
Justo acabamos de venir del teatro de marionetas y os contamos nuestro análisis de Once Upon a Puppet en Switch 2.
Reconozco que cuando vi por primera vez Once Upon a Puppet, todo lo que leía y veía me retrotraía a experiencias como las que tuvimos jugando a Brothers: A Tale of Two Sons. Aunque el juego lleva ya disponible desde el pasado 23 de abril en PC, PS5 y Xbox, faltaba el consiguiente port a Nintendo Switch. Y ahora, aprovechando el lanzamiento en la híbrida de Nintendo, os cuento mi análisis de Once Upon a Puppet habiéndolo jugado en Nintendo Switch 2.
Análisis de Once Upon a Puppet en Switch: pasen y vean

A nivel de historia, el juego nos lleva a una época pretérita de marionetas y teatro, una edad en la que los Reyes campaban a sus anchas y los ciudadanos eran todos considerados sus vasallos. Con este “setting” en mente, la historia gira en torno a Nieve (la mano costurera del rey Calibán) y Derín (una marioneta exiliada). Ambos se hallan unidos por un hilo mágico que les fuerza a colaborar en una misión para reconstruir escenas olvidadas y hallar al príncipe desaparecido.
Siempre con toda la iconografía teatral de fondo, será éste uno de sus puntos fuertes. Realmente, lo que se cuenta puede llegar a ser descompuesto entre la clásica lucha entre el bien y el mal o una historia de redención y búsqueda de justicia. Pero lo que enriquece la historia es todo lo que tiene que ver con la ambientación, los diálogos y los NPc’s.
Gracias a su estética teatral artesanal, estamos ante una experiencia muy inmersiva. Serán constantes los escenarios que simulan cartón, madera y tela, acompañados de decorados móviles que evocan un escenario real. Nos sentiremos realmente como si de una marioneta se tratara.
Jugablemente variado y entretenido

Una vez loado su historia y su ambientación, toca hablar de la parte jugable. Ésta no es del todo mala, pero tampoco llega a cotas de calidad acordes a su rico trabajo narrativo y ambiental. En resumen, estamos ante un juego que apuesta por secciones de plataformas y puzles, básicamente.
Las plataformas están lo suficientemente claras y siempre sabrás lo que tienes que hacer. Eso si, hay problemas en la ejecución, puesto que los movimientos no son lo precisos que deberían ser. Además de luchar contra la precisión que exige un juego de plataformas, aquí puedes encontrar segmentos en los que, además, luches contra el control del personaje. Creo que no es lo cómodo que debería ser y hay algunas aristas por pulir. Aún así, con algo de paciencia acabarás perdonando sus fallos. A eso ayuda el sistema de autoguardado, que es muy amable con el jugador y hará que los fallos (tuyos o del control) sean menos graves.

Lo que si creo que he de destacar es que, a pesar de ser un juego corto (unas 6 horas de duración dependiendo de lo que explores los escenarios para conseguir coleccionables), es un juego que no se hace pesado ya que las situaciones son variadas y se combinan muy bien entre sí.
A esto ayudará la continua evolución del personaje/s controlado/s, ya que iremos adquiriendo nuevas habilidades que ampliaran nuestro portfolio de soluciones a nuevos desafíos que nos encontremos por el camino. Por ejemplo, adquiriremos el doble salto, un arco, etc, cosa que ayudará a esa variedad comentada anteriormente.
En lo técnico es un port que cumple

¿Y qué tal funciona en Switch 2? Pues bien. En resumidas cuentas he de decir que creo que es un juego que se disfruta más en modo portátil que en modo dock. Con la consola en una pantalla grande, se ven más las costuras.
Empiezo aclarando que mi opinión iba a ser mucho más “castigadora” ya que la resolución y el detalle gráfico al que estuve jugando antes de lanzarse un parche eran muy pobres. Afortunadamente, un parche “mágico” antes de lanzamiento resolvió buena parte de los problemas que tenía en lo técnico.
Aunque creo que seguirá siendo la plataforma en la que menos detalle consigas, ahora es un port aceptable y plenamente jugable, cosa que no era así sin este último update. A nivel de frames si que no ha habido problemas y la falta de calidad viene más por temas de resolución y texturas.
Análisis de Once Upon a Puppet en Switch: conclusiones
Sin ánimo de extenderme mucho más y entrando ya en el terreno de las conclusiones, la versión de Once Upon a Puppet es plenamente jugable y disfrutable. No será el mejor aparato para disfrutarlo al 100% pero si es tu única consola, lánzate a por el sin miedo. Eso sí, advertimos que el control del personaje no es todo lo fino que debería ser y que hay alguna inconsistencia en todo lo que tiene que ver con las físicas. Aún así, es una obra que merece ser observada hasta su acto final.


- Una historia y un “setting” muy atrayentes
- Variedad de situaciones, puzles y desafíos
- Coleccionables para los más completistas

- Técnicamente hay mucha distancia respecto a las demás versiones
- Su sistema de control no es todo lo fino que debería ser.
- Problemas y algún bug con las físicas