Ahora sí que no sé cómo es posible que el manga original lleve 16 volúmenes publicados y continúe en serialización, pues los eventos que cimentan esta reseña de La bestia del rey n.º 8 serían los que me esperaría en el arco final de casi cualquier drama romántico. Y aunque estaba claro que los eventos de la entrega anterior presagiaban un buen giro de los acontecimientos, lo de este volumen me ha dejado con la boca abierta.
Y lo digo en el buen sentido. Con cierta frecuencia, los romances nipones tienden a alargar demasiado las cosas. Por suerte, Rei Toma no es así, puesto que nos ha ofrecido todo lo contrario. Esto lo podemos ver en la relación de nuestros protagonistas, por ejemplo. En lugar de mover todas las fichas muy lentamente, la autora ha dado un golpe sobre la mesa.
O lo que es lo mismo, no se anda con medias tintas. Si queríamos ritmo, nos ha dado todo lo que queríamos y más. Por suerte, las bases estaban lo suficientemente bien establecidas como para que no resultase extraño. No se ha sentido como una disrupción, sino como una cadena de eventos con una buena cohesión narrativa.
No nos ha estropeado nada ni se ha dejado llevar. Tampoco parece que haya actuado con prisa, sino que de verdad tenía planeado todo esto. Sin embargo, y como ya he dicho, no sé cómo logrará ampliar la historia a partir de este momento, pues me creería perfectamente que es el arco final. A fin de cuentas, han entrado en juego personajes que no esperaba ver hasta dentro de mucho tiempo…
Reseña del manga La Bestia del rey n.º 8 | Portada, sinopsis y edición
Rangetsu reniega de su identidad de mujer y se convierte en la bestia sirviente de Tenyô, el cuarto príncipe. Tras encontrar la luz en la gentileza del príncipe, Rangetsu jura ayudarlo en su camino hacia el trono.
Kôgai no parece querer separarse de Rangetsu ni un minuto y Tenyô, por su parte, además de sentir una ira incontenible, comienza a albergar sentimientos indescriptibles por Rangetsu…
Colección | La bestia del rey vol. 8 de 16 (en publicación) |
Autoría | Rei Toma |
Género | Shôjo, artes marciales, fantasía, misterio, romance |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 x 18 cm con 168 páginas en b/n |
Precio | 8,95 € |
Traducción | Judith Zamora Lablanca |
Fecha de lanzamiento | 05/12/2024 |
Reseña | Volúmenes anteriores |
Con esto en mente, y antes de continuar, me gustaría hablaros brevemente de la edición. En general, y como ya es habitual en Distrito Manga, el resultado es bueno. Más allá de algún corte lateral que se come los bordes, la maquetación es de bastante calidad. Como dispone de bordes internos, es bastante fácil de leer, y tanto la traducción como la impresión son de buen nivel, aunque hay algo de moiré en determinadas viñetas.
Rei Toma pisa el acelerador
Dicho esto, y volviendo al contenido del manga, debo decir que estoy bastante contento con la forma en que está evolucionando la historia. Los primeros tomos fueron algo erráticos, con un ritmo a veces demasiado acelerado y unas cuantas escenas algo forzadas.
No obstante, el paso del tiempo le ha sentado muy bien a La bestia del rey, obra que ha sabido encontrar su lugar poco a poco. De hecho, esa sensación de que pasan demasiadas cosas en un espacio reducido ahora hasta le sienta bien.
Y es que otra cosa no, pero este séptimo tomo de verdad que tiene ‘acción’ para parar un camión. En menos de 200 páginas pasa de casi todo, desde revelaciones que esperaba no ver hasta de un tiempo, pasando por intrigas de palacio, resoluciones personales y nuevos misterios.
La historia se abre de par en par y, de repente, se abren nuevas líneas narrativas con aroma a saga final. Lo curioso es que sé que no será así, puesto que todavía nos queda mucho camino por delante. Sin embargo, es una sensación bastante buena. Al menos de momento.
Te genera tensión y curiosidad. Te hace querer seguir leyendo, aunque también cabe preguntarse qué ocurrirá para que la historia no se cierre en cuanto esta ‘trama’ termine. Tal vez sigamos con ella, pero se resuelva por la vía larga. Resulta complicado saberlo, pero está claro que en el siguiente tomo ocurrirá algo gordo.
Cualquier otra cosa no tendría demasiado sentido, puesto que se han presentado demasiadas piezas como para no dar un nuevo golpe sobre la mesa. Hasta cierto punto, debo decir que lo agradezco, puesto que me indica que no tendré tiempo para aburrirme mientras disfruto de su lectura.
No todo el amor tiene que ser romántico
Lo bueno es que Rei Toma no se ha olvidado —durante este proceso— de que hay diferentes formas de amar a alguien. A veces quieres tanto a alguien que la palabra se te queda corta, y hablas de amor aunque sea una amistad. También está el amor fraternal y entre familiares.
Querer a alguien no siempre implica que haya algo más, y esto es algo que se nos estaba olvidando. Recordemos, pues, que la historia comienza porque Rangetsu quiere salvar a su hermano. Sin embargo, tras tanta intriga palaciega nos habíamos olvidado… hasta ahora.
Las últimas revelaciones del manga nos recuerdan cuál es el objetivo principal de nuestra protagonista, pese a que sienta algo muy profundo por el señor al que dice servir. Tanto es así que, aun con todo el dolor de su corazón, podría poner en riesgo al hombre que ha conquistado su corazón.
Tanto es así que su lealtad sigue teniendo dos caras, pues ambos ahora son una parte esencial de su vida. Esto provoca que la propia Rangetsu dude de su misión cuando aparecen noticias sobre su hermano: ¿Pondrá en peligro todo lo que quiere por salvar a su hermano?
Responderá a esa pregunta en este octavo tomo mientras nos preguntamos a qué nuevas vicisitudes tendrá que sobreponerse en el futuro si es que quiere alcanzar la felicidad con todos aquellos que le importan… Entretanto, yo seguiré disfrutando de un manga que poco a poco me da más y más.
- El dibujo es verdaderamente bonito.
- La lectura es entretenida y amena.
- Dispone de una edición de gran calidad.
- La historia, el ritmo y la narrativa ahora sí se han asentado.
- Progresa adecuadamente y la construcción de sus personajes está mejorando poco a poco.
- Sigue abusando de ciertos tópicos.
- Con lo bien que se ha establecido ahora, duele que los primeros tomos fuesen tan erráticos. Un poco de calma en general le habría sentado bien.