El pasado 1 de marzo llegó a nuestras pantallas Feedback, la ópera prima de Pedro C. Alonso. En esta entrada os contamos qué nos ha parecido.
Sinopsis
Jarvis Dolan (Eddie Marsan) es una estrella de la radio que conduce un sarcástico y exitoso programa que se emite todas las noches. Un día, dos individuos enmascarados entran por la fuerza en la emisora: si Jarvis y su equipo no siguen sus instrucciones, los matarán a todos. La indicación más importante es que la emisión del programa continúe de modo que los oyentes no sospechen qué está pasando. Lo que comenzó como un día normal en el trabajo se convertirá para Jarvis en su peor pesadilla.
Tensión en las ondas
Asumidlo ya, si es que no lo habéis hecho aún, vivimos en un momento en que los acontecimientos pierden importancia en favor de lo que se dice de ellos. Los hechos, como si debieran someterse siempre al prisma de quien los observa, palidecen al lado de lo que el relato cuenta de ellos. Es lo que se conoce como posverdad y, sí amigos míos, está matando el periodismo.
Me gusta analizar los debuts de los directores como algo singular, alejado de la opinión que puedo tener sobre un trabajo concreto. Porque firmar un largo por primera vez no sólo es una enorme prueba, sino también una carta de bienvenida que puede asegurar el porvenir del cineasta en el tiempo venidero. Así, Pedro C. Alonso se estrena con un thriller que cuenta con guión de Alberto Marini y que viene apadrinado por Jaume Collet-Serra.
Alonso construye un pequeño escenario (un estudio de grabación) en el que presentar a sus personajes y enfrentarlos entre sí. Una propuesta que sorprende por la capacidad de generar tanto con tan poco. Y es que, sin movernos del sitio, Alonso es capaz de crear una atmósfera densa y plomiza que genera tensión y conduce al espectador hacia recovecos insospechados, guardándose pequeños giros argumentales para confeccionar una cinta en que no todo es lo que parece.
Feedback; de más a menos
Sin embargo, Feedback (Pedro C. Alonso, 2019) acaba sucumbiendo ante su falta de ambición. Porque el contexto daba para mucho más, recurriendo a términos como el brexit, el papel de las redes sociales en el entorno actual, el rol de la mujer o el citado concepto de la posverdad. Un argumentario por el que se pasa de puntillas y que queda como una anécdota en un relato que acaba aspirando a menos.
Porque ciertamente, el primer tramo de Feedback es lo mejor de su propuesta. Ese planteamiento de la situación inicial, con un inspirado diseño de producción, que insufla tensión al conjunto durante los primeros compases. El problema es que esa marcada vertiente thriller acaba viéndose eclipsada por ciertos agujeros argumentales que lastran el resultado final.
Aún con todo, Alonso consigue salvar los muebles con un conductor de función impecable: Eddie Marsan. El actor al que ya viéramos en la televisiva Ray Donovan, se muestra realmente versátil y dispuesto a desarrollar un personaje que, si bien no cuenta con un background definido, sí consigue ofrecer cierta sensación de profundidad. Menos acertados están Paul Anderson o Richard Brake, bastante desdibujados y con la violencia, que Alonso no se corta en mostrar, como principal rama de actuación. Cierra el cast una Ivana Baquero -a quién puede que recordéis de El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006)- que, aunque enérgica, no termina de encontrar su sitio.
Veredicto
Debutar en el mundo del cine no es una tarea sencilla, algo que Feedback vuelve a demostrar. Con más corrección que acierto, la ópera prima de Pedro C. Alonso se perfila como un thriller de manual que cuenta con buenas ideas pero que se queda a medio camino entre lo que es y lo que podría haber sido.
