Allá en su momento, con los primeros volúmenes de La bestia del rey, os expliqué que uno de los puntos flacos de la historia era que el ritmo era demasiado elevado en determinados momentos. La relación entre Rangetsu y el príncipe Tenyo, nuestros dos protagonistas, avanzada demasiado rápido. Poco a poco, la mangaka fue corrigiendo esos detalles, encontrando una narrativa más adecuada a medida que pasaban los capítulos. Ahora, mientras preparaba la reseña de La bestia del rey y su volumen n.º 6, he llegado a la conclusión de que aquello es poco más que un vacuo recuerdo.
O lo que es lo mismo, Rei Toma ha crecido como guionista y narradora a medida que avanzaba en su propia historia. Algo curioso si tenemos en cuenta que —en realidad— La bestia del rey no es su primer trabajo. Pese a ello, los primeros compases fueron demasiado audaces. Sentías que sus personajes daban demasiados pasos al frente, casi sin detenerse a mirar quiénes eran o qué estaba ocurriendo. Por suerte, ha cambiado, y ahora todo se desarrolla bajo un prisma más interesante.
Inclusive, se ha atrevido a hablar de algo tan básico como el sexo. Sin llegar a introducir ningún contenido explícito, ha abordado los deseos más carnales de sus protagonistas. Y no solo me refiero a la bestia sirviente y el príncipe al que sirve, sino de aquellos que los rodean. Todo a través de una secuencia muy bien tirada que ha despertado el interés, curiosidad o deseo de determinados personajes. Entretanto, el propio príncipe empieza a dudar sobre su sexualidad: ¿Está bien que sienta la tentación de besar a Rangetsu aunque sea un hombre? Por supuesto, no sabe que en realidad es una mujer, y de ahí sus dudas.
Reseña del manga La Bestia del rey n.º 6 | Portada, sinopsis y edición
Rangetsu reniega de su identidad de mujer y se convierte en la bestia sirviente de Tenyô, el cuarto príncipe. Tras encontrar la luz en la gentileza del príncipe, Rangetsu jura ayudarlo en su camino hacia el trono. Sin embargo, acaba albergando unos sentimientos por Tenyô que ni ella misma puede perdonarse. En estas, interviene entre ambos el príncipe Kôgai, que ha empezado a mostrar un peculiar interés en Rangetsu.
Colección | La bestia del rey vol. 6 de 14 (en publicación) |
Autoría | Rei Toma |
Género | Shôjo, artes marciales, fantasía, misterio, romance |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 x 18 cm con 168 páginas en b/n |
Precio | 8,95 € |
Maquetación | Olivia Sanz (Drac Studio – Daruma) |
Traducción | Judith Zamora Lablanca |
Fecha de lanzamiento | 09/05/2024 |
Reseña | Volúmenes anteriores |
Con esto en mente, y antes de continuar, me gustaría hablaros brevemente de la edición. En general, y como ya es habitual en Distrito Manga, el resultado es bastante bueno. Más allá de algún corte lateral que se come los bordes, la maquetación es de bastante calidad. Como dispone de bordes internos, es bastante fácil de leer, y tanto la traducción como la impresión son de buen nivel.
Un amor más adulto
Todo sea dicho, habiendo dejado atrás las cuestiones sobre la edición, debemos decir que Rei Toma bastante bien el tema. Es decir, lo aborda desde la naturalidad más absoluta, siendo esta la respuesta correcta en cualquier circunstancia. Tenyo no duda de sí mismo y su sexualidad porque se interese por una bestia sirviente masculina, sino porque en realidad no tiene experiencia alguna con el amor. Aunque está muy versado en ciertos temas, en este otro es poco más que un niño que está comenzando a caminar.
Es ahí cuando entra en acción uno de sus hermanos, quien le revela cómo podría afrontar esta situación usando a su favor su posición de príncipe. El caso es que, sin entrar en más detalles para no estropearos el contenido de la historia, las cosas están avanzando por buen camino. En estos momentos, con el presente volumen como ejemplo, siento que La bestia del rey ha alcanzado el grado de madurez que le pedía durante sus primeros compases. Eso sí, sigue sin trabajar demasiado en su worldbuilding, por lo que en realidad seguimos sin saber demasiado cómo es la vida fuera del castillo.
Y es una pena, la verdad, puesto que creo que detrás de los lujos y el oropel del castillo se esconde un mundo repleto de vida que merece ser explorado. Sea como fuere, La bestia del rey no es ese tipo de historia, por lo que ya podemos asumir que todo se centrará en la relación entre sus personajes… y en la trama que se desarrolla a sus espaldas. Recordemos, pues, que al final todo se construye sobre una competición que determinará quién es el nuevo emperador del reino, siendo las bestias sirvientes una parte muy importante de la misma.
Un mundo oscuro
Este no es el único avance que hemos visto. Hasta ahora, uno de los hilos más importantes es la muerte del hermano de Rangetsu. Fue este evento lo que provocó que la bestia se hiciese pasar por hombre para infiltrarse en el castillo y encontrar a su asesino. Tras mucho tiempo sin obtener nuevos pistas, se han revelado nuevos detalles, renovando el interés por esta trama justo antes de que decayese. Es decir, es un buen giro y un buen gancho.
Gracias a esto vemos el lado oscuro de determinados personajes, o cómo las intrigas de palacio pueden provocar que las personas saquen lo peor que llevan dentro. Es un combo interesante, puesto que nos permite disfrutar al mismo tiempo tanto del incipiente romance entre nuestros protagonistas, como de un misterio llamativo y atractivo capaz de mantenernos en vilo en casi todo momento.
Todo esto me hace pensar que La bestia del rey es un manga que con algo más de tiempo será incluso mejor. Ha ido progresando poco a poco, sabiendo encontrar sus puntos fuertes de manera progresiva. Crece y evoluciona de manera progresiva, dejándonos con una mejor sensación con cada nueva entrega. Así pues, me quedo con ganas de más, y espero que las cosas siguen por este rumbo.
- El dibujo es verdaderamente bonito.
- La lectura es entretenida y amena.
- Dispone de una edición de gran calidad.
- La historia, el ritmo y la narrativa ahora sí se han asentado.
- Progresa adecuadamente y la construcción de sus personajes está mejorando poco a poco.
- Presenta algunos tópicos demasiado concurrentes.
- Empieza demasiado rápido y tiene picos.