¡Hola gente! A finales de marzo se lanzaba uno de los indies más esperados de mi lista de deseos particular. Así pues, hoy os traemos el nuevo juego de Free Lives y editado y distribuido por Devolver Digita. En efecto, hoy os queremos ofrecer nuestro análisis de Terra Nil, un juego tranquilo y sencillo, pero con un mensaje muy potente y actual que invita a la reflexión medioambiental.
Para los que estéis interesados, podéis haceros con él en Steam a un precio total de 24,99 €. Una apuesta divertida que da un cambio de aires a los tradicionales juegos de construcción, precisamente, fomentando lo contrario. Si normalmente se destruye el entorno en pro del progreso de la ciudad, ahora toca recuperarlo como consecuencia.
¿Cómo sería un juego de construcción a la inversa? Eso es lo que nos propone el equipo de desarrollo Free Lives con su genial Terra Nil. Os lo contamos.
Análisis de Terra Nil | La premisa es perfecta
Como comentaba anteriormente, es un juego cuya premisa es sumamente interesante. Tradicionalmente, los videojuegos de construcción han seguido una lógica capitalista en sus programas de jugabilidad. Esto es, para progresar y ganar más dinero, la ciudad debe crecer sin límites y a costa del medio natural donde se ubica y explotando sus recursos. Básicamente como se hace en la realidad.
No obstante, Terra Nil nos propone justo lo contrario. Un planeta destruido por ese tipo de construcción sin parangón ha ocasionado la catástrofe medioambiental. Nuestro objetivo es recuperar los páramos naturales y reinsertar a las especies animales en sus hábitats correctos. Para ello usaremos edificios reciclables y elementos no contaminantes para que, una vez recuperemos el páramo natural, no dejar nada contaminante.
Un juego supersencillo en jugabilidad y que, al mismo tiempo, invita a una reflexión tan grande y necesaria. Ya no solo del modelo productivo, también de cómo concebimos los propios videojuegos del género de construcción.
Una jugabilidad perfecta
Siguiendo con la «contra propuesta» que nos ofrece Terra Nil, a diferencia de los otros juegos de construcción, la jugabilidad es sencilla y el gameplay busca ser lo más tranquilo posible. Normalmente, este género nos lleva al agobio más extremo cuando las cadenas de producción y gestión son muy grandes y avanzadas. Aquí no. Sigue los pasos y completa las 3 fases de desarrollo para recuperar el páramo en el tiempo que necesites.
A través de un manual que hace de códice, podremos ver los objetivos, fauna, tipología de edificios y característica de todo para estar informados. Más allá de eso, todos los mapas son generados por la programación procedimental, así que no habrá dos iguales nunca. De esta manera, siempre habrá un componente innovador a la hora de formar las tres fases:
- Fase 1: recuperación de biomas naturales pertenecientes al área climática. Hay cuatro zonas de intervención: área tropical, continental, polar e isleña.
- Fase 2: recuperación de los paisajes típicos de cada zona. Además, para conseguirlo habrá que manipular el clima hasta conseguir el equilibrio perfecto que permita crecer la naturaleza propia del lugar.
- Fase 3: reciclaje e incorporación de la fauna local. Para ello habrá que atender a las características de cada animal y ubicarles en su zona correspondiente. Tras ello, usando a nuestro dron, recuperar las estructuras empleadas y dejar todo reciclado.
A medida que vayamos avanzando, desbloqueamos diferentes regiones del planeta para recuperar. Cada una con sus particularidades y sin haber ningún mapa igual. Asegurando las horas de juego y la innovación estratégica. Ah, y ojo con despilfarrar. No hay dinero, son hojas verdes, para ganarlas tendremos que asegurarnos de conseguir el mayor beneficio ecológico con la menor cantidad de edificios. La clave: ser eficientes, producir lo justo y reciclar.
Conclusiones
Terra Nil nos ofrece un refugio donde poder disfrutar y apreciar un paisaje natural recuperado por nosotros mismos. Los entornos pintados a mano, la música relajante y los ambientes sonoros evocadores convierten Terra Nil en una experiencia apacible y relajante. De hecho, el apartado gráfico es una delicia y es hipnótico el ver a los animales vivir en el hábitat.
Es novedoso por el planteamiento, es innovador por su puesta en escena y es divertido. Todo el mundo que le apetezca introducirse en el género o de disfrutar un indie casual, debería tenerlo en cuenta. De ahí que mi nota global sea…
- La jugabilidad y planteamiento que ofrece.
- La generación por procedimientos de los mapas.
- El apartado gráfico.
- Solo hay cuatro áreas de actuación.
- La música es muy relajante, pero en ocasiones se confunde con el sonido ambiental.