Fandogamia no es la editorial más gamberra del mercado español por nada, y Nikuda n.º 1(el protagonista de nuestra reseña del día) es el ejemplo perfecto de ello. Alocada, y al más puro estilo Mad Max, es como si Fallout hubiese hecho manitas con Borderlands hasta engendrar el hijo más feo —en el buen sentido, si es que eso existe— posible. Divertida, trepidante y sin pelos en la lengua, es un cóctel cargado de adrenalina en donde no hay orden, solo caos.
Liderada por el propio Pedro F. Medina, el rostro más visible de la gran F, y Manuel Torres, se define como una de esas historias a las que en realidad no puedes definir. Indescifrable por su propio peso, es un beso de cianuro repleto de humor absurdo, balas y destrucción, mucha destrucción. Construida en un entorno «soviet-western-punk de risas y tortas, en orden intercambiable», os podría decir muchas cosas sobre ella, pero la más importante es que podéis echarle un vistazo gratis en la propia página web de la editorial.
En efecto, en Fandogamia son tan majos que antes de venderte un tebeo, te dejan que lo leas entero para ver si te gusta, así que en realidad esa es la mejor review que podéis leer: la que os construis vosotros mismos. Pero como no estais aquí por eso, pues voy a contaros que me ha parecido a mí. Aquí hemos venido a hablar de mi libro. Bueno, de mi reseña, pero ya me entendéis. Al menos los más veteranos y los que gustáis de los memes más absurdos de 1993. Ah, y por si os he liado mucho, os dejo una aclaración antes de empezar: Nikuda es una lectura interesante y divertida. La recomiendo, y ahora os contaré los motivos.
Reseña de Nikuda n.º 1 | Portada, sinopsis y edición
Noah es un sheriff en NIKUDA… todo lo sheriff que puede ser alguien en un planeta en el que la ley es un eufemismo y la violencia campa a sus anchas. Esconde un terrible pasado y por eso trata de pasar desapercibido, aunque también hay que reconocer que eso es lo normal por aquí.
Cuando se cruce en el camino de Xaxa, una niña que se ha convertido en el objetivo de todos los bandidos, cazarrecompensas y militares de la zona, quizá encuentre una razón para retomar las armas y enfrentarse a sus propios fantasmas y a un montón de peña loquísima y armada hasta los dientes.
Si te va el rollo Mad Max, Borderlands, Starship Troopers y los tiburones con patas este es un tebeo en el que fijarse.
| Colección | Nikuda vol. 1 de 2 |
| Autoría | Pedro F. Medina y Manuel Torres |
| Género | Acción, ciencia ficción, humor |
| Formato | Rústica con solapas |
| Tamaño y páginas | 15 x 21 cm con 128 páginas b/n |
| Precio | 13 € |
| Maquetación | Pedro F. Medina |
| Fecha de lanzamiento | 16/05/2024 |
En general, podemos decir que estamos ante un cómic con una edición bastante sobria y de buen hacer. La calidad de los materiales empleados es bastante buena, la relación calidad-precio es de lo mejorcito que nos podemos encontrar, goza de una buena maquetación… Vaya, que es un producto que cumple con nuestros estándares como consumidores.
Sálvese quien pueda
Vale, ahora que ya hemos hablado terminado de hablar de la edición, nos toca recuperar el contenido del cómic como tal. En ese sentido, lo primero que podemos destacar de Nikuda es que es una obra con un diseño muy directo. La historia se construye alrededor de un planeta Nikuda en un tiempo de postguerra. A grandes rasgos, todo se ha ido al traste, y cada uno sobrevive como puede. En un ambiente marcadamente distópico que podría ser la perfecta fusión entre Mad Max y Starship Troopers (como ellos muy bien explican), impera la ley del más fuerte.
Al menos se infiere, puesto que en teoría, porque en teoría existen una serie de sheriff que tienen que velar por el orden. En la mayoría de caso lo hacen de boquilla, puesto que es complicado encontrar algo de bondad cuando hasta tu primo puede vaciarte un cargador en la cabeza. No obstante, nuestro protagonista, Noah, parece ser diferente. Aunque es bastante dejado y prefiere hacer oídos sordos, es de los pocos que hacen algo. Sobre todo cuando la historia avanza un poco.
Los tres primeros capítulos, es decir, la mitad del cómic, aproximadamente, es más bien una presentación del mundo de Nikuda. Con relativa paciencia, Pedro y Manuel te muestran cómo es el mundo, cómo son sus protagonistas y cómo funcionan las cosas. En general, podemos decir que esta primera parte está bien planteada a nivel narrativo, aunque algunos saltos entre viñetas pueden ser un poco confusos. A veces suceden cosas que puedes inferir sin verlas, pero que, al no estar presentes, lían un poco.
Un soviet-western-punk de risas y tortas
Nada del otro mundo, todo sea dicho, ya que en general puedes seguir la historia de manera bastante eficaz y sin perderte. En ese sentido, tiene bastante mérito tanto el diseño del guion como el dibujo. Dentro del caos, disponen de cierto orden, por lo que puedes entender qué está sucediendo sin necesidad de releer nada o quedarte con cara de tonto. Todo sea dicho, aunque esto es algo que personalmente a mí no me desagrada, algunas escenas pueden sentirse un tanto lentas debido a la gran cantidad de diálogos que hay.
Estos también pueden ser ligeramente confusos, ya que en determinadas ocasiones introducen o manejan conceptos muy nuevos que solo existen dentro del cómic. Infieres, en muchos casos, que son, por lo que al final también le pillas el truco, pero puede costar. Diría que este es el mayor «defecto» de un tebeo con buenas ideas y que, ante todo, te deja con buen sabor de boca.
Sobre todo porque dentro de la idiosincrasia habitual del cómic, intenta (o esa es la sensación que a mí me ha dado) aportar algo diferente. Sus personajes y sus escenarios son bastante atípicos aunque se construyan en un género que ya hemos visto muchas veces. Sabe tomar referencias de los grandes, pero desde una perspectiva muy única y personal. Es el cómic de Pedro y Manuel, y de nadie más. Destila personalidad en todas y cada una de sus páginas.
Reseña de Nikuda n.º 1: conclusiones
Por supuesto, si no te llama la atención en un primer momento, no lo hará, puesto que no se encajona bajo los preceptos habituales del cómic más comercial. Esto provoca que su puesta en escena y los primeros compases puedan sentirse abruptos, pero en realidad da gusto. Se deja leer y se disfruta de principio a fin. En general, eso sí, prepárate para el humor, porque te lo piensa estampar en la cara cuan tarda enfriándose en el alfeizar.
Le gusta mucho tirar de toda clase de bromas, y lo cierto es que le sienta bien. Sobre todo para descargar un poco toda esa tensión que un mundo abocado a la destrucción, la muerte y el sufrimiento trae consigo. Ah, y no os preocupéis: cuando le toca ser serio, sabe serlo, y tiene algunas viñetas que impactan mucho. Diría, pues, que estamos ante un trabajo con bastante potencial.
Lo único es que, en realidad, este primer tomo solo son los cimientos de algo más, siendo la segunda entrega la que nos dirá cómo de bueno es al final. Desde el principio, ambos autores juegan con —por ejemplo— el misterioso pasado de su protagonista. Hay otras incógnitas, pero prefiero no hablaros de ellas, pues se centran en algunos temas que podrían ser considerados spoilers. Dicho esto, os recuerdo que me ha gustado y que pienso que es un tebeo muy interesante, divertido y llamativo, y que podéis echarle un vistazo (os lo dejo por si acaso de nuevo) gratuitamente a través de su web oficial.
- Divertido y diferente, tiene mucha personalidad.
- Es directo y goza de una buena narrativa.
- El guion es original y el arte es atractivo.
- Los personajes tienen carisma y se salen de los cánones habituales.
- Es entretenida de principio a fin.
- Algunos saltos entre viñetas son un poco obtusos.
- Un par de interludios cuya conexión narrativa no es tan firme.
