Cuando una saga de juegos lanza su tercer juego, será por algo. Muchas veces, además de otros indicadores, el éxito o el cariño que la gente tiene a una serie de juegos se mide en cuantos lanzamientos, a lo largo de los años, vemos de una franquicia. He de reconocer que pese a lanzarse Cat Quest en 2017, han sido unos juegos que siempre he querido jugar. Pero al final, por una cosa o por otra, lo acababa dejando. Pero con el anuncio de Cat Quest 3, del que hoy os traigo el análisis (y aquí os dejamos las primeras impresiones), me propuse jugar previamente a los 2 juegos previos. Si me acompañáis, os cuento que me ha parecido mi aventura gatuna.
Como digo, gracias a múltiples ofertas o incluido en múltiples suscripciones (Prime Gaming, PS Plus…) es muy fácil ponerse al día con la saga. Además, se trata de juegos de una duración bastante comedida, por lo que también es apto para aquellos que tengan poco tiempo para jugar. El pasado 8 de agosto se lanzó en PC y consolas (tanto de antigua como actual generación) Cat Quest 3, desarrollado por The Gentlebors y editado por Kepler Interactive. Empecemos por la historia.
Análisis Cat Quest 3: una historia correcta
He de decir que la historia, a pesar de ser muy simpática y estar bien hilada, no será el punto más fuerte del juego. En esta ocasión, dejamos el tono medieval y de fantasía de las otras entregas y viajamos al Caribe. Mejor dicho, el Gatibe. Este archipiélago estará repleto de Pi-ratas en busca de la Estrella del Norte, un mítico tesoro que desapareció hace mucho tiempo. Y será tarea nuestra encontrarla y hacernos con ella, como buen aventurero que somos. Como digo, la historia no nos volará la cabeza, pero sirve de manera más que suficiente para hacer avanzar la acción del juego, el verdadero aliciente del mismo.
Uno de los aspectos más interesantes del juego es lo que nos propone: la acción del combate contra nuestros enemigos. Ambientado en un mundo abierto en el que serás libre para explorar a tu manera (pero cuidado, ciertas zonas serán muy difíciles si no te preparas antes y subes tanto el nivel de tu personaje como de sus items), siempre tendrás claro el objetivo. Pero será elección tuya el ir a por la misión principal o entretenerte (y de paso amasar oro y experiencia que irá muy bien para más adelante) en las abundantes y entretenidas misiones secundarias o búsquedas de tesoro.
Un gran mundo que explorar a pie o en barco
A pesar de ser un gran mundo abierto y poderlo explorar a tu merced (gracias entre otras cosas a la gran novedad de esta entrega, tu barco), sí que habrá misiones o tesoros que no podrás conseguir desde los inicios del juego. Es normal y el juego lo hace para que premie tu exploración y te haga avanzar en el mismo. Realmente hay muchas cosas que hacer y muchos tesoros que encontrar, así que los fans de los coleccionables tienen unas cuantas horas extras. Y esto es un acierto, ya que el que quiera ir al grano, puede acabarse el juego en unas 7 horas, una duración algo menor que las entregas previas.
Para desgranaros el combate, este será muy sencillo de habituarse. Contaremos con, además de ataques cuerpo a cuerpo o con pistola/trabuco, unas magias muy variadas con las que añadir daño a nuestros enemigos. No faltará el dash para evitar el ataque y, en definitiva, unas mecánicas simples, pero que hacen del combate algo muy disfrutable. Quizás, con el paso de las horas y para algunos jugadores, el combate se haga algo repetitivo. Pero lo sencillo del mismo y lo breve que suelen ser los encuentros, hacen que no te canses de él.
También tendremos momentos en los que debamos combatir en barco, que contará con su propio apartado en el inventario para añadirle mejoras. Además de usarlo para combatir con otros barcos (y algún que otro enemigo despistado que se acerque a la costa) podremos usarlo para desplazarnos de manera muy rápida por las diferentes islas que pueblan el mapa, haciendo posible un viaje muy rápido.
Sobre todo, sentido del humor
Además de una historia decente y un combate bastante correcto, lo que más me ha gustado (pero no sorprendido porque esto ya venía de los otros dos juegos) es el increíble sentido del humor que tiene el juego, sobre todo gracias a la perfectísima localización a nuestro idioma.
Muchas serán las situaciones que a lo largo de la aventura nos arranquen una sonrisa y hagan que, al finalizar nuestra sesión de juego lo veamos todo con más alegría. Pero sobretodo, y relacionado con este aspecto, está la labor que se ha hecho adaptando todo lo que leemos en el juego. Desde nombres de islas, de enemigos y hasta situaciones de todo tipo, el humor tiene mucho más sentido gracias a la tarea realizada.
Análisis Cat Quest 3: apartado técnico, audiovisual y conclusiones
Pasando al apartado técnico, el juego se ha jugado tanto en PC como en Steam Deck. Em ambos sistemas el rendimiento ha sido perfecto y no hemos observado ningún fallo o bug. Además, en el PC consolizado de Valve la batería ha aguantado bastante bien el tipo y no ha sido necesario ajustar el TDP para arañar unos minutos extra. En cuanto al apartado audiovisual, aunque quizás no sea muy profesional, el término «cuqui» es el que mejor lo define. Su paleta de colores, bien definida, y todo el tono que tiene el juego hace que sea muy agradable a los ojos y que su mundo sea bello, explores donde explores.
Así pues, como conclusión de este análisis de Cat Quest 3, solo tengo buenas palabras y os animo a que lo probéis si podéis. Siempre será mejor jugar a los otros dos juegos (aunque son historias distintas), pero puedes lanzarte a por él sin miedo sin haber jugado los anteriores. A pesar de poder ser un juego algo simple en lo que propone (combate y estructura de misiones), se trata de un título muy entretenido, cuya mejor baza es su tremendo trabajo de localización a nuestro idioma.
- Su gran trabajo de localización
- El sentido del humor y lo «cuqui» de la propuesta
- Combate que puede ser poco profundo
- Se antoja más corto que las entregas previas
 nos ha dejado un muy buen sabor de boca.){kind=link}