Super Mario Party Jamboree lleva disponible en el mercado desde el pasado jueves 17 de octubre, y por fin tenemos listo nuestro análisis. Lo primero de todo, tenemos que asegurar que ha sido un fin de semana de puro vicio, y es que no es para menos. Estamos muy seguros de que estamos ante el mejor party game de Nintendo hasta la fecha, y, por tanto, el mejor Mario Party de todos.
Y es que aunque otros juegos de la saga, ya incluían características centradas en el online, nunca habían sido llevabas a cabo de una manera tan magistral. Además, consigue todo esto sin sacrificar los modos de juego locales, por lo que nuestras reuniones de amigos, seguirán estando aseguradas.
De igual modo, estamos ante un título que permite jugar empleando la tecnología de los joy-con o de un modo tradicional, para que, esta vez, prime la variedad y el gusto del jugador. Todo esto y mucho más, en el que estamos seguros que será uno de los juegos de estas Navidades, o incluso mucho antes, en Haloween.
Análisis de Super Mario Party Jamboree: volvemos a la isla de los minijuegos, vuelven los tableros
Sin mayor premisa argumental que la de entrar a disfrutar, ya sea solos o en compañía, estamos de vuelta en la isla de los minijuegos. Desde aquí, podremos disfrutar la que sin duda es la aventura más grande de Mario Party, con un gran número de modos de juego posibles.
Empezando por los más clásicos, no faltan los tableros de juego, lo que dicho de otra manera es, el Mario Party de toda la vida. Estamos ante la entrega que más de estos tableros incluye: cinco nuevos y dos adicionales de otras entregas que conforman un total de siete tableros.
Estas, están ordenadas por dificultad, pero lo más justo, sería afirmar que están ordenadas por lo enrevesados que son. Lógicamente, los más simples, nos proponen partidas más cortas, amenas y con menos gasto de masa gris por parte de la gente que solo quiere echarse unas risas entre amigos. Para los grupos más picajosos y estrategas, hay tableros más complicados, donde como siempre, el objetivo es terminar la partida con más estrellas que ningún otro jugador.
Ya sea en modo local con amigos, en internet o contra la CPU, cada tablero cuenta con su propia ambientación. El castillo arcoíris, la isla Goomba o incluso algunos más terroríficos, todos cambian en cuanto dimensiones del tablero e incluso los NPC que veremos en ellos.
A esto vamos a sumarle otras peculiaridades como objetos únicos, el poder cambiar de dados y otros grandes ingenios de Nintendo que derrochan creatividad. En definitiva, un sin fin de posibilidades que se traduce en que no habrá dos partidas iguales gracias a su enorme variedad.
El modo tablero cuenta con novedades y ajustes más que necesarios y disfrutables
Como nota adicional, queremos añadir que sea el modo de juego que sea, nunca debemos dar por ganada una partida. Y es que el juego tiene la gracieta de dar recompensas más grandes (ya sean puntos o estrellas) cuando más avanzada está la partida. Esto provoca no solo que la partida pueda recuperarse e igualarse, sino que además, viviremos los últimos momentos de la partida con más emoción y nervios si cabe.
Aún queda otra novedad, como los Compas Jamboree, unos minijuegos que aparecerán en los tableros y que son más largos de lo habitual y que son una gran representación para otros títulos de la saga como Mario Kart, Luigi’s Mansion e incluso Donkey Kong. El ganador, se llevará a un compañero adicional con capacidad de darnos ventaja durante tres turnos.
Además, las partidas ahora son más personalizables que nunca, permitiéndonos ajustar la duración y dificultad, ajustándose a lo que buscamos. Como novedad en este aspecto, ahora contamos con Reglas Competitivas, que nos permite, entre otras, desactivar basadas en la suerte o marcar donde aparecerá la estrella para que la partida sea más justa y menos cosa de azar.
Minijuegos, modos rítmicos y un original online para hasta 20 jugadores son la guinda del pastel
Sin embargo, el tablero no consigue eclipsar a los demás modos de juego, y todos ellos cuentan con características únicas que los hacen brillar por si mismo. Ni más divertidos, ni menos, simplemente diferentes, lo que lo convierte en un título tan divertido como variado.
Hasta 112 minijuegos un nuevo récord para la saga, que además cuenta con una variedad temática enorme. Azar, habilidad, competitividad, cooperación… un gran número de posibilidades que solo se ve lastrado por un único pero. Y es que no todos se pueden disfrutar en un modo de juego concreto que no sea el de Minijuegos. Por ejemplo, la variedad de minijuegos en el modo tablero es más limitada por especificaciones de la propia partida, por lo que no tardaremos en ver pruebas repetidas.
Sin embargo, es una de las entregas más variadas en este sentido, y se nota en lo que ofrece cada minijuego, partidas divertidas, desenfadadas, que no requieren realmente saber jugar a videojuegos, y que lleva el pique con nuestros amigos a un nuevo nivel.
Bowser el verdadero protagonista del juego
Ahora contamos también con el modo Bowseratlón, donde competiremos contra veinte jugadores en una verdadera carera. Se trata de un circuito de 150 casillas, donde avanzaremos por cada una de ellas al conseguir una moneda. Cada prueba tiene una duración aproximada de 30 segundos, y en cada una, podemos conseguir hasta más de 120 monedas, por lo que pagar darle varias vueltas al escenario, no hace falta alargar demasiado la partida.
Eso sí, cada tres rondas aparecerá el Bowser de pega, que tendrá la capacidad de hacernos retroceder si no superamos su prueba de resistencia. Además, en todo momento podemos ver el estado actual del tablero, y cual es es nuestra posición respecto a nuestros rivales, lo que es capaz de aumentar el pique. Por sacarle una pega, la interacción con el resto de jugadores es casi nula, quitando que en determinados momentos, podremos mandarle alguna trampa. Por lo demás, nuestras partidas no interaccionan en absoluto, por lo que, aunque muy divertido, se acaba notando algo solitario.
Sin embargo, para esto mismo tenemos el modo Brigada Anti-Bowser, donde formaremos grupos de ocho jugadores. El objetivo es derrotar al villano a través de tres mapas tridimensionales que podremos rotar. Aquí la colaboración es absolutamente necesaria, en especial en dificultades más altas. El nivel de reto es abundante y es muy divertido, una inclusión que esperamos que se mantenga en la saga.
Incentivos hasta para jugar en solitario
Hay algunos modos de juego muy dinámicos, pero menos influyentes dado el poco pique que dan, o simplemente, porque se vuelven olvidables más rápido. Hablamos de los minijuegos rítmicos, que una vez más están separados del resto. Hablamos de la Cocina Rítmica y la Fábrica de Toad, que además están pensados para jugarse con joy-cons.
Son modos de juego con menos fuelle, pero que sirven para dar variedad y dinamismo, igualmente muy divertidos cuando jugamos con grupos de amigos. Aunque verdaderamente no han sabido captar nuestra atención como el modo Paseos Serviciales.
Se trata de un curioso modo de juego sigle player, (porque si, también se puede disfrutar en solitario). Donde tendremos que cumplir misiones en un tablero enorme a base de jugar a minijuegos.
Además, nos ofrecerán grandes recompensas que podremos usar como cosméticos para decorar nuestra Plaza. Obtendremos gestos, tarjetas de perfil que podremos mostrar en línea, música. En definitiva, pequeños incentivos pero que todo buen completista sabrá apreciar.
Análisis de Super Mario Party Jamboree: conclusiones finales
No estamos únicamente ante una entrega más perfectamente animada y coloreada de esta saga de party games. Es la más completa, original y abundante de una franquicia que tiene más de 20 años, donde no se obvia que también es divertidísimo.
Un juego completo e imprescindible en las próximas fiestas que podemos disfrutar de muchas maneras ya sea en compañía, en solitario o en línea. A excepción de la entrega anterior, todo lo que encontramos en el es nuevo y estimulante, con muchos modos de juego para mantenernos siempre frescos.
Además, cuenta con grandes incorporaciones que esperamos que se mantengan en futuras entregas para la saga, como los modos online para más de 8 jugadores y los nuevos ajustes, para partidas más igualadas y desafiantes.
Os recordamos, que Super Mario Party Jamboree ya está disponible para Nintendo Switch en exclusiva. Se puede adquirir tanto en formato físico como en digital.
- Visualmente muy original y estimulante, como cabría esperar.
- Muchos modos de juego y minijuegos juguemos como juguemos.
- Ajustes en los modos competitivos necesarios.
- Algunos modos de juego se sienten menos mimados que otros.
- Los minijuegos por control de movimiento es algo defraudante.