Cuando uno habla de estrategia, piensa en Age of Empires, Civilization o Total War, por ejemplo. Al hacer lo propio con la supervivencia, aparecen otros tales como Ark, DayZ o Grounded. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando combinas ambos géneros bajo el amparo de un city builder? Pues que aparecen ideas tan interesantes como Frostpunk. Probablemente, algunos de vosotros ya sepáis a qué juego me estoy refiriendo, pero la gran mayoría no tendréis ni idea. A fin de cuentas, el protagonista de este análisis, Frostpunk 2, no pertenece a una saga que se haya convertido en un referente en términos de impacto.
Y es una pena, la verdad, puesto que en realidad hablamos de un auténtico juegazo. Desarrollado por 11 bit studios, podríamos decir que es uno de los mayores referentes que podemos encontrar hoy día cuando aunamos todos estos géneros en una única experiencia. Lo mejor de todo es que no lo hace a través de una narrativa que no explora sus propias condiciones, sino que va más allá del constructor de ciudades y presenta una trama tan interesante como atractiva.
De hecho, diría que es uno de los títulos que más se esfuerza en representar adecuadamente su escenario a través de un argumento propio y general. Por supuesto, hay otras muchas ofertas que hacen lo propio a través de un relato histórico, mas pocas se atreven con un desarrollo original de carácter postapocalíptico en donde la supervivencia de toda una población depende única y exclusivamente de tus decisiones.
Análisis de Frostpunk 2: el apocalípsis tiene forma de city builder
Ahora bien, debo confesar que Frostpunk 2 no es juego para todo el mundo. A fin de cuentas, su curva de aprendizaje es bastante alta, y no es sencillo de dominar. Exige, y mucho, por lo que no es fácil mimetizarse ni con sus características ni con sus mecánicas. Esta fue la primera conclusión a la que llegué tras lanzarme por primera vez a su universo. En efecto, este Frostpunk 2 ha sido mi primera interacción con la saga y debo confesar que al principio me costó tanto pillarle el truco que hasta tuve que mirar algún que otro tutorial por internet.
Por desgracia, no es que solo tenga una curva de aprendizaje muy elevada, sino que —además— sus tutoriales no son nada del otro mundo. A veces las explicaciones, o bien son muy parcas, o bien no son tan precisas como deberían. La guía inicial tiene carencias y cuesta pillarle el ritmo. No obstante, si eres capaz de sobrevivir a todo este proceso, lo que te encontrarás es con un auténtico tesoro de la gestión de ciudades y la supervivencia. A diferencia de los ejemplos que he citado previamente, aquí no tienes que explorar el mundo.
No. En Frostpunk 2 te enfrentarás a un tipo distinto de supervivencia en el que tendrás que gestionar una ciudad mientras buscas recursos en un mundo olvidado por sus dioses. El frío lo ha consumido todo, las ventiscas azotan nuestras vidas semana a semana y el calor se ha convertido en nuestro bien más preciado. Esto lo podemos descubrir ya sea a través de su muy interesante campaña o mediante su modo infinito, siendo ambos una forma muy interesante de echar el rato.
Aprendiendo a sobrevivir en una edad de hielo
Como curiosidad, aunque Frostpunk 2 es complicado de dominar, mecánicamente es relativamente simple. A grandes rasgos, todas nuestras partidas empezarán en un núcleo urbano que busca sobrevivir al frío. Para hacerlo tendremos que ir expandiendo nuestra ciudad construyendo diferentes distritos, desde áreas de recolección de recursos hasta viviendas, pasando por consejos ciudadanos, almacenes o centros de investigación. La idea es ir rompiendo el hielo del área en la que nos encontramos para ir abriendo nuevos caminos.
Al hacerlo, podremos encontrar depósitos de carbón, pequeñas áreas en las que todavía resulta posible cultivar, zonas con materiales de construcción básicos, etc. La idea es ir rompiendo ese hielo e ir construyendo zonas de recolección a través de los distintos recursos que vayamos ganando para mantener tanto a nuestra población como a los nuevos ciudadanos que puedan llegar a nuestra urbe. El proceso, por supuesto, no es nada simple, pues encontrar el equilibrio no es nada fácil.
Si la población sube mucho de golpe, es posible que no tengamos carbón suficiente como para mantener el calor en todas partes, siendo necesario forzar turnos dobles, poner la maquinaria a trabajar más allá de lo recomendable, etc. Y así con todo. Por lo tanto, Frostpunk 2 va más allá de la simple construcción, pues requiere que tomemos decisiones que pueden ser verdaderamente complejas y que pondrán a prueba nuestras capacidades como gestor.
¿El pueblo por y para el pueblo?
Es más, estas decisiones van más allá de cómo funcionan nuestros distritos. El factor político es muy importante, y a veces tendremos que negociar con los distintos grupos que viven en nuestra ciudad para llegar a un consejo. Por ejemplo, ¿cómo debería ser la educación de los niños, obligatoria a través de un colegio para tener una base científica más alta en el futuro o familiar y en casa para ganar nuevos obreros lo antes posible? Este tipo de cuestiones serán nuestro pan de cada día, mas no serán las únicas. Además de lo político, irán surgiendo eventos que nos pondrán la soga al cuello en más de una ocasión.
Por ejemplo, ¿qué pasaría si encontramos una población de focas tras años sin ver a un animal merodeando por el mundo? ¿Deberíamos matarlas para satisfacer las demandas alimentarias de nuestro pueblo, que podría morir de hambre si no hacemos nada, o dejarlas vivir? Aunque la respuesta pueda parecer fácil, cuando hay miles de personas que dependen de eso, la cosa cambia. Y si hacemos lo que consideramos moralmente correcto —spoiler: no las maté, y casi acaba muriendo mi ciudad entera por ello— puede que ocurra lo peor.
Lo que os quiero decir con esto es que Frostpunk 2 combina la gestión de recursos y la construcción de ciudades con el rol más puro al agregar eventos temáticos y narraciones que pueden alterar la forma en la que funciona nuestra ciudad. Y es que un «sí» o un «no» puede cambiarlo todo, ya que cada ciudad se divide en facciones con sus propias ideas. El interés de todo el mundo es el mismo: sobrevivir. No obstante, hay quienes pueden pensar que la forma de hacerlo o el camino que debemos seguir debe ser de una manera u otra.
Análisis de Frostpunk 2: conclusiones
Con todo esto sobre la mesa, ¿cuál es mi opinión sobre Frostpunk 2? Si soy completamente sincero con vosotros, cuando lo probé por primera vez, una pequeña parte de mí quiso dejar de intentarlo. Sin embargo, como quería y debía escribir este análisis, me obligué a mí mismo a seguir jugando. Hoy día me alegro de que fuera de esta manera, puesto que las sensaciones finales han sido muy positivas.
Si bien es cierto que me ha costado bastante pillarle el truco y hasta he tenido que mirar alguna que otra guía en internet para aprender a hacer algo tan básico como colocar un tipo de edificio distinto a los habituales porque no entendía qué tenía que hacer, al final me ha terminado gustando. Sigo pensando que los tutoriales tiene que mejorar, pero elñ juego per se está muy bien.
La base es muy buena, el desarrollo de cada ciudad es interesante y la combinación de constructor de ciudades, estrategia y supervivencia es genial. A grandes rasgos, podría deciros que es un muy buen juego con grandes ideas y un desarrollo tremendo en el que de verdad nos acabamos convirtiendo en el gestor de una ciudad que se enfrenta día a día al apocalipsis. Además, siempre estamos en peligro.
Da igual lo que hagamos, puesto que todos los días son peligrosos. El mundo ha acabado, por lo que la calma no es una posibilidad. Siempre debemos estar atento ante cualquier eventualidad, falta de recurso o decisión, lo cual me parece un acierto. En resumidas cuentas, Frostpunk 2 es una genialidad dentro de sus géneros y un título que se merece una oportunidad si todavía no se la has dado.
- La combinación de géneros funciona muy bien.
- Agregar cuestiones políticas y decisiones morales a un city builder funciona realmente bien.
- Aunque es mecánicamente simple, esconde una gran profundidad.
- Visualmente es bastante llamativo.
- Agrega algo más de peso a la historia y el desarrollo narrativo a cada ciudad.
- El tutorial es poco claro y la curva de aprendizaje es compleja.
- A veces surgen contratiempos que no entiendes. Por ejemplo, a veces mis trabajadores no podían acceder a una zona determinada, pero no sabía por qué, por lo que no podía arreglarlo.