De entre todos los géneros de videojuegos que existen, el terror es de los más productivos. Cada dos por tres nos encontramos aventuras de terror que buscan hacernos saltar de la silla. No obstante no todos lo consiguen. Por eso hemos pensado traeros este análisis de Echoes of Madness, una historia de terror muy sencilla de jugar, pero que esconde mucho más.
Una historia de terror vivida desde el punto de vista de un jefe de seguridad de un psiquiátrico que se sienta cada noche a trabajar en su ordenador. ¿Seremos capaces de sobrevivir a esta noche? Únete a Alex y adéntrate en los secretos más oscuros de Greenview.
Análisis de Echoes of Madness | Un hospital psiquiátrico ya de por sí tenebroso
Para ponernos un poco en situación, nosotros encarnaremos a Alex Turner, un investigador privado. Nuestro objetivo es el de descubrir qué es lo que está ocurriendo realmente en Greenview, un hospital psiquiátrico.
Hasta aquí todo parece estar correcto, parece que las cosas no van bien y nos han contratado como jefe de seguridad para saber qué pasa. No obstante, durante nuestra primera noche de trabajo vamos a descubrir que no es todo tan simple.
Todo apunta a que las muertes y las desapariciones son solo el comienzo de algo mucho más tenebroso, y nuestro deber es descubrirlo. Para ello, disponemos de nuestro centro de seguridad donde podemos controlar todo lo que ocurre en Greenview.
Un ordenador para controlarlos a todos
Nuestro cometido como jefe de seguridad abarca varias tareas. Deberemos enviar a los trabajadores a ejecutar las labores que se nos indican. Los médicos esperan nuestras instrucciones de a dónde deben dirigirse, y el personal de limpieza y de seguridad no moverán un dedo sin que se lo digamos.
Para todas estas tareas tenemos a nuestra disposición un ordenador desde el que dar instrucciones. Una vez estamos conectados, tendremos la lista de tareas, el personal disponible, los controles del aire acondicionado y un selector de anomalías de las que debemos avisar.
Y aquí es donde comienza a ponerse ruda la cosa. Este ordenador nos muestra un indicador de energía disponible que podemos gastar, así como una batería adicional. Deberemos llevar a cabo nuestra labor mientras controlamos estos indicadores para no quedarnos sin energía.
Si bien controlar estos indicadores puede parecer fácil a simple vista, no nos llevemos a engaño. Mientras observamos las cámaras de seguridad en busca de objetos movidos, ventanas abiertas, lentes rotas o intrusos, es muy fácil despistarse y que el indicador baje.
Análisis de Echoes of Madness: El que mucho abarca, poco aprieta
Y es que este es el principal enemigo de esta aventura a la hora de llevar a cabo nuestro trabajo. Deberemos estar pendientes de todo, incluida la temperatura de nuestra habitación, los sonidos que escuchamos a nuestro alrededor o las caídas de tensión eléctrica.
Todo es bastante sencillo de realizar, pero muy complicado de tener totalmente controlado. Cuando no sea una anomalía, será la electricidad o unos ruidos cerca de tí que no auguran nada bueno. El juego nos mantiene en tensión todo el tiempo, sobre todo cuando debemos encontrar anomalías, ya que algunas son detalles muy insignificantes.
Unos controles muy sencillos
En cuanto a la jugabilidad de Echoes of Madness, estamos ante un juego extremadamente simple. Apenas nos moveremos del ordenador por lo que no necesitamos una habilidad excesiva para movernos. Todo se realiza desde el ordenador o prácticamente al lado de éste.
Tanto las tareas como la forma de ir solucionando todos los problemas está muy a la vista, por lo que no será un problema saber que hacer y hacerlo lo más rápido posible. Esto ayuda mucho a que la tensión de encontrar las anomalías y que sigamos buscando en todas las cámaras gane fuerza en el juego.
No necesita unos gráficos impresionantes para hacerlo bien
Obviamente, unos gráficos de última generación ayudan mucho en un juego de terror. No obstante cuando eres sabedor de tus limitaciones puedes llegar a ejecutar un gran juego sin ellos. En Echos of Madness encontramos esto último, centrando la fuerza en lo que sentimos al jugar y no en cómo lo vemos en pantalla.
Dicho esto, el juego cumple gráficamente y tiene lo necesario para que seamos capaces de jugarlo sin echar de menos más calidad. Al fin y al cabo, nos pasamos la mayor parte del tiempo mirando cámaras de seguridad y todo se ve perfectamente y sin problemas.
Los entornos son lúgubres de por sí, por lo que cada vez que vemos algo cambiado o algo que acecha en la sombra dan más mal rollo. Podemos controlar la entrada, un laboratorio, los baños, el vestíbulo, la sala de mantenimiento y la enfermería por lo que los escenarios son bastante variados entre sí.
El sonido también es importante
En cuanto al sonido de Echoes of Madness, es algo que debemos tener en cuenta. No en vano nuestra vida depende de ello por lo que no podemos olvidarnos de él. Cumple con su objetivo dotando de ese ambiente lúgubre y ayuda a sobresaltarnos cuando toca.
Aquí es cuando aprovecho a avisarte de los screamers que tiene el juego. Nos es que haya muchísimos, pero asustan de verdad porque están bien colocados. Aquí el sonido es brutal y te puedo asegurar que mueres en el juego, pero por poco también muero en mi casa.
Análisis de Echoes of Madness: Conclusiones
Con Echoes of Madness, AMGames TC ha buscado la simplicidad en sus controles para centrarse en otras cosas. Te mantiene en tensión constante y no deja que te despistes ni lo más mínimo. La historia detrás es muy interesante y es muy recomendable para aquellos que buscan juegos sencillos pero con gran carga de terror y tensión.
- La sencillez de controles
- Todo está al alcance y te puedes centrar en lo principal
- Te mantiene en tensión todo el tiempo
- Puede hacerse repetitivo
- El inicio es abrumador y te agobias
Buen juego, entretenido, con los controles claros y con un áurea que te sumerge desde el primer momento.