Desde las primeras imágenes y el primer tráiler de Selfloss hubo algo que reconozco que me llamó la atención. Entiendo que fue su estilo visual, pero ahora que lo he podido jugar, os quiero contar más razones por las que creo que el juego de Goodwin Games merece la pena. Disponible desde el pasado 5 de septiembre en PC y desde el dia 12 en consolas, mi experiencia con el juego ha sido un gran viaje, en todos los sentidos, incluso sentimentalmente. Por ello, acompañadme en este viaje de luto y duelo y os cuento mi análisis de Selfloss a continuación.
Análisis de Selfloss: una historia sobre pérdidas y recuerdos
A nivel de historia, Selfloss se sitúa en las tierras de Islandia y se nutre de los mitos eslavos populares por aquellos lares. En este mundo de fantasía, seremos Kazim. A la vez que revivimos nuestro pasado y nuestra tragedia, ayudaremos en nuestro camino a la redención a otros seres que habitan este precioso mundo a su propia redención. Las leyendas eslavas creen en el ritual del “Selfloss”, por el que para dejar el duelo y la pérdida atrás, necesitamos un objeto que esté ligado al difunto ser querido.
Y como dice, hasta aquí puedo contar. Realmente es tarea nuestra el descubrir todo lo demás y meternos de lleno en un mundo muy rico y que me ha resultado muy atrayente. Eso sí, para comprenderlo del todo será muy necesario recoger varios objetos coleccionables que nos ampliarán el lore y nos adentrarán más en su mundo.
¿Y en lo jugable que nos propone? Pues bien, estamos ante un juego con reminiscencias de Limbo e Inside en el que manejaremos aun anciano personaje. A lo largo de su mundo deberemos explorar para resolver puzles utilizando un bastón mágico que se nos entrega al principio de la aventura. Dicho bastón tendrá la posibilidad de iluminar y ello nos ayudará a interactuar con el escenario para poder desbloquear ese obstáculo que nos impide avanzar.
Jugabilidad Limbo-like
Los puzles serán variados e ingeniosos. En los primeros de ellos se nos ayudará con una breve ayuda en la pantalla para explicarnos las funciones del bastón, pero poco a poco y a medida que el juego avanza, el juego nos suelta de la mano y será tarea nuestra. Si bien con alguno de ellos hay que darle algo más de vueltas a la cabeza, la mayoría no serán muy complicados y no harán que te atasques. No así su exploración, que será algo más confusa por la ausencia de mapa, aunque no son escenarios tan enormes como para que un pequeño desvío erróneo te implique mucho backtracking.
Pero el uso del bastón no se limita a arrojar luz para resolver puzles. En los primeros compases del juego, en contra de lo que parecía, veremos que también hay enemigos que liquidar para poder avanzar. Y será aquí donde el bastón os ayude en esta labor. Como si de Alan Wake se tratara, deberemos iluminarlos y después golpearlos para derribarlos. Aunque también habrá fuentes de luz que nos ayudarán en esta tarea. También dicho báculo nos ayudará en el desbloqueo de objetos que nos impidan avanzar, destruyendo nidos de miasma que bloquean nuestro paso.
El juego es una delicia en lo que a su exploración se refiere y al mundo y puzles que nos propone. Eso sí, donde creo que es algo mejorable es en dos aspectos. Uno de ellos es el combate, puesto que al ser un personaje con un movimiento algo lento y el hecho de contar con nuestro bastón, nos obliga a acercarnos “demasiado” para poder atacarlos, dejándonos así demasiado expuestos a sus ataques, que serán casi letales (contaremos con hierbas que pueden sanarnos).
También deberemos luchar
Me gusta la idea del bastón como única arma. No obstante, en las fases finales del juego y cuando se acumulan los enemigos, ha sido algo complejo la gestión de esta “arma” teniendo en cuenta que su luz “se agota” y que debemos de rellenarla con objetos que previamente hay que destruir en el escenario. El otro aspecto mejorable tiene que ver con la cámara del juego. Si bien en los combates funciona bien, donde he tenido más problemas ha sido en la exploración.
En ocasiones no seguía nuestro movimiento a la misma velocidad y había cierta asincronía. En otras, el personaje puede colarse en algún punto ciego en el que dejamos de verlo y debemos “maniobrar” para poder recuperar la posición y verlo en pantalla. Con estos dos aspectos no quiero empañar lo que me parece un gran juego y que poco tiene que envidiar a obras como Limbo o Inside. Simplemente, son dos aspectos que flaquean para ser un juego casi perfecto (¿existe el juego perfecto?).
Donde si que me tengo que levantar de la silla y simplemente aplaudir es en la creación de su mundo y de sus niveles. En el aspecto audiovisual el juego es una delicia. Empezando por su orquestación y sus efectos sonoros, que ayudan y mucho a la inmersión, así como por los distintos personajes que nos iremos encontrando, todos ellos con reminiscencias del mundo marino y que estarán íntimamente ligados a la historia que se nos cuenta.
La paleta de colores utilizada nos lleva de lleno al mundo de Islandia y alrededores. Conjugan perfectamente con el tono del juego, de pérdida y desolación. A lo largo de las 8 horas que te puede durar el juego (dependiendo como siempre de cuanto explores para conseguir los distintos pergaminos opcionales), te sentirás de lleno en su mundo de la misma manera que pueden hacerlo los juegos de Playdead.
Análisis Selfloss: Conclusiones
En cuanto al rendimiento técnico, el juego no pide muchos requisitos en PC (versión jugada). Tanto es así que lo hemos podido completar íntegramente en Steam Deck. Aunque el juego no cuente con etiqueta oficial aún en la página de la tienda de Steam, os puedo decir que es perfectamente compatible sin necesidad de hacer ningún ajuste. Eso sí, en cuanto a la tasa de frames, haceos a la idea que rondaremos los 30FPS. En zonas con menos carga gráfica podremos llegar incluso a los 45 FPS, pero también tendremos alguna caída que no llegará a hacerlo injugable. Además, limitar el TDP por ejemplo a 8 no comportaba grandes diferencias
A modo de conclusión, debo recomendar este juego a todos aquellos que disfrutaron en su día con Limbo e Inside. Sin duda, nos encontramos ante otra de esas joyas indies que nos sabría muy mal que pasaran desapercibidas. Aun pudiendo mejorar algo el combate y la gestión de la cámara, Selfloss es un título muy competente que aúna puzles y exploración con algo de combate. Todo ello ambientado en un precioso mundo y con un estilo visual con personalidad propia.
- Los puzles están muy bien integrados en la exploración del escenario y tiene la dificultad adecuada
- Su precioso estilo audiovisual
- Problemas evidentes con la cámara mientras exploramos
- El combate podría ser algo más dinámico