Estamos muy acostumbrados a cierto tipo de RPG, por lo que cuando encontramos uno que se sale ligeramente de la norma habitual —aunque no innove— suele entrar mejor. Algo así me ha pasado con el juego del que os quería hablar hoy en mi análisis de Heads Will Roll: Reforged.
Lanzado en octubre de 2023 por 1917 Studios, pasó bastante desapercibido, aunque aquellos que le dieron una oportunidad acabaron mayormente contentos. Tanto es así que de las poco menos de 1.000 reviews que acumula, el 87% son positivas.
Teniendo en cuenta que es algo así como un RPG de supervivencia con toques de novela visual ambientado en la Europa Medieval, está bastante bien, pues no es una combinación de géneros tan mainstrean como la del juego de acción de toda la vida.
Ambientado en la Guerra de los Cien Años, recrea uno de los conflictos bélicos más duraderos y destacados de la historia europea. Nosotros, como jugadores, formaremos parte del mismo, reviviendo la brutal escenografía de un país destrozado por la guerra.
No obstante, seremos algo más que simples espectadores. En Heads Will Roll: Reforged viviremos nuestra propia historia. Cada decisión que tomemos afectará a nuestro destino, provocando que cada situación tenga un valor superior al que cabría esperar de buenas a primeras.
Análisis de Heads Will Roll: Reforged

Ahora bien, ¿qué podemos esperar? En primer lugar, debéis entender que Heads Will Roll: Reforged es un videojuego indie. O lo que es lo mismo, tiene recursos limitados, y esto es algo que se hace muy evidente en determinados aspectos de la interfaz o el apartado gráfico.
Como experiencia, Heads Will Roll: Reforged nos propone vivir una aventura con toques de novela visual en donde los combates de carácter táctico, la gestión de recursos y la narrativa no lineal son el eje principal de todo. Con un enfoque crudo y realista, rehúye los conceptos propios del blockbuster de turno.
Intenta ofrecer algo con personalidad propia. En general, le funciona, ya que la experiencia es mayormente sólida. Se disfruta mucho, sobre todo en el plano de la estrategia y los dilemas morales. Lo hace a través de una representación visual en 2D con sprites relativamente sencillos, pero resultones.

Con animaciones algo mejorables, pero una estética que realmente te hace pensar en un mundo medieval, sabe encontrar el tono adecuado a la hora de presentar su historia. La paleta de colores, dominada por tonos terrosos y grises, refuerza la atmósfera de un mundo en guerra, aunque no es precisamente una obra que deslumbre por su apartado gráfico.
Diría que flaquea en la banda sonora. Si bien es cierto que sus temas no están nada mal y acompañan bien cada escena y momento, no es especialmente memorable. Cumple con buena letra, pero no destaca en exceso. Es un apartado que podría mejorar, pero que tampoco deja con mal sabor de boca.
Un campo de batalla sembrado de muerte con un filo algo rombo

Sea como fuere, lo que realmente nos interesa es cómo funciona a nivel mecánico. Sin duda, el combate es el núcleo de Heads Will Roll: Reforged. Cada enfrentamiento se siente como un auténtico desafío para nuestro ingenio. Es un puzle táctico en donde hay que tener en cuenta muchos aspectos.
Como soldados, tendremos que bregar con la fatiga, las heridas de combates anteriores, las características de cada arma y nuestra destreza para con las mismas. Teniendo en cuenta que hay más de 200 objetos, no es ninguna tontería, por lo que hay que dedicarle bastantes horas al diseño de nuestro equipo si no queremos acabar mal parados.
Es algo que me gusta, pues le da mucho valor a la gestión de recursos. Poder fabricar mis propios ítems, como flechas o ungüentos, mientras saqueo los cadáveres que dejo tras de mí es algo que aprecio. Me parece divertido, aunque debo confesar que la interfaz no siempre me lo ponía fácil.

Asimismo la curva de aprendizaje es algo empinada; un simple error puede acabar con toda una partida en un solo segundo. Puede ser algo frustrante, aunque también es parte de su encanto. Es un poco raro. Dicho esto, también dentro del gameplay, nos encontramos con el mundo que va más allá de los combates.
Y es clave. En nuestra partida nos iremos encontrando con distintos NPC. Podremos aliarnos con ellos, traicionarlos, negociar o incluso encontrar el amor. En ese sentido, cada run es única, por lo que la manera en que actuemos hará que la partida evolucione de una manera u otra.
A veces, mostrar clemencia te puede abrir una secundaria oculta, mientras que intentar acabar con la vida de alguien te puede acabar granjeando a un enemigo durante varias horas. Es una fórmula interesante que le da mucha personalidad.
Una ambientación que te mete en el barro

No diré que es algo inédito, pues no lo es. Tampoco es innovador ni sorprendente, pero sí que aporta frescura en un género en donde la jugabilidad en 2D no es tan habitual cuando hablamos de un juego que se define a sí mismo como un RPG.
En cierto modo, se debe mucho a la propia narrativa ambientación. La Guerra de los Cien Años es más que un decorado: el juego captura el caos, la brutalidad y la desesperación de la época con un enfoque que mezcla rigor histórico con toques de ficción.
Los eventos aleatorios, como emboscadas o encuentros con mercaderes, dan vida al mundo, aunque a veces se sienten repetitivos. Especialmente porque repite la fórmula de cómo un soldado raso sin importancia en la guerra puede acabar influyendo en el transcurso de la misma y hasta convertirse en un héroe con relativa ‘facilidad’.
Sin embargo, el juego no siempre explota al máximo su ambientación: algunos personajes y misiones secundarias carecen del carisma necesario para quedarse contigo tras apagar la pantalla. Ahí es cuando más se nota que es un indie. Hay ciertos aspectos que no han terminado de desarrollar, y es una pena.
Análisis de Heads Will Roll: Reforged: conclusiones

En general, Heads Will Roll: Reforged ofrece un viaje intenso, pero no inolvidable. Es divertido y entretenido. Te deja con buen sabor de boca, pero no extrae todo su potencial en no pocas ocasiones. Me ha gustado y se lo recomendaría especialmente a quienes gusten de las aventuras narrativas en 2D.
Lo que más me atrapó fue la libertad para forjar mi propia historia, desde convertirme en un caballero respetado hasta caer como un ladrón traicionado. Sin embargo, los momentos de brillo narrativo a menudo se diluyen en diálogos planos o misiones que no terminan de cuajar.
Es un juego que entretiene y desafía, pero le falta ese toque de magia para ser memorable. Me divertí, sí, pero no sentí esa urgencia de volver a jugar una y otra vez. Pese a ello, es una adición muy sólida en mi biblioteca, y no me arrepiento de haberle dedicado mi tiempo.


- Combate táctico profundo y desafiante.
- Narrativa no lineal con elecciones que impactan.
- Ambientación medieval cruda y envolvente.
- Sistema de crafting que premia la planificación.
- Rejugabilidad gracias a eventos aleatorios.

- Interfaz torpe y poco intuitiva.
- Diálogos genéricos en algunas interacciones.
- Curva de aprendizaje demasiado pronunciada.
- Bugs menores en la gestión de inventario.
Hemos podido realizar el análisis de Heads Will Roll: Reforged tras recibir una clave de prensa en Game Press. Hemos utilizado imágenes de Steam al considerar que eran más adecuadas para ilustrar el presente tema.