En nuestro análisis de Street Fighter 6 hemos descubierto que el nuevo ‘Strifa‘ es más SF que nunca. Y sí, es un concepto muy redundante, pero pensamos que es una manera muy acertada de definir este nuevo fighting game de Capcom. Desarrollado con mucho cariño, prestando mucha atención a los detalles, no solo ha sabido conservar la esencia de los clásicos, sino que ha tomado todo lo bueno de la entrega anterior para hacerlo todavía mejor.
Es por esto mismo que nuestras primeras impresiones son poco más que un recordatorio al arco de redención que la desarrolladora lleva desarrollando desde hace años. Ya no es solo cosa de Resident Evil o Monster Hunter. La editora ha ido más allá y este Street Fighter 6 es la prueba más reciente de ello. Mediante un proceso de aprendizaje constante con el feedback de la comunidad muy presente, han ido más allá. Es por esto mismo que —quizá, pues tal vez es demasiado pronto para hablar— podríamos estar ante el mejor juego de la franquicia.
Conservando nuestro eterno respeto y cariño por los primeros títulos de la saga, nunca nos habíamos divertido tanto con un Street Fighter. Y eso que la quinta entrega también era buena, pero en esta última hemos sentido que han logrado limar su fórmula hasta encontrar un equilibrio casi perfecto. Por supuesto, todo esto lo expresamos desde la perspectiva de jugadores más casual.
Desde hace años, hemos disfrutado muchísimo de los juegos de peleas, pero, como es lógico, no hemos alcanzado a comprender el juego de la misma forma que podría hacerlo VegaPatch, eterno jugador profesional español, Sharin, uno de los nombres más relevantes de la FG en España, o Shanks, uno de los jugadores más famosos del país.
Análisis de Street Fighter 6: un ejemplo de cómo hacer las cosas bien pensando en la comunidad
Su perspectiva es otra, aunque la suerte ha querido que hasta ellos —o al menos así lo hemos creído ver en sus redes— están disfrutando de la experiencia. Eso nos ha hecho tener todavía más expectativas para con lo nuevo de Capcom, pues hasta los pros lo están disfrutando durante sus primeras horas de vida. Esto nos ilusiona especialmente, ya que parece que el ecosistema competitivo tendrá bastante salud.
Algo especialmente notable no solo para los pros, sino también para quienes buscamos disfrutar de un título de peleas que se mantenga con vida. ¿Y esto como es posible? Pues, entre otras cosas, por movimientos como el de crear una web en la que se puede encontrar toda la información necesaria sobre el juego. En ella, entre otras cosas, se nos dará información sobre el mantenimiento del juego, nuestro perfil, desafíos, etc. Y es una locura, la verdad.
Nos encantan estas cosas y es una forma espléndida de ayudar a que el juego se mantenga con vida. Por lo tanto, y aunque no es habitual, el primer aspecto positivo del juego nace, curiosamente, desde fuera, puesto que no es una función que forme parte de él de manera inherente. Es un agregado que valoramos y que esperamos que mantengan con vida durante mucho tiempo.
El gameplay gana ritmo y el juego se siente mejor que nunca
Dicho esto, ahora sí, podemos empezar hablando —por supuesto— del aspecto más importante de todos: la jugabilidad. Ahora bien, lo cierto es que lo que nos podemos esperar es un poco ‘lo mismo de siempre’. Es decir, un juego en donde dos usuarios se enfrentan el uno frente al otro en combates al mejor de tres con metodología 1 vs. 1 Respecto a la anterior entrega, podemos decir que uno de los cambios más notables es la accesibilidad.
A diferencia de SFV, este Street Fighter 6 se siente mucho más accesible. Al incluir tres modos de control, los usuarios menos avezados tienen la posibilidad de sumergirse en la violencia de las calles de manera más efectiva que nunca. El primero vendría siendo el control clásico de toda la vida, con tres botones para patada y tres para puñetazos. El segundo es uno que lo simplifica tres botones de ataque y uno para especiales.
El tercero y último, especialmente llamativo para jugadores muy novatos, es el llamado control dinámico. En este, una IA ejecutará diversos golpes asignados con solo pulsar un botón, por lo que facilitará mucho el ejecutar grandes ataques. ¿Y no es injusto? No, porque si se usa el clásico, por ejemplo, se puede optimizar muchísimo más. Da más opciones. Esta es, sin duda, una de sus mayores virtudes, pero también se ha logrado esto a través de un gameplay más dinámico que nunca.
Y aunque pueda parecer contradictorio, al ser más dinámico, creemos que es más sencillo adaptarse a la fórmula jugable. Aparte, se ha incluido una novedad: el Drive. Junto con los ya habituales sistemas de EX (ataques especiales) o la propia barra de salud, tendremos un nuevo recurso llamado Drive. Mediante este podremos hacer un par de cosas muy interesantes.
Laa Barra del Drive ofrece el cambio más importante respecto a SFV
Por un lado, defender. Además de detener cualquier ataque manteniendo pulsado los comandos correspondientes, podremos ejecutar algo así como un parry. Si nos defendemos con normalidad, consumiremos la barra de Drive, mientras que si lo hacemos en el momento clave, la recuperaremos antes. Así pues, se crea un sistema de riesgo-recompensa muy interesante que es capaz de premiar a los más hábiles y de hacer que los no tan versados tengan más opciones seguras.
La otra opción que tenemos son los llamados Drive Impact, unos ataques muy potentes que pueden empujar a nuestros enemigos e, inclusive, dejarlos noqueados durante unos breves instantes. Bien usados son un arma colosal, pero también nos pueden dejar en mala situación si no los aprovechamos más. Y hay más. También dispondremos de otras dos dinámicas llamadas Drive Rush y Drive Reversal.
Mediante la primera, después de un parry o un ataque, podemos ejecutar una suerte de carga hacia delante, mientras que el segundo es una forma de salir del bloqueo repeliendo a nuestro enemigo aa cambio de sufrir algo de daño. Es un sistema para salir de una situación de bloqueo permanente. Todo esto lo podremos combinar con los clásicos ataques especiales EX (aquí se llaman Overdrive), los Critical Arts y los Super Arts. Todos son movimientos especiales.
Modos de juego, tienda…
Con esto, sin duda, ya hemos abordado la cuestión principal: el gameplay. Y lo cierto es que no solo nos ha encantado, sino que además nos ha parecido realmente bueno. Nos ha sorprendido de manera extremadamente positiva y es una de sus grandes bazas. Por lo demás, podemos decir —no queremos entreteneros mucho más— que Capcom ha sabido separar bien los modos de juego.
Nada más iniciar, se nos mostrarán tres opciones diferentes, diferenciando entre el modo historia, la sala online y algo así como una alternativa con desafíos y arcades. Al diferenciarlo todo tan claramente, es muy fácil explorar sus muy diversas opciones, por lo que la interfaz no solo es intuitiva, sino que es muy cómoda y muy práctica. Nos ha gustado mucho, la verdad.
También nos ha gustado que han sabido crear un sistema de monetización a largo plazo no intrusivo en el que se pueden adquirir cosméticos exclusivos mediante dinero real, pero también jugando. Así pues, podremos personalizar a nuestros personajes de diferentes maneras, lo cual siempre es interesante teniendo en cuenta que el plantel inicial es de solo 18 luchadores.
Todo esto nos ha dado mucho de lo que hablar y disfrutar durante la experiencia, aunque es cierto que el modo campaña (llamado World Tour) tiene que mejorar. Muy interesante por su sistema de exploración con misiones principales y secundarias, no presenta una narrativa demasiado interesante y a veces tiene un ritmo demasiado errático. P.D. El creador de personajes con el que diseñaremos a nuestro luchador es una locura, en el buen sentido.
Análisis de Street Fighter 6 | Conclusiones
En lo que respecta al apartado gráfico, Street Fighter 6 es un título bastante llamativo. Ha mantenido la línea estética de la quinta entrega, pero limando no pocas asperezas y dando un pequeño salto generacional. En general, la dirección artística es mejor y la visual de los golpes es muy precisa. El impacto está muy conseguido y las diferencias entre personajes y cuerpos tiene mucho sentido. Funciona muy bien y, además, viene con sistemas tan necesarios como el rollback.
De hecho, el online también funciona muy bien y el juego nos ofrecerá información sobre la calidad de la conexión del rival. Por desgracia, jugar con WiFi parece ser una constante de la que no nos vamos a librar, pero eso es cosa de la comunidad, no del juego. Cuando las circunstancias se dan, Street Fighter 6 va como un auténtico tiro y eso es lo que nos importa.
En lo que respecta a la música, SF6 nos ha dejado una buena selección musical y un buen apartado sonoro en donde los efectos de sonido —válgase la redundancia— están muy conseguidos. En general, pues, podemos decir que Capcom ha vuelto a dar en el clavo con un gran juego. Sin duda, es uno de los mejores fighting game que hemos probado en mucho tiempo y lo tiene todo para mantener en lo más alto a la saga.
- La jugabilidad tiene más ritmo y es más accesible que nunca.
- El apartado audiovisual cumple con buena nota.
- La conectividad es de gran nivel.
- Hay diversos modos de juego muy entretenidos.
- El contenido es adecuado.
- 18 luchadores nos parecen pocos para empezar.
- El modo historia a veces es algo errático.