Desde hace tiempo, hay un juego que ha logrado conquistar la atención de miles y miles de jugadores: Coin Master. Seguramente muchos lo conoceréis, y hasta os volveréis locos en más de una ocasión intentando conseguir tiradas gratis en Coin Master, debido a sus muy diversas virtudes y su sistema de progresión. Y es que, de una manera u otra, hablamos de uno de sus esos títulos que te atrapan casi sin que te des cuenta.
No es solo un juego móvil cualquiera; tiene esa fórmula extraña que te hace querer siempre un poquito más. Cuando te das cuenta, esa tirada adicional han sido diez, y has pasado media tarde disfrutando de sus características. Muchos hemos disfrutado de su singular premisa casi desde el primer momento pese a su aparente simplicidad. A simple vista, parece algo muy simple: construir aldeas con monedas que se consiguen girando una máquina tragamonedas. Pero claro, no es tan sencillo como parece.
Lo que más me sorprendió de Coin Master es lo adictivo que resulta ese maldito giro, y lo digo en el buen sentido. Cada vez que la ruedita se detiene, no sabes si vas a ganar monedas, un ataque, una incursión o un escudo. Por supuesto, esto recuerda mucho a la dinámica de los casinos, siendo este un sistema que no gusta a muchos. Para otros, es su principal virtud, siendo este un tema de carácter bastante subjetivo. Es algo muy personal que va con los gustos de cada uno. Normalmente, no obstante, es esa incertidumbre lo hace tan emocionante para muchos.
Coin Master y las tiradas gratis
Es por esto mismo que a veces todos nos preguntamos cómo conseguir tiradas gratis en Coin Master, como en el ejemplo que os hemos dado. Y es que hay procesos complicados, como cuando te toca atacar la aldea de otro jugador. Es ahí cuando la cosa se pone interesante de verdad, pues he encontrado cierto placer culpable en destruir lo que los demás han fabricado para enriquecerme yo mismo en el proceso. Por supuesto, cuando te la devuelven, es bastante doloroso, pero he ahí gran parte de la gracia. Todo es parte del juego, pero esas pequeñas venganzas entre amigos y jugadores lo hacen mucho más picante.
Lo mejor es que no se trata solo de girar y esperar ganar monedas. El juego tiene ese toque de progreso constante que siempre te mantiene ocupado. Construyes una aldea y, cuando la terminas, te envían a la siguiente. Y claro, cada una es más cara que la anterior, pero ese reto es lo que lo hace entretenido. Aparte, las aldeas son súper coloridas y están llenas de detalles, así que siempre es un placer visual ir avanzando de una a otra. Robas a tus amigos, ellos te atacan, y todo se convierte en una competencia divertida. A veces, eso sí, es cierto que puede ser algo tóxica, así que hay que tener cuidado.
Por otro lado, y casi para terminar, podemos hablar de las famosas cartas que vas coleccionando. Algunas son rarísimas y cuando por fin consigues completar una colección, sientes esa pequeña victoria personal. Los eventos y torneos también le añaden sabor al juego. Hay días en los que te encuentras compitiendo contra jugadores de todo el mundo para ver quién gana más monedas o quién hace más ataques. Y lo mejor es que siempre hay algo nuevo. No te aburres porque, cada tanto, lanzan eventos especiales con recompensas únicas que hacen que valga la pena seguir jugando.
