Jack and Daxter. Ratchet and Clank. Yooka-Laylee. La industria del videojuego nos ha traído muchos juegos (la mayoría de ellos clásicos) protagonizados por un dueto de personajes cuya personalidad no se entiende de manera individual. Al menos en su origen. Muchos de ellos nos inspiran toda clase de sentimientos y reacciones, desde la nostalgia más pura hasta la sonrisa más sincera que se nos pueda ocurrir. Nos han marcado durante generaciones, pero no somos los únicos. Y es que otra cosa no, pero los creadores de Akimbot (el protagonista del presente análisis) dice beber mucho de ellos. Sobre todo del lombax, pero sin dejar a un lado algo muy importante: la personalidad.
Equívocamente comparado con Ratchet and Clank, han sido muchos los que —incluso antes de verlo— dijeron que era poco más que una copia del clásico de PlayStation. Nada más lejos de la verdad. Lo nuevo del estudio francés Evil Raptor se inspira claramente en Insomniac Games, pero solo de soslayo. Es poco menos que un homenaje muy cariñoso que no tarda en demostrar que busca ofrecer algo distinto. Y aunque está claro que las similitudes existen, reducirlo todo a esto sería muy injusto.
Análisis de Akimbot, algo más que un Ratchet and Clank en pleno 2024
Lo primero que podemos decir de Akimbot es que es una carta de amor a los plataformas en 3D de los 2000. Trepidantes, directos y muy dinámicos, estos juegos destacaron por ofrecernos una jugabilidad bien cargada de emociones. Este caso es el mismo, pero con las bondades propias del mundo contemporáneo y las limitaciones que solemos encontrar en juegos de menor envergadura económica. En cierto modo, podríamos decir que es un título humilde, pero que sabe medir muy bien los espacios.
O lo que es lo mismo, Evil Raptor no ha intentado abarcar más de lo que puede. Gracias a esto han sido capaces de engendrar una obra realmente interesante y divertida que combina muy hábilmente el componente sci-fi con los gajes propios de un plataformas en tercera persona. Protagonizado por Exe, un robot forajido, y Shipset, su inesperado compañero automata, Akimbot nos propone recorrer un mundo plagado por criaturas mecánicas, muchas de ellas muy peligrosas.
Lo hace a través de una narrativa relativamente simple y una trama bastante sencilla en donde tendremos que convertirnos en los héroes del universo si no queremos que todo salte por los aires. Recurriendo a la típica trama del héroe accidental, acabamos descubriendo que, en su interior, Exe es más que un simple mercenario. Todo sea dicho, tampoco debéis esperar una evolución especialmente compleja, ya que no es un juego que apueste demasiado por su argumento. Este es poco más que una excusa para sumergirnos en una vorágine de palas y palazos por todas partes.
Lo resolvemos todo a tiros
Ahora bien, ¿qué nos ofrecen Akimbot y su jugabilidad? Pues prácticamente todo, pues la cuestión sobre si os merece la pena o no se encuentra en su gameplay. A fin de cuentas, es el elemento central. El estudio —o eso infiero— nos ha presentado una aventura sin grandes alardes, pero que pretende ser divertida gracias a su acción. En ese sentido, considero que cumple bastante bien, pues el gunplay, las plataformas y los puzles son divertidos.
La idea es simple: avanzar por escenarios lineales para ir resolviendo toda suerte de contratiempos mientras usamos distintos tipos de armas. Dispondremos, por ejemplo, de metralletas con munición infinita, pero que se sobrecalientan, armas láser, opciones un tanto más destructivos… El set armamentístico es pura ciencia ficción y, aunque empezamos por abajo, más pronto que tarde nos acabamos convirtiendo en un fortín móvil. La curva de progresión es agradable y la dificultad escala bien, por lo que podemos hablar de un progreso adecuado.
Especialmente si tenemos en cuenta que cada vez tendremos armas más potentes. Eso sí, aunque podemos golpear cuerpo a cuerpo, nuestros ataques no interrumpen al enemigo, así que no podemos quedarnos quietos. Esa es una de las tónicas principales del juego: movernos sin parar mientras arrasamos todo lo que se ponga por delante de nosotros. Bien acompañados de los ingeniosos diálogos de nuestros dos protagonistas, es divertido hacerlo, y es que a veces no hace falta hacer nada demasiado complejo para producir un buen trabajo.
Análisis de AKimbot: conclusiones, no siempre hace falta complicarse
En esto en mente podemos decir que, en efecto, no hace falta andarse por las ramas para dar con la tecla adecuada. Todo sea dicho, tiene sus defectillos, y es que, por ejemplo, cuando vemos un camino que se divide en dos, no podemos saber cuál es el adecuado, y muchas veces no podremos volver atrás para buscar el coleccionable de turno. Lo bueno es que luego podremos regresar fácilmente a través de su sistema de guardado y repetición, pero podría haberse hecho un poco mejor.
El caso es que, cuando sumas todos estos elementos, te recuerda a Ratchet and Clank, y eso es inevitable, porque mecánicamente se da un aire. Pese a ello, adopta otras directrices, diferenciándose lo suficiente como para ser más que un homenaje a los grandes de los 2000. En última instancia, no quiero marcharme sin hablar del apartado audiovisual y de lo técnico. En el primero, destaca la dirección artística, especialmente si te gusta la ciencia ficción.
Visualmente, es un juego bastante llamativo, repleto de colores y con muchos efectos muy llamativos. Los efectos de sonido están logrados, aunque la banda sonora es más bien normalista. Está bien, y ya, pero acompaña de buena manera. En lo técnico, está bien optimizado, y personalmente no he tenido ningún problema ni en PC ni en Steam Deck, aunque en esta última no llega a los 60 FPS. Tampoco baja de los 30, así que está bien. En resumidas cuentas, Akimbot está bastante bien, y te gustará si disfrutas de los juegos de plataformas y disparos que integran puzles de cuando en cuando.
- Es, esencialmente, un juego divertido.
- Sabe homenajear los plataformas de acción de los 2.000 sin perder su espíritu propio.
- Visualmente es muy llamativo.
- Las armas están bien definidas y tenemos buena variedad.
- Los niveles alternativos con naves especiales, los puzles, etc. le dan un buen toque.
- Narrativamente es demasiado sencillo.
- El diseño de los mapas a veces es algo plano.
Y hasta aquí nuestro análisis de AKimbot, el cual hemos podido realizar gracias a que PLAION nos ha cedido una clave.
