
Día tras día decenas de estudios independientes —tal vez cientos— se lanzan al mercado con propuestas tan ingeniosas como innovadoras. A veces, y solo a veces, la suerte quiere que destaquen por encima del resto y sean rescatados del ostracismo. Algo así ha sucedido con Battle Axe, el trabajo más reciente de Bitmap Bureau y Henk Nieborg. No obstante, en esta ocasión hemos sabido de su existencia gracias a Meridiem Games, distribuidora española especializada en recrearnos la vista con toda suerte de propuestas que, de otra forma, quedarían en el aire.
Sea como fuere, lo hemos estado probando en la redacción, y la verdad es que nos ha encantado. A través de su simple, pero muy bonita, estética pixelart recupera el concepto de «retro» y homenajea a los grandes clásicos del beat’em up primigenio. Lo hace a través de un precepto sencillo: olvida la historia y derrota a todos los enemigos que puedas. Ya os hablaremos de ello. Por el momento nos conformaremos diciendo que está disponible en diversas plataformas, aunque la edición física que nos ha traído hasta aquí solo se puede obtener para Nintendo Switch y PlayStation 4.
Ahora bien ¿qué podemos esperar de este «mata o muere»? No os preocupéis, que para eso hemos venido. Para contároslo. Sin más, bienvenidos y bienvenidas a nuestro análisis de Battle Axe.
Battle Axe

Etheldred, una muy poderosa hechicera, gobierna con puño de hierro la tierra de Mercia. De profesión tirana, lleva años haciéndole la vida imposible a los habitantes del lugar. Azorados y desesperados, los mercianos se ponen en contacto con sus tres más grande campeones con una única súplica: liberadnos. Lejos de un simple despotismo, Etheldred —cada siete años— envía a sus ejércitos para que secuestren a los aldeanos y los pueda convertir, así, en esclavos. La premisa, como podéis comprobar, es muy simple. Es más, apenas le dan importancia. Battle Axe deja a un lado el guion y se centra por completo en la jugabilidad, lo cual puede resultar incómodo para quienes busquen una trama más profunda.
Sea como fuere, la súplica de los mercianos tiene éxito, pues sus tres campeones responden: una elfa oscura, un mago y un merodeador. Sus diseños son muy refrescantes, aunque mantienen los tópicos del género en lo que puede ser un homenaje. Así pues, la elfa oscura empuña dos dagas largas, el mago es un anciano de cabellos blancos y el merodeador es un hombre horondo que porta un cañón sobre sus hombros. Cada personaje ofrece un gameplay bien diferenciado, aunque todo resulta más interesante cuando nos juntamos con un amigo y cooperamos en sus opciones de multijugador local.
Tres personajes diferentes

Cada personaje tiene un ataque especial y un ataque a distancia. En primer lugar, la elfa, quien dispone de una técnica especial en la que gira como un torbellino. Cuando blande sus aceros de esta forma hace daño en área y avanza por un breve instante en la dirección que marquemos con los joystick. Su ataque a distancia pasa por arrojar cuchillos. Siendo la más lenta de las tres, tendrá que esperar para volver a lanzarlos en caso de fallar. Es la mejor combatiente cuerpo a cuerpo y contra grandes oleadas, pero la peor a distancia.
Le sigue el mago, un especialista en artes arcanas. Su ataque especial es un pequeño desplazamiento con forma de teleport. Cuando el jugador usa esta habilidad crea una pequeña explosión de magia en el área donde aparece. Su ataque a distancia es muy rápido y podemos spammearlo cuando queramos. No obstante, es malo luchando contra grandes oleadas de enemigos si se ve rodeado. Es el que más daño base tiene. En último lugar, el merodeador. Siendo el que menos daño tiene, es el más equilibrado. Es el único que puede usar su ataque a distancia en movimiento y tiene una buena cadencia de disparo. Su ataque especial es un panzazo en línea recta que funciona muy bien para salir de apuros.
Desgraciadamente, la hit box de este último es algo errática y a veces no golpea cuando —parece— que debería hacerlo. Por suerte es el único con el que sucede. De cualquier manera, los ataques especiales tienen CD. O lo que es lo mismo, cada vez que los usamos debemos esperar varios segundos para reutilizarlos. Puede parecer una tontería, pero la espera a veces es eterna; usarlo adecuadamente es la diferencia entre la vida y la muerte. También falla, en cierto modo, el apuntado de los ataques a distancia. Las limitaciones del pixelart y su sentido de lo retro provocan que los disparos diagonales sean complicados de dominar. No es un error, ya que le da cierto encanto, aunque a veces puede ser frustrante.
A por el enemigo

Una vez entendido el funcionamiento de los personajes toca ver qué más podemos hacer. A grandes rasgos tenemos una serie de puntos de vida que irán bajando cuando recibamos daño. Podremos curarnos usando los items que encontremos por el camino; no son el único útil que habrá. Destaca, por encima del resto, un pergamino mágico que nos permite desatar una explosión de fuego a nuestros alrededores. Nadie puede sobrevivir a ella. Otra opción disponible es la bomba, la cual ocasiona una explosión un poco más pequeña, pero igualmente útil. De la misma forma, cuando derrotemos a un enemigo obtendremos joyas y monedas.
Las primeras influyen directamente en nuestra puntuación, el apartado clave de Battle Axe. Más allá de superar los cada vez más desafiantes niveles que componen la experiencia —que también—, nuestro objetivo es obtener la máxima puntuación posible. No por nada es un arcade. Respecto a las monedas, cada vez que terminemos un nivel iremos a nuestro campamento a descansar. Allí nos espera una vendedora ambulante que, a cambio de monedas, puede aumentar nuestra vida máxima, darnos objetos de curación, cedernos pergaminos, etc. El sistema funciona bastante bien gracias a la buena construcción de la dificultad (modos fácil y difícil) y el diseño de niveles.
Podremos enfrentarnos a ambas dificultades solos o acompañados por un amigo en sus modos arcade o infinito. El primero funciona como modo historia y tiene final. El segundo, tal y como indica su nombre, no tiene fin y nos inspira para conseguir la máxima puntuación posible en un escenario cerrado en donde no dejan de aparecer enemigos. La principal diferencia entre jugar solo o acompañado es la dificultad. Además de enfrentarnos a más enemigos, los jefes finales se duplicarán. Por ejemplo, en la imagen del barco, si jugamos solos, solo debemos derrotar a quien maneja el cañón, pues el piloto muere de un golpe. En cooperativo no.
Un desafío a la altura

Sabiendo esto, ¿qué podemos esperar de Battle Axe? Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes. En primer lugar, la banda sonora. Muy interactiva, respira nostalgia y emotividad. Emocionante e intensa, tiene la capacidad de transportarte a su mundo de fantasía. Cumple su trabajo con propiedad y es buena, pero no la mejor. No es nada del otro mundo. Quien sí nos ha conquistado es su apartado gráfico. Utiliza un estilo pixelart muy suavizado que emula la estética de los primeros juegos de recreativa a través de un salto cualitativo importante. Es retro al estilo siglo XXI. Aparte, el diseño de los escenarios es precioso. La paleta de colores es excelente, los decorados tienen mucha personalidad, hay buena variedad de enemigos, los escenarios son bonitos y los personajes tienen estilo.
Nosotros hemos jugado en Nintendo Switch, así que se ve todavía mejor. La consola híbrido de la gran N aprovecha muy bien sus bondades. Destaca en modo portátil, ya sea en rendimiento o visualización. El modo dock también responde adecuadamente. Cumple en ambos sentidos con buena nota. Sobre la jugabilidad podemos decir que se ha hecho un buen trabajo. Salvo el panzazo del merodeador, la hit box es precisa e intuitiva. La dificultad y el nivel de desafío están bien medidos y la construcción de escenarios funciona muy bien con los respawn. El ritmo es intenso y dinámico, con grandes dosis de acción. Las fases no son muy largas, así que tampoco es cansado, pero la duración total del título no es demasiado alta.
Os va a durar bastante debido a su dificultad, pero eso es otra cosa. Si bien es cierto que el modo infinito aumenta exponencialmente la durabilidad de la experiencia, Battle Axe es más bien corto. Si apuestas muy fuerte por él termina siendo algo repetitivo. Más allá de un error, es una decisión creativa, aunque debéis tenerlo en cuenta. Como hack and slash responde a las expectativas. Adolece, en cualquier caso, de pocas opciones de juego. Dos ataques con tres personajes nos ha sabido a poco. Nos habría gustado tener más opciones en combate (aunque eso implicase enemigos y condiciones más duras) o más personajes. Cualquiera nos habría valido.
Conclusiones

Battle Axe es un juego divertido que cumple con las expectativas. Tiene el don funcionar en sesiones largas y cortas, pero el sentimiento de repetitividad está siempre ahí. Entretenido, atractivo y con una buena banda sonora. Es un buen lanzamiento independiente que cumple con los estándares de calidad mínimos esperados. Es más, los sobrepasa. No decepciona: es lo que promete. Su pixelart suavizado tiene un acabado muy hermoso. Buenos diseños y buenos escenarios. La banda sonora, sin ser el elemento más destacado, cumple.
Nos ha llamado ampliamente cuando lo hemos jugado con alguien, pues es donde verdaderamente luce. Pierde la gracia cuando se juega en fácil: lo divertido es superar el desafío. La sensación de victoria es total cuando logras superar una nueva fase y avanzar un poco más en la historia. ¡Ah! Se me ha olvidado: no hay continues. Si mueres tres veces, se acaba la partida y toca empezar de nuevo. He ahí su encanto. A muchos no les gustará, pero es su gracia.
Interesante y entretenido, se lo recomiendo mucho a los amantes del género y/o a quienes busquen darle una oportunidad. No os arrepentiréis.
Análisis de Battle Axe. Clave de juego para Nintendo Switch cedida por Meridiem Games.