
Muy buenas a todos. Mi nombre es Rubén Vizán y soy el tipo que está detrás del sitio web Pixelmanicos.com. Resulta que aquí la gente de FreakEliteX me han dejado un huequillo y estoy aquí para hablaros de 10 viejas recreativas a las que tenéis que jugar sí o sí. ¡Vamos a verlas!
Blood Bros.

Comenzamos por la ya mítica recreativa aquella del indio y el vaquero. Sucesor espiritual del clásico Cabal, Blood Bros. es uno de esos pegatiros en tercera persona de los que ya no quedan. Nuestro deber es el de ir limpiando la pantalla de enemigos y cargarnos todo lo que se pueda romper para pasar a la siguiente fase.
Nos encontraremos escenarios que se prestan genial a la destrucción, algo que destaca mucho en esta joya realizada por TAD Corporation. Además, mucho de los jefes de fin de fase os van a dejar con la boca abierta, y es que, en 1990, año en que apareció Blood Bros., eso era todo un espectáculo.
Un juegazo muy divertido, con una estética steampunk que le viene genial y un control muy bueno. Por supuesto, se recomienda disfrutarlo en su modalidad para dos jugadores, con otra persona a los mandos.
Caveman Ninja

Ahora nos vamos a la prehistoria con uno de los juegos de plataformas más entrañables del mundo arcade. Hablamos de Caveman Ninja (también conocido como Joe & Mac). En este simpático juego de 1991, publicado por Data East, asumimos el papel de dos trogloditas llamados Joe y Mac, y resulta que una tribu rival secuestra a las señoras de nuestra aldea y debemos rescatarlas.
Para ello nos lanzaremos con nuestros potentes brazos giratorios a por estos facinerosos y otras criaturas prehistóricas que nos harán la vida imposible. Destaca, como no, los potentes, peligrosos y espectaculares jefes de fin de fase, que custodian a cada una de las pobres secuestradas que debemos liberar.
Caveman Ninja destaca por su simpatía, su gran jugabilidad y su divertido modo para dos jugadores. Un título que ni de coña pasó desapercibido en su día al salir versiones para casi todos los sistemas domésticos del mercado.
Combat School

El entrenamiento de un marine americano es muy duro, pero nunca fue tan divertido como en Combat School. Dos aguerridos muchachotes deben superar una serie de entretenidas pruebas para mostrar su valía, ganar puntos dentro del ejército y finalmente enfrentarse a un grupo terrorista que quiere hacerle la pascua al mismísimo presidente de los Estados Unidos.
Los japoneses Konami se sacaron de la manga en 1987 esta divertidísima colección de mini juegos que también se conoció bajo el nombre de Boot Camp en ciertos mercados. Podremos correr, nadar, disparar a diferentes objetivos e, incluso, darnos de tortas contra nuestro instructor, que nos espera para una buena pelea.
Y como viene siendo habitual Combat School gana muchos puntos con la opción para dos jugadores. Junto a otro colega podremos sacudir de lo lindo al joystick, y es que este juego invita a aporrear el mando, teclado o lo que sea a base de bien. Avisados estáis, que luego no quiero problemas.
Final Fight

Jamás podría dejar de lado al que para mi es uno de los beat ‘em up más importantes de todos los tiempos. El maravilloso Final Fight de Capcom es toda una oda a los amantes del género coloquialmente llamado “yo contra el barrio”, y los nombres de Cody, Guy y Haggar ya forman parte del paseo de la fama videojueguil.
Escoge personaje y lucha sólo o con un amigo contra la malvada banda Mad Gear, que tiene aterrorizada a la ficticia ciudad de Metro City. Su gran jugabilidad y un apartado audiovisual verdaderamente espectacular ponen la guinda a uno de los mejores brawlers que podemos jugar.
Esta joya de 1989 iba a ser la continuación del también mítico Street Fighter, pero en Capcom decidieron darle otra vuelta de tuerca y les quedó un juego estupendo y totalmente distinto. Por cierto, consolas como Super Nintendo o el malogrado Mega CD de Sega se beneficiaron de estupendas versiones caseras de esta maravilla.
Hammerin’ Harry

¿Un chico japonés armado con un mazo gigante que va tras unos chapuzas que han destruido su casa? ¿Hay algo que puede fallar en todo esto? ¡En absoluto! Y es que Hammerin’ Harry, el genial plataformas de Irem lanzado en 1990 y protagonizado por el ya icónico Gen-San es otro imprescindible de los recreativos.
Ese ambiente obrero, plagado de peligrosos “currelas”, armados con llaves inglesas, grúas o carretillas, es brutal. Con jefes finales inolvidables como el currito de los sacos o el topo gigante, ítems originales como la guindilla o el mazo gigante y otras lindezas obreriles nos esperan en Hammerin’ Harry.
Hay que señalar que este juego nunca salió al mercado doméstico, pero sí hubo juegos para consolas Nintendo (el más reciente en PSP) basados en este personaje. Eso sí y sin duda alguna como el original de los arcades no hay ninguno.
Prehistoric Isle in 1930

Mezclando una isla misteriosa en medio de la nada, un avión con un potente arsenal y dinosaurios de todo tipo nos queda un explosivo cóctel que ríete tú de Jurassic Park. Efectivamente eso es Prehistoric Isle in 1930, un entretenidísimo shooter de la vieja escuela creado por SNK en 1989.
Adéntrate en un peligroso mundo de la prehistoria poblado por criaturas inimaginables. Solos o acompañados por un amigo iremos a los mandos de un antiguo avión de combate dotado de un poderoso armamento para dar caña a trogloditas saltarines, abejas asesinas, dinosaurios voladores y todo tipo de aterradoras criaturas.
Un vertiginoso arcade que no nos dará ningún momento de respiro, especialmente cuando nos enfrentemos a sus originales, terroríficos y gigantescos jefes de fin de fase. Se trata de dinosaurios ficticios creados para la ocasión y sacados de la peor de nuestras pesadillas. Todo un clásico.
Street Fighter II: The World Warrior

¡Qué decir del juego de lucha que lo cambió todo! A la hora de hablar del Street Fighter II de Capcom siempre me cae una lagrimilla. Han sido incontables las horas que pasé delante de esta recreativa, dando caña a la exagerada, por aquel entonces (hablamos de 1991, no lo olvidemos), cantidad de botones de juego, siendo tres botones para los puñetazos y otros tres para las patadas.
Siempre será un placer ver en pantalla aquellos sprites gigantescos para la época, moviéndose con una soltura y una suavidad de otro mundo. Y recordando especialmente esa jugabilidad perfectamente pulida que acompañaba cada movimiento de los míticos Ken y Ryu entre los ocho personajes a los que se podía jugar.
¿Lo mejor? Las interminables partidas junto a amigos, partiéndonos la cara en la pantalla de aquella recreativa mientras intentábamos ejecutar ese combo imposible. Quejándonos siempre de que no vale golpear en pajaritos y cosas por el estilo. Vamos, que siempre será un placer jugar una partidita a Street Fighter II siempre que se pueda.
Tehkan World Cup

Vamos con algo de deporte y también con todo un clasicazo del género. Hablamos del Tehkan World Cup, creado por la propia Tehkan (más adelante Tecmo) en 1985. Divertido juego de fútbol en perspectiva cenital que invita a picarse de lo lindo junto a otro jugador.
No necesitamos realismo ni equipos y jugadores licenciados. Aquí sólo tenemos que guiar a nuestra roja formación hasta la victoria. Nos enfrentaremos a selecciones con equipaciones de diferentes colores con el objetivo de ser los campeones del mundo. Y lo haremos en frenéticos partidos de minuto y medio de duración en el que con un poco de práctica podremos coser a nuestro rival con un doloroso 10:0 o similar.
Como veis en Tenkhan World Cup prima la jugabilidad por encima de todo, consiguiendo que factores como la diversión y la adicción nos invite a jugar partida tras partida. Y más si metemos a otro colega de por medio, que entonces la bomba podría explotar y no va a haber nadie que nos saque de ahí.
Tumble Pop

Sí, sí, no te equivocas, Tumble Pop es ese juego de dos chavales armados con aspiradores. ¿Para qué quieren esos trastos? Pues para recorrer el mundo limpiando de enemigos cada uno de los escenarios por los que pululamos en este juegazo de plataformas multi nivel.
Tumble Pop se divide en 8 mundos ambientados en 8 países diferentes, cada uno compuesto por una serie de fases y enemigos con una ambientación única en cada país. Aspiraremos a esos enemigos para derrotarlos, sin olvidar soltarlos y lanzarlos por los aires, ya que nuestra bolsa de aspirador se puede llenar y perderemos una vida.
Una genialidad lanzada en 1991 por una Data East que dominaba el mercado del os recreativos con gran maestría. Un título colorido, muy jugable, con mecánicas interesantes y especialmente divertido en su modalidad para dos jugadores.
World Rally Championship

En España también se han hecho grandes recreativas y World Rally Championship es uno de sus mejores ejemplos. Aquel juego de carreras al que todos los referíamos como “el juego de Carlos Sainz” sabía conquistar al personal de los recreativos, y eso que el famoso piloto de rallies no hacía acto de presencia en ningún momento.
A los mandos de un potente Toyota Celica recorreremos diferentes trazados en perspectiva isométrica. Carreras de tierra, asfalto y nieve, de día y de noche, con obstáculos y curvas imposibles. Con el objetivo de llegar a la meta antes de que acabe el tiempo, que nos viene pisando los talones desde el arranque de cada carrera.
Fue en 1993 cuando los barceloneses Gaelco lanzaron al mercado World Rally Championship. Ellos nos propusieron este juego 100% arcade, con frenéticas carreras y una jugabilidad a prueba de bombas que nos invitaba a ir superando carrera tras carrera. Y lo podíamos hacer con el típico mando de recreativa o con un volante y pedal para acelerar, ya que se nos ofrecían las dos opciones.