Una de las licencias más singulares de Distrito Manga desde que se inició en el mundo del tebeo japonés fue, sin duda, la de Rei Toma, y de eso quiero hablaros hoy en mi reseña de La bestia del rey n.º 4. A fin de cuentas, cuando se presentó ante nosotros, se definió como una historia independiente construida sobre el núcleo de otra serie anterior que se desarrollaba en el mismo mundo. Esto me hizo temerme varias cosas que, de buenas a primeras, se cumplieron, pero se han ido solventando.
Como la autora construyó su relato asumiendo que ya conocíamos el mundo, fue muy directa con ciertos temas, lo cual hizo que la lectura independiente de este segundo trabajo ser sintiese demasiado acelerado en sus compases iniciales por la falta de contexto. Por suerte, eso ha ido cambiando con el tiempo, y ha sido en este cuarto tomo cuando de verdad he sentido que ha habido un cambio para bien.
Es por esto mismo, aunque ahora os seguiré hablando de ello, creo que la mejor manera de entender todo esto es con paciencia. Durante sus compases iniciales, le cuesta y, en cierto modo, va demasiado al grano, pero ha sabido reconstruirse hasta darnos justo lo que necesitamos.
Reseña de La Bestia del rey n.º 4 | Portada, sinopsis y edición
La situación cada vez es más tensa: alguien perteneciente al círculo del palacio imperial está tratando de matar al príncipe Tenyô. Rangetsu tiene razones para creer que Kôgai, el príncipe de hielo, se encuentra tras ese siniestro plan. Sin embargo, cuando la situación se pone violenta en los torneos, Rangetsu decide desafiar directamente al tercer príncipe. Pero… en vez de participar en el enfrentamiento, termina siendo el premio de un duelo entre los dos hermanos reales.
Colección | La bestia del rey vol. 4 (en publicación) |
Autoría | Rei Toma |
Género | Shôjo, artes marciales, fantasía, misterio, romance |
Formato | Tapa blanda con sobrecubierta |
Tamaño y páginas | 13,1 x 18 cm con 168 páginas en b/n |
Precio | 8,95 € |
Maquetación | Guillermo Bonin (Drac Studio – Daruma) |
Traducción | Judith Zamora Lablanca |
Fecha de lanzamiento | 02/11/2023 |
Con esto en mente, y antes de continuar, me gustaría hablaros brevemente de la edición. En general, y como ya es habitual en Distrito Manga, el resultado es bastante bueno. Más allá de algún corte lateral que se come los bordes, la maquetación es de bastante calidad. Como dispone de bordes internos, es bastante fácil de leer, y tanto la traducción como la impresión son de buen nivel.
El manga ha dado un salto cualitativo importante
En esta cuarta entrega debo decir que algunos de los problemas más relevantes de los tres anteriores se resuelven. Al menos de cierta manera. Uno de los grandes contratiempos que nos ofrecía esta lectura es que la historia se sentía demasiado apresurada en sus primeros compases. Ahora, no obstante, ya nos hemos acostumbrado a ello. De hecho, como el principio fue tan rápido, todo lo que acontece en estos momentos tiene mucho más sentido. Consecuentemente, podemos decir que la narrativa se ha estabilizado.
Gracias a ello, he disfrutado bastante más de la historia que antes, pues ahora sí que he sido capaz de empatizar mucho mejor con sus diferentes personajes. Más concretamente, con nuestros dos protagonistas, Tenyo y Rangetsu. Ahora, tras las dudas iniciales, parece que su relación —y no lo digo en el ámbito amoroso— es mucho más sólida que antes. Sus interacciones son más naturales, por lo que todos salimos ganando.
De la misma manera, la intervención de Kogai, el tercer príncipe, nos ofrece una ruta antagónica bastante ligera con la que adentrarnos un poco más en materias palaciegas. Quien parecía ser el principal sospechoso a la hora de perjudicar a Tenyo es —en realidad— un hombre justo, pero muy competitivo. Kogai odia a su hermano, y quiere ser el emperador, pero demuestra un orgullo muy digno; quiere derrotarle por sus propios medios.
Cuando todo empieza a funcionar…
Por lo tanto, se destaca (al menos a priori) que haya sido él quien ha envenenado el té para inculpar a Tenyo, mas nunca se sabe. Sea como fuere, esta dicotomía es bastante entretenida, ya que presenta algunas narrativas muy interesantes que no habíamos visto con anterioridad. Al menos no de esta manera. Si bien es cierto que no es el primer enfrentamiento que Tenyo y Rangetsu tienen que superar, ha sido el más atractivo de todos.
Sobre todo porque se ha dividido en dos partes. Por un lado, hemos tenido una muy corta competición en la que Rangetsu y Tenyo demuestran que confían cada vez más la una en el otro, y viceversa. Por otro, un duelo de carácter más mental (no se profundiza mucho en el cómo, sino más bien en el porqué) en el que el cuarto príncipe —nuestro protagonista— demuestra que tras esa sonrisa tranquila se esconde un pequeño depredador.
De hecho, la enemistad del cuarto y el tercer príncipe nace precisamente de esto. Kogai, el tercero, está harto de que Tenyo oculte sus verdaderas habilidades, y usa a Rangetsu para provocarle. Esto permite que la trama dé un pequeño vuelvo muy coherente, lógico y entretenido, en donde cada gesto, movimiento y respuesta tienen mucho más sentido que antes. Ahora sí, se siente que lo que ocurre no solo tiene coherencia con la historia, sino también con sus personajes.
Reseña de La Bestia del rey n.º 4 | Conclusiones
Esto nos deja varias conclusiones muy interesantes, pero la más vital de todas ellas es que Rei Toma parece estar creciendo como mangaka. Aunque está claro que los tres primeros tomos lastran un poco el concepto general de la presente obra, esta cuarta entrega asienta unas bases mucho más sólidas. Así pues, me ha demostrado que ese potencial que creí ver en sus primeras páginas es real y que, con algo de tiempo, La bestia del rey puede ser mucho más.
De momento lo está consiguiendo y, aunque todavía es pronto para decir si lo ha logrado, debo decir que ahora siento más curiosidad que nunca. Por primera vez, la lectura me ha atrapado de verdad. Antes continuaba un poco por inercia, para ver si —en efecto— la historia mejoraba y la trama daba un paso hacia delante. Ahora quiero leer de manera genuina, lo cual me encanta.
Sigo diciendo que debemos ser pacientes y tener cuidado, pero las sensaciones son cada vez más positivas. Sobre todo porque ha sido Rei Toma ha sido capaz de encauzar el argumento sin necesidad de dar un gran sobresalto. No ha dado un giro de 180 grados ni ha roto con los esquemas anteriores. Simple y llanamente, ha encontrado un punto mediante el cual asentar lo visto en los tomos anteriores y plantar las semillas del futuro.
- El dibujo es verdaderamente bonito.
- La lectura es entretenida y amena.
- Dispone de una edición de gran calidad.
- La historia, el ritmo y la narrativa ahora sí se han asentado.
- Progresa adecuadamente y la construcción de sus personajes está mejorando poco a poco.
- Presenta algunos tópicos demasiado concurrentes.
- Empieza demasiado rápido y tiene picos.