tebeo más económico, con un valor de coleccionismo interesante y unas historietas entretenidas. Sencillo, directo y algo más humilde, pero con buena edición, traducción y maquetado. Una compra interesante para los fans de Príncipe Payaso del Crimen.

Reseña de Joker: Pequeñas Locuras

Joker: Pequeñas Locuras nos sorprende por ofrecer tan solo tres historietas diferentes, aunque lo cierto es que todas y cada una de ellas son muy interesantes a su manera. Son bastante diferentes a lo que estamos acostumbrados, y ofrecen tres estilos visuales que nada tienen que ver los unos con los otros.

El primero es… raro. Por momentos, nos recuerda a los grandes clásicos de los años ochenta y noventa. Tiene un toque retro y respira nostalgia. Emplea trazos finos y juega muchísimo con las sombras para ganar fuerza expresiva. Es extraño y peculiar. Muy único. ¿Me gusta? No lo sé. Es incómodo, pero tiene cierto morbo. Trasmite mucho, logrando arrancarnos más de una mueca de curiosidad y desagrado. Todo al mismo tiempo. Es impuro y siniestro, pero muy colorido.

El segundo es mucho más contemporáneo. El trazo es muy limpio, los colores son muy puros y el arte está construido sobre una base algo meliflua de realismo desmedido. Es muy dinámico y enfatiza mucho la expresividad facial y corporal de los personajes. Los colores son más oscuros, pero se siente menos siniestro que el primero. Es más ameno a simple vista. También es más fácil de seguir. Los lectores modernos estamos más acostumbrados a este tipo de dibujos. Los ojos tienen muchísima fuerza y los personajes están más vivos.

El tercer y último estilo es el más peculiar de los tres. Soy incapaz de ubicarlo de alguna manera, pues mezcla dibujos sucios (llenos de líneas y puntos negros que tienen el objetivo de enfatizar la fuerza del momento) con otros trazos mucho más limpios. La tercera historieta se construye sobre los contrastes entre los personajes principales y los secundarios. Hay escenas muy limpias, otras muy sucias y otras que mezclan ambas Colorido y extravagante, pero con mucho dinamismo. Interesante, pero complicado.

Tres historias para lectores con experiencia

Sobre el argumento, es complicado hablaros con propiedad de cualquiera de estas tres historietas sin desvelaros el contenido principal. A fin de cuentas, hablamos de tres relatos cortos escritos por tres autores diferentes. El primero le pertenece a James Robinson, quien nos ofrece una peculiar introspección del Arlequín del Odio a través de una premisa ciertamente confusa. Es complicado seguir la lectura y entender qué está pasando sin un bagaje previo. No es demasiado apta para quiénes digan ser novicios del personaje.

La segunda es mucho más sencilla y directa, ofrece más acción y se centra más en la contienda entre Joker y Batman, así como de su extraña relación. Esta es mucho más recomendable para cualquier tipo de lector novato, pues se entiende mucho mejor de manera independiente, pero no tiene tanto impacto como la primera. Es entretenida, todo sea dicho, pero no innova demasiado.

La tercera también es relativamente confusa, siendo otra suerte de análisis psicológico del personaje. Es bastante psicótica, mas no por ello deja de ser menos interesante. Una vez más, entiendo que está diseñada para lectores con cierta experiencia en la materia. En caso contrario, cuesta seguirle el paso. Pese a ello, tiene su punto gracias al juego de contrastes, las escenas de pseudo-humor y la locura de su protagonista.

Conclusiones

Joker: Pequeñas Locuras es un tebeo bastante complejo. Siendo sincero, me ha costado bastante encuadrar mis impresiones en un texto corto. A fin de cuentas, hablamos de una antología corta de tres historias independientes las unas de las otras, pero con un mismo objetivo: representar la dualidad del personaje mientras exploramos su psicología.

Todas y cada una de ellas funcionan bastante bien, pero no creo que sea una lectura especialmente atractiva para lectores menos avezados. Tiene líneas narrativas complejas y exige un conocimiento previo relativamente alto. Es fácil perderse en algunos de sus relatos. Considero que es un buen material de coleccionismo. Está especialmente diseñado para los fans del Joker, destacando como lectura complementaria para aquellos que tienen experiencia en el desarrollo del personaje y su historia.