En líneas generales, cada vez que me ‘enfrento’ a Los siete caballeros del reino Marronnier (como el de este volumen n.º 3) y a una reseña del mismo, siempre me marcho con la misma situación: es un manga, cuando menos, bastante interesante, pero cuya lectura es un tanto confusa. Aunque narrativamente funciona y te deja siempre con ese gusanillo de «quiero saber más», también te ‘obliga’ a releer ciertos pasajes y/o eventos pasados para entender bien del todo qué está ocurriendo. En cierto modo, la culpa la tiene su peculiar sentido de la fantasía.
Cuesta seguirle el ritmo y, pese a ello, tiene el don de engancharte. Es extraño. A título personal, me sigue costando ordenar cada evento de la manera adecuada, aunque considero que el cuarto volumen podría marcar un punto y aparte en ese sentido. A fin de cuentas, con el tercer tomo finaliza el primer arco, cerrando la historia —o al menos el primer pasaje— de Insomne y Eleonora. Tras superar un difícil desafío, ambos regresan a su hogar, y ya sabemos cuáles son sus sentimientos, si habrá boda o no…
Lo bueno es que, aunque la lectura tiene ese aire confuso, las conclusiones tanto de su visita al reino de Largasnoches quedan bastante claras. El grueso general de la trama se mantiene, y en parte es gracias a que la narrativa es sólida. En cierto modo, estas dificultades nacen de que le cuesta arrancar, mas considero que el segundo arco solventará parte de esas dificultades. Ahora el protagonista es Domador, quien tiene la capacidad de comunicarse con los animales y darles órdenes.
Reseña de Los siete caballeros del reino Marronnier n.º 3 | Portada, sinopsis y edición
La generala Baribara del reino Marronnier tuvo siete hijos que, al crecer, se convirtieron en caballeros con un propósito futuro en mente: “¡servir galantemente a la princesa de nuestro país algún día!”. Uno de ellos, Insomne, viajó en misión diplomática hasta el país Largasnoches… Y ahora, la aguerrida Eli se enfrenta a su enemigo con Insomne como premio, a quien insiste en llamar Nocturno. Desea llevárselo con un propósito personal mientras nombra al padre de los siete caballeros. En este volumen se resuelve el arco del hermano mayor y… ¡empieza uno nuevo! Viajaremos al país Muchavida, donde solicitan la ayuda de Domador por una extraña maldición que les aflige.
| Colección | Los siete caballeros del reino Marronnier vol. 3 de 8 (serie abierta) |
| Autoría | Nao Iwamoto |
| Género | Comedia, fantasía, romance |
| Formato | Rústica de tapa blanda y con sobrecubierta |
| Precio | 8,50 € |
| Tamaño y páginas | 192 págs. en 12 x 17 cm. en b/n con insertos a color |
| Traducción | Meritxell Sans |
| Edición | Pedro F. Medina |
| Fecha de publicación | 16/08/2024 |
| Reseñas | Volúmenes anteriores |
Lo bueno tanto de esta saga como de la anterior es que se sigue más fácilmente gracias a la buena traducción del manga. En general, el trabajo realizado por Fandogamia es de alto nivel. Y no solo en materia de localización, sino también de maquetación e impresión. A grandes rasgos, podemos hablar de un producto de calidad que nos satisface como consumidores. Es un producto de alto nivel con buena relación calidad-precio.
¿Un arco por hermano?
Lo que ahora me pregunto es si cada arco tendrá por protagonista a un hermano, cosa que así parece ser. Teniendo en cuenta que estamos ante un josei que parece dar mucha importancia a la forma en la que cada personaje interpreta el amor, la amistad y las relaciones interpersonales, tendría mucho sentido. Sobre todo porque al organizarlo de esta manera se puede desarrollar cada historia de manera muy propia, reduciendo esa complejidad de la que me he quejado. De hecho, ahora que estamos con Domador, he sido capaz de conectar antes con la historia.
Y eso que en realidad Insomne y Eleonora (sobre todo esta última) me han gustado mucho como personajes. De hecho, diría que uno de los puntos fuertes del manga es la forma tan original en la que están escritos sus personajes. Cada uno es un misterio a su propia manera, por lo que da mucho gusto ver la manera en la que cada uno se presenta al mundo. Tienen una manera muy distinta de entender la vida, por lo que cada vez que uno entra en escena, lo hace de manera diferente.
Esto permite que la lectura se sienta renovadora con cada interacción. No te da tiempo a cansarte de la forma en la que cada hermano afronta un problema, puesto que —hasta ahora, al menos— sus intervenciones están muy bien medidas. Aunque confusa, su narrativa es bastante atractiva, pues es capaz de ofrecer la dosis justa de cada personaje cuando toca. Tanto es así que siempre te deja con ganas de algo más.
Un manga cargado de buenos personajes
Ahora, por ejemplo, tengo muchas ganas de ver cuál es el pasado de Domador y cuál es su relación real con el reino que está visitando, pero no me olvido de Insomne y Eleonora. Estos dos han sido capaces de granjearse mi cariño en solo tres volúmenes, por lo que estoy deseando saber más sobre ellos. Tengo ese gusanillo, lo cual es muy positivo. Lo bueno es que Domador no decepciona como nuevo protagonista, debido a que abre nuevas posibilidades y presenta incógnitas inéditas hasta la fecha.
Es por esto mismo que digo que una de las grandes virtudes de Los siete caballeros del Reino Marronnier es la manera en la que se construyen sus protagonistas. Y no solo hablo de los siete hermanos, sino también de los que les rodean. Hay muchos caracteres que tienen mucho que ofrecer. Es una virtud que no muchas obras pueden emular, siendo esto algo que valoro muy positivamente. Aparte, el mundo que Nao Iwamoto diseña tiene mucho gancho. Los escenarios, aunque algo desdibujados, tienen carisma.
De una manera u otra, te hace querer saber más de cada reino y de cada ciudad. Quieres saber cómo funciona cada sociedad y cómo se relacionará con el caballero/séquito de turno. Algo que gana especial relevancia cuando agregas a la ecuación la magia y la fantasía. Dentro de cada entorno parece haber algún tipo de entidad superior capaz de mover los hilos, pero no son lejanos. Interactúan con el mundo y, en realidad, no se acercan a lo que entenderíamos por divinidad.
Reseña de Los siete caballeros del reino Marronnier n.º 3: conclusiones
Por eso me gustan tanto. Por eso y porque se relacionan con el ser humano como tal, lo cual genera todo tipo de situaciones de lo más inverosímiles. En resumen, Los siete caballeros de Marronnier tiene el mismo problema de siempre (que es demasiado confuso en determinados segmentos), pero se refuerza con cada nueva entrega. Sabe manejar bien los tiempos y dispone de un elenco con la fuerza suficiente como para sentir que te perderás algo bueno si lo dejas a un lado.
Es por esto mismo que, más que darle una oportunidad, quiero mantenerme junto a ellos durante un largo tiempo. Sin ser mi lectura positiva, tengo la sensación de que siempre será capaz de aportarme algo distinto a lo habitual. Tal vez sea porque no estoy tan acostumbrado a los josei, mas considero que me sentiría igual aunque fuese de otra manera. Sin más, creo que esa es la mejor conclusión que os puedo ofrecer. Bueno, esa y que me está gustando; estoy disfrutando de la lectura y quiero seguir ahondando en ella.
- Es una con premisas bastante originales.
- La lectura es amena y tiene buen ritmo.
- Los personajes están bien diseñados y tienen carisma.
- El estilo artístico tiene mucha personalidad.
- La construcción de su universo tiene potencial.
- A veces es un poco lioso.
- Si no te entra por los ojos de buenas a primeras, no lo hará en el futuro.
