Por fin, los jugadores de cualquier plataforma podrá disfrutar de un verdadero clasicazo con el lanzamiento de Epic Mickey Rebrushed, del que hoy os traemos su análisis. Hablamos de un título que dado las limitaciones originales de su lanzamiento (el control de Nintendo Wii) no pudo llegar a todo el público que se merecía.
Y es que Epic Mickey Rebrushed es una excelente representación de los títulos de plataformas de los 90, algo que ha quedado más que demostrado por su jugabilidad. Saltos, mecánicas de acción únicas y un claro homenaje a las franquicias perdidas de Disney que todo fan de este estudio de animación debería jugar, en una remasterización que es mucho más que una revisión gráfica.
Nos encontramos en una de las etapas iniciales del ratón Mickey, cuando sus aventuras se basaban principalmente en alguna travesura. Y es que gracias al espejo mágico de Alicia, se cuela en la saga secreta del Maestro Yen Sid, quien está intentando crear un mundo perfecto para criaturas olvidadas de la franquicia.
Sin pretenderlo y de un modo algo desafortunado, Mickey acaba provocando estragos en este mundo paralelo, dando lugar a la formación del Páramo. Aquí la gente no es feliz, y pasado un tiempo, Mickey deberá ser el salvador de esta tierra, rencontrándose con Oswald, su gran aliado. Y es que estamos en una obra que cuenta con un particular sistema de moralidad entre el bien y el mal. Hablamos de nuestra principal arma, el pincel, cuyo uso cambiará por completo el curso de nuestros actos.
Regresa Oswald, el conejo afortunado | Análisis de Epic Mickey Rebrushed
Con los gatillos izquierdos del control, podremos usar disolvente, que borrará parte del escenario y también a nuestros enemigos. En cambio, con el derecho podremos reconstruir el escenario «pintándolo», pero también que nuestros enemigos queden aturdidos o volviéndose de nuestra parte. Como podéis imaginar, el resultado es una obra con un sistema de combate muy original, que sin añadir grandes cambios en su manejo, nos ofrece un aspecto poco visto o representado en juegos de exploración y saltos.
Como os comentábamos, la aventura trascurre en su totalidad en el Páramo, un lugar que por el despiste de Mickey, quedó desolado. Cada escenario y cada lugar que visitaremos tendrá un aspecto triste, melancólico y abandonado, lo cual no es nada común en la historia de esta franquicia. Por ejemplo, los primeros compases los daremos en algo que recuerda a un parque de atracciones abandonado, que parece que lleva décadas sin ser visitado.
Su toque oscuro recuerda en gran medida a la obra de American McGee con Alice, pero sin llegar a ser tan perturbador. Esto le da tanto al argumento como a la ambientación un aspecto inusual en la franquicia, y a la vez muy atractivo para un público más adulto. Además, también queda reflejado en los enemigos, que son seres malhechos, y algunos de sus villanos, igual de carismáticos que en la animación.
Escenarios pequeños pero muy densos en cuanto a contenido
Respecto al desarrollo, estamos ante un título lineal, pero con escenarios muy grandes y sobre todo, llenos de secretos. Rincones ocultos o que requieren de la resolución de algunas mecánicas, para desbloquear coleccionables, alargando la duración del juego, y en especial, la exploración. No, no llegamos a estar ante un título de mundo semiabierto, sino más bien algo que recuerda más a algunas obras de Disney en la mítica PSOne.
Eso sí, aunque hay muchos peligros de por medio, los saltos y la dificultad de los mismos no son muy abundantes ni desafiantes. Aunque por suerte contamos con algunos cambios de enfoque que le da variedad al asunto. Hablamos de escenarios bidimensionales y que además son un claro homenaje a las primeras aventuras del protagonista. Todo un tributo que nos ha encantado y que además es uno de sus principales atractivos.
Cuando hablábamos de un alcance limitado al comienzo, nos referíamos únicamente al nefasto control de la aventura original. Algo que no solo hacía que el control fuera difícil, sino un verdadero dolor de cabeza con el añadido de la cámara. Por suerte los también han evolucionado, y los controles actuales permiten una obra mucho más precisa y ergonómica de controlar. Este es el principal beneficiado de la revisión, y es en comparación, ahora es una aventura mucho más disfrutable.
Tanto por los cambios en la cámara, que ahora sigue mucho mejor nuestro control tanto en movimiento como luchando, hace que las situaciones más comprometidas no nos dejen vendidos. A esto vamos a sumarle algunos movimientos nuevos, como el pisotón en el aire, que nos permite enfrentarnos a una IA enemiga más desafiante. Esto no revoluciona el género, pero sí da algo de variedad a la lucha. La exploración también cuenta con nuevos añadidos, como la posibilidad de poder esprintar, y creednos, esto si lo vais a usar.
Cambios en la jugabilidad que lo convierten en su mejor añadido
Pese a que la versión de Wii no se veía mal gráficamente, lo cierto es que esta revisión le da un vuelvo de buena manera a los gráficos. Estos han sido completamente remodelados, pero eso sí, respectando por completo el arte original.
A esto vamos a sumarle mejoras en la iluminación, pero sin duda lo más importante es la tasa de fotogramas. En las consolas más actuales, se ejecuta a la perfección a una resolución de 4K a 60 fotogramas estables. Una experiencia muy sólida pese a no contar con un nivel de detalle espectacular.
Dicho de otra manera más directa, los gráficos han mejorado sin llegar a ser deslumbrantes, pero se ejecutan de una manera perfecta. Sin duda han decidido no pasarse y han sabido conservar de mil maneras la oscura ambientación original.
Por sacarle una pega, creemos que esta oportunidad habría sido perfecta para añadir voces a las líneas de diálogo. De este modo, el juego queda mudo en la mayor parte de la aventura, y rompe la inmersión.
Análisis de Epic Mickey Rebrushed: conclusiones finales
Epic Mickey Rebrushed es la versión definitiva que esperábamos para este clásico. Algo que va mucho más allá de mejorar los gráficos, y centrarse en una parte que lo necesitaba más, su jugabilidad. Ahora es mucho más manejable y, por tanto, divertido, convirtiéndolo en un juego decente para su género.
Por supuesto, el apartado gráfico también se ha llevado su parte en esta grandeza, pero siempre respectando al original. Una obra oscura y triste, pero absorbente y nunca visto en esta franquicia animada, por lo que mantiene su atractivo.
Sin embargo, han desaprovechado una oportunidad de oro para darle nuevos añadidos, como escenarios, como la falta de voces en líneas de diálogo o la inclusión de niveles eliminados. Eso sí, la rejugabilidad está garantizada; primero porque es una aventura redonda y segundo gracias a la toma de decisiones y la cantidad tan grande de coleccionables.
- Los cambios en la jugabilidad y la cámara le hacían mucha falta, y lo han clavado.
- El sistema de moral, muy Disney y muy bien introducido en las mecánicas.
- Los escenarios bidimensionales son preciosos.
- Algunos de los movimientos nuevos no son muy útiles.
- La falta de voces en algunas líneas de diálogo.
- Podrían haber introducido nuevos escenarios.