Un manga irrepetible y una lectura única. Reseña Beck n.º 11

Nos preparamos para el fin de año con la reseña de uno de nuestros mangas preferidos y su tomo n.º 11: Beck.

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Beck está en su mejor momento: están a punto de lanzar un álbum, su nombre comienza a tener cada vez más peso y su repercusión es más que la de un grupo indie que lucha por su lugar en el mundo. Aunque todavía tienen un largo camino por delante, están en un gran momento. ¿Durará? Esa es una de las grandes preguntas que podría formular durante esta reseña de Beck volumen n.º 11.

No obstante, no quiero centrarme en este aspecto, ya que de otra manera os estaría estropeando el contenido del presente tomo y de los que todavía queda por llegar. Sobre todo ahora que hemos superado por mucho el ecuador de la serie. Solo quedan siete tomos, por lo que el manga está entrando en su fase final. Por supuesto, todavía quedan muchas cuestiones por resolver. Una de las más importantes está relacionada con Maho y Koyuki.

Ahora que tienen un romance a distancia, las cosas entre ellos son más complicadas. Inclusive, los amigos de él le dicen que pase página, ya que las cosas no van del todo bien. Él sonríe, pero no parece querer hacer algo así. ¿Sus sentimientos por Maho lograrán acabar con las dudas que nacen de la distancia? Esta es otra de las cuestiones más importantes del manga en estos momentos, así como uno de los ganchos dramáticos del momento.

Ahora que el grupo está en uno de sus mejores momentos, la tensión se concentra en este apartado. Gracias a esto, pese a que atravesamos una fase de transición, seguimos disfrutando de la historia casi como si fuese el primer día. Sigue teniendo ese carisma tan importante en cualquier obra extensa… Y yo que me alegro. Todo sea dicho, no me sorprende, porque ya lo sabía.

Reseña del manga Beck n.º 11 | Portada, sinopsis y edición

Reseña del manga Beck n.º 11 | Portada, sinopsis y edición

Con la gira por tres ciudades finalizada con éxito y el Greatful Sound 7 oteando en el horizonte, este verano se perfila como el mejor de todos los tiempos para el grupo de BECK. Pero a puerta cerrada, el magnate japonés de la industria musical, Ran, ¡ordena a Satô que se retire del grupo! Y así de fácil se les escapa de las manos la oportunidad por la que Koyuki y su banda tanto habían trabajado. Pero la desesperación no acaba ahí, y es que los chicos reciben noticias aún más trágicas…

ColecciónBeck vol. 11 de 17
AutoríaHarold Sakuishi
GéneroShônen, comedia, drama, romance, slice of life
FormatoTapa blanda con sobrecubierta
Tamaño y páginas21 x 15,2 cm con 416 páginas en b/n
Precio17,95 €
TraducciónMarc Bernabé (Daruma)
Fecha de lanzamiento05/12/2024
ReseñasReseñas de los volúmenes anteriores

Lo que también sabía es que este nuevo tomo también iba a estar bien editado. Distrito Manga me tiene muy malacostumbrado, aunque lo digo en el buen sentido. Si bien es cierto que a veces tiene algunos fallitos con los bordes físicos y algún que otro diálogo ligeramente cortado por estos mismos, la edición es muy buena. Tanto la traducción como la impresión son de un nivel muy alto. Además, la maquetación cumple mayormente con nuestras expectativas. En resumen, que merece mucho la pena y luce genial en nuestras estanterías.

Una narrativa bien llevada de principio a fin

Dicho, y siguiendo con el tema anterior, estamos en una fase muy interesante. Harold Sakuishi me ha vuelto a demostrar —leí Beck hace ya mucho y no me acordaba de bastantes cosas— que sabe cómo mantener el interés incluso en fases valle. Ahora que el grupo se encuentra trabajando en sí mismo dentro de un ambiente menos tenso y problemático, podríamos pensar que la lectura es menos aburrida.

Por suerte no es de esta manera. Gracias a estos pequeños detalles, como el drama entre Maho y Koyuki, tienes algo a lo que agarrarte mientras el autor va construyendo la base de la siguiente etapa del manga. Y es que todo este proceso, todos estos momentos en los que no hay tanta tensión, siguen aportando detalles a la trama. El lanzamiento del nuevo disco, la grabación de un videoclip, las iras que pueden generar sus nuevas amistades…

Aunque muchas de estas cosas pueden no estallar al momento, generan los cimientos del nuevo piso. Y ya os lo adelanto: vendrán curvas. En los siete volúmenes restantes, Beck nos dará más de un dolor de cabeza (en el buen sentido) y nos mantendrá bien atentos a sus diferentes eventos. Aún quedan muchas historias muy interesantes que contar y el grupo está lejos de lograr su verdadero objetivo.

Sabiendo esto, y adelantándome un poco al contenido actual, os puedo decir que narrativamente no decae. A diferencia de muchos otros mangas, el nivel se mantiene de manera estable. Por supuesto, en algunas facetas puede decaer parte del interés, pero no debéis preocuparos: es un buen trabajo de principio a fin.

Un manga con personajes en constante evolución

En gran medida esto es gracias a la evolución de sus personajes. No es la primera vez que os hablo de este tema, pero es que es cada vez más evidente. Por ejemplo, Koyuki ha crecido mucho como protagonista. Sigue siendo el mismo de siempre, pero tras todo lo vivido, se muestra más seguro y decidido. Su carácter es el de un joven apacible, afable y amable. Es más, no parece una estrella de rock.

Pero es especial. Tiene algo que engancha a la gente y hasta cierto punto lo sabe. Confía en su capacidad como cantante. Por supuesto, ese deje de inseguridad que lo caracterizaba sigue ahí, siendo este uno de sus principales motores; quiere ser mejor y sentir que de verdad está a la altura de sus compañeros cuando coge la guitarra. No es el único. Ryusuke, tras su viaje a Estados Unidos, ha cambiado.

No se ha perdido su esencia, pero tiene la cabeza algo más amueblada. Además, su manera de tocar también es distinta. Está evolucionando. No se ha encontrado del todo a sí mismo, pero se está buscando, y es un proceso verdaderamente enriquecedor cuando lo ves desde la perspectiva de un lector. Es por todo eso y mucho más que sigo pensando que Beck es uno de los mejores mangas musicales de la historia y un auténtico indispensable.

  • Empieza muy, muy bien. La premisa, la narrativa y los diálogos son muy buenos.
  • Es diferente, pues el manga musical no es algo especialmente abundante.
  • Personajes carismáticos realistas con trasfondos interesantes.
  • La trama cada vez engancha más y el dibujo transmite muchísimo.
  • Hay temas que no explora con demasiada profundidad.

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