REYNATIS ya está en el mercado, la última obra de FuRyu está disponible en occidente y como tal, os acercamos nuestro análisis de esta visita por la Shibuya más nocturna. Si bien es cierto, tenemos que ser conscientes de un hecho importante, y es que no estamos ante una obra que debamos considerar nunca un triple A, pero sí un posible juego de culto. Estamos ante una obra que toma prestado varios elementos del mundo de los JRPG para dar un sentido único.
Cuenta con inspiraciones del universo Square, donde quizás destaque Final Fantasy XIII Versus y en especial, The World End With You. Eso sí, aunque la premisa es prometedora, no todo lo que reluce es oro, y comete varios errores propios de una producción de bajo coste, y otros no tan propios. De todo esto y mucho más queremos hablaros en una experiencia que recuerda a míticos juegos de hace varias generaciones… en varios sentidos.
Las calles de Shibuya no siempre son tan tranquilas como parece, y más cuando un grupo de magos circula haciendo y deshaciendo a su antojo. Estos se han convertido en unos seres temidos pese a su apariencia normal, ya que viven en la máxima clandestinidad. De hecho, existe una orden encargada de atrapar a estos seres (M.E.A.) y hacerlos a su condición, donde vivir o morir no importa tanto como cumplir su misión.
Así como es Marin, un mago buscavidas conoce a Sari, una oficial de M.E.A. que busca capturar a sus iguales. Empero, pese a que se conocerán como enemigos, pronto se darán cuenta de que los motivos de ambos no son tan ciertos como piensan, y tendrán que unir fuerzas para salvar la ciudad que nunca duerme.
Análisis de REYNATIS: libertad en una ciudad que casi nunca descansa
Pese a que la premisa argumental no solo es buena, es muy atractiva por su enfoque enfrentado, hay elementos que fallan. Y es que aunque la historia no tarda en arrancar, si peca de ser poco concisa con el desarrollo de los personajes. Si de por sí un JRPG de 15 horas se hace extremadamente corto, si a esto le añades que cuenta con 6 protagonistas, te hace pensar que su desarrollo es bastante reservado. Y ahí hay otro problema agravado: la poca personalidad que muestran los personajes no termina de cuajar.
Algunos son bastante omisibles, y donde difícilmente le cogemos apego. En los primeros compases de la trama, nos enseñarán a movernos por la ciudad, que consta de escenarios conectados al más puro estilo de TWEWY. Estamos ante una fiel recreación de este barrio japonés, que además, deja pocas zonas del mismo por abarcar, dándole por supuesto, su propio toque oscuro en según que zonas y comercios (los cuales podemos visitar en su mayoría). Sin embargo, no hay demasiado que hacer en sus calles.
Si es cierto, que el juego cuenta con algún incentivo para la exploración que nos ayude a conseguir objetos. Sin embargo, el sistema de misiones secundarias es simple pero breve. Ni hay un número grande de misiones secundarias, ni son complicadas de llevar a cabo. Mayormente consistente en ir del punto A al punto B, eliminar al enemigo de turno y a seguir como si nada. Por otra parte, cuenta con una colaboración muy especial y que han sabido llevar de un modo que hace honores. Sin embargo, no tardaremos en notar que se fija en TWEWY más de lo que pretende hacernos ver…
Combatiendo contigo hasta el final del mundo
A la hora de combatir cuenta con varias peculiaridades, siendo la más atractiva el sistema de actividades. Estas se desbloquean explorando el barrio a través de un sistema de grafitis bastante peculiares llamados Wizarts. Eso sí, desde el principio no todos están disponibles, sino que para ello debemos disminuir el nivel de maldad de la ciudad. Este se baja cumpliendo misiones, y es la manera que tiene el juego de incentivarnos a cumplirlo.
Nos ha parecido adecuado, no revoluciona el género, pero sí es original y atractivo. Sin embargo, las habilidades no lo son tanto, y dependiendo del personaje no resulta tan inspirado desbloquearlas. Por cierto, estos Wizarts tienen un diseño y funcionamiento que recuerda bastante a los pines de la obra de Square Enix. Sin embargo, la forma que tienen de emplearse no son tan atractivas…
Para ejecutar las habilidades tendremos que entrar en una especie de modo «ataque» en el que nuestro PM se irá consumiendo a medida que usamos magias. Una vez que este se agote, pasaremos el modo normal, donde tendremos que luchar porque se recupere. Para ello, tendremos que esquivar ataques a distancia en el momento exacto, pero ha un método más efectivo. Consiste en esperar que el enemigo nos ataque en el momento exacto, y cargar una barra de sincronización que consiste meramente en mantener pulsado un botón, liberarlo en el momento exacto.
De lograrlo, nuestra barra de PM pegará un subidón y esquivaremos con gracia el ataque de enemigos. Podría ser una buena mecánica de parry si no fuera tremendamente lenta. Y es que la barra de maná se gasta demasiado rápido, por lo que tendremos que volver a emplear este método constantemente.
Técnicamente, es bastante flojo, pero engrandece con su banda sonora
Además, está mal sincronizado, y en momentos muy críticos (como los combates contra jefes) no saltará debidamente y nos sentiremos frustrados. Hablando de los combates contra enemigos grandes, son la parte más interesante del juego, dado que es buen conocer sus patrones de ataque y en ocasiones nos sentiremos contra las cuerdas. Si bien es cierto, respetamos mucho el hecho de que estamos ante un estudio de bajo presupuesto, el hecho es que su apartado técnico recuerda demasiado a la época de PS2.
No hablamos únicamente del diseño y modelado de los escenarios que parece de hace varias generaciones, sino además en cuanto a expresiones faciales. En general, y aunque el diseño tanto de personajes y la ciudad es bueno, peca de ser poco elaborado. No hay que olvidar que estamos ante un título que también se ha lanzado en Nintendo Switch, lo que podría explicar también un reajuste gráfico. Lo importante al fin de cuentas, es que técnicamente corre bien, y no hemos notado apenas caídas de fotogramas, algo que es muy importante dado sus mecánicas de esquiva.
Ahora el plato fuerte sin duda nos lo regala su banda sonora, compuesta en su mayoría por la maestra Yoko Shimamura. Los temas sonoros son totalmente impecables, con grandes tonos en la exploración, las escenas y sobre todo, los combates. Temas muy épicos, con algunas composiciones con vocales de fondo y mucho buen ritmo. Por otra parte, las voces en japonés están llenas de matices y nos han parecido bien sincronizadas y ajustadas a la personalidad de los personajes. Sin embargo, os recordamos que llega con textos en inglés, lo que puede hacer su comprensión algo difícil para cierto público.
Análisis de REYNATIS: conclusiones finales
REYNATIS no va a ser recordado como un título que destaque por su potencia gráfica, sino más bien por todo lo contrario. Sin embargo, a su modo ha conseguido captar la esencia de una Shibuya nocturna, dándole su propio aspecto cargado de magia, miedo y fantasía.
Además, su sistema de combate puede pecar de aburrido, pese a su breve duración (15-20 horas) tratándose de un JRPG. Pero si nos atrapa con su historia, su variedad de personajes y sobre todo, su magistral lección de como una banda sonora puede suplir algunas carencias.
Un título que a su manera intenta replicar la fórmula de otros JRPG de mucho mayor presupuesto y que consigue encajar sin muchas pretensiones. Eso sí, recordad también que llega en inglés y que podéis probarlo descargando su demo.
- La premisa argumental es buena.
- La recreación de una Shibuya más oscura y mágica.
- La banda sonora hace honores a cualquier JRPG.
- Gráficamente es deficiente.
- El desarrollo de los personajes no coge ritmo.
- Los combates pueden hacerse aburridos.