Se acerca la época del año en la que disfrutar de juegos en familia y amigos como DreamWorks All-Star Kart Racing es primordial, y así lo hemos reflejado en nuestro análisis. Un título de Kart, que pese a que cada vez son más frecuentes y variados, encontramos diferencias sustanciales entre ellos. Y si os interesa, os recordamos que tiene disponible una edición física para consolas.
Este se centra en los personajes de la conocida marca, que reúne personajes tan carismáticos como Shrek, Asno, Kun-fu Panda o el prota de Cómo entrenar a tu dragón. En definitiva, un plantel que por sí solo es la escusa perfecta para tener entretenidos a los más peques y a los más nostálgicos. Un título que, pese a su enfoque, también cuenta con potencial como título de karts, y que os vamos a detallar a continuación.
Análisis de DreamWorks All-Star Kart Racing | Un fiel repaso a todas las grandes estrellas de DreamWorks y cargado de referencias
El título cuenta con ciertos componentes que alegrarán a los amantes del género, pero antes consideramos esencial hacer un repaso a su principal atractivo. Y es que si algo entra por los ojos, es el plantel de personajes que propone, siendo los más frecuentes los personajes del universo Shrek.
En total cuenta con 20 personajes, una cifra inicial que no está mal para esta clase de títulos. El problema es que el universo DreamWorks es bastante más amplio, así que inevitablemente echamos en falta algún título de la franquicia.
En definitiva, hay algunas ausencias que echamos de menos, y es poco probable que el juego se actualice para recibirlos -al menos sin pasar por caja-. De hecho, siguiente los pasos de otros proyectos de karts de los creadores -precisamente han desarrollado también los títulos de Nickelodeon-, es probable que desarrollen otras entregas mucho más amplias y completas, y si no al tiempo.
Eso sí, las referencias están muy presentes en cada escenario, personaje y detalle, hasta en los karts. Por ejemplo, los protagonistas de Trolls no son jugables, pero acompañan a los corredores, dándole un toque más animado y personal. En conclusión, se respira la esencia de DreamWorks por todos lados, y creemos que en un futuro podría ofrecer muchos más corredores.
¡Corre, recoge notas musicales y gana!
Como el cualquier otro título del género, el objetivo es ganar la carrera haciendo que nuestros rivales muerdan el polvo. Sin embargo, hemos encontrado algunas diferencias que lo engrandecen… y otras que lo perjudican. Por partes, como hemos dicho más arriba, los personajes de Trolls juegan un papel importante.
Y es que por el escenario hay repartidas un sinfín de notas musicales que debemos recoger mientras competimos. Esto supondrá un aumento a nuestra velocidad, además de desbloquear poderosas habilidades que nos posicionarán mejor en la carrera mientras estas criaturas se pasean por nuestro bólido. Esto nos ha parecido bastante original y gracioso, sin embargo, cuenta con un punto en negativo, y es que pese a que las habilidades que podemos recoger por el escenario, son variadas, no son muy útiles.
Pese a que cada personaje cuenta con alguna habilidad única, la mayoría consiste en lo mismo: se lanza un objeto al rival con la esperanza de que acierte y le haga perder tiempo. El problema es que no son tan teledirigidas como en otros títulos, y acertar es una lotería. De este modo, pierde fuelle en el componente «pique» y al final nos fijamos más en completar el circuito lo más rápido posible y menos en destrozar a nuestro rival.
Técnicamente, es impresionante, pero con algunas imperfecciones
Como decíamos, los karts también recogen la magia del estudio cinematográfico, y es que el nivel de detalle es inmenso y personal, no hay dos iguales. Además. podemos desbloquear una gran cantidad de piezas de carrocería, más de 400, por lo que podemos personalizarlos de muchas maneras, algo que se hará lucir en el competitivo.
Estas, al igual que los personajes, se desbloquean ganando copas y superando desafíos, y es que modos de juego no le faltan. Si bien es cierto, copian bastante la fórmula de Mario Karts -copas con distintos modos de dificultad en función a la velocidad-, pero igualmente entretenidos. Respecto a los circuitos, nos han parecido una fiel representación del universo DreamWorks en cuanto a detalles. Pero pobres en profundidad como pistas de carreras, bastante lineales y falta de complejidad.
Esto, sumado a algunos bugs que estropean la experiencia, nos ha parecido el mayor defecto del juego, pese a que tiene potencial en todo lo demás. A nivel gráfico es impresionante en cuanto a iluminación, efectos y detalles -como ya hemos dicho en varias ocasiones- lo cual sorprende en un título de estas pretensiones. Si bien es cierto, flojea a nivel sonoro, pues la banda sonora se hace repetitiva y no incorpora los temas originales.
Además, no cuenta con doblaje al castellano, algo que echamos de menos y que puede afectar a los más peques por falta de compresión en mitad de la carrera. También hemos encontrado algún bug que nos ha chapado la copa en el último circuito, algo bastante molesto, pero que confiamos en que la compañía pueda solucionar. A nivel competitivo, cuesta un poco encontrar competidores, pero la experiencia es satisfactoria, sin tirones ni problemas de red.
Conclusiones – Análisis de DreamWorks All-Star Kart Racing
DreamWorks All-Star Kart Racing es una experiencia completa y divertida pero con algunas carencias propias del género. Sin duda consideramos que gustará a los fans de esta franquicia y a los más peques, en un título que cuantos más juguemos, más nos divertiremos.
Gráficamente también ha superado nuestras expectativas, al igual que el plantel de personajes y el nivel de detalle. Sin bien es cierto, los problemas con la dificultad no parecen tener solución, igualmente cuenta con componentes muy disfrutables como las Copas y los Desafíos.
- El nivel de detalle y como representa al universo DreamWorks
- Divertido y con muchos modos de juego
- Algunas ideas muy originales, como el uso de los Trolls
- Alguna ausencia del plantel de personajes
- Los escenarios carecen de desafíos
- Las habilidades no parecen tener mucho uso