Hoy tenemos un nuevo vistazo al protagonista de Dying Light The Beast, Kyle Crane, que protagoniza un devblog muy interesante.
Sin duda, uno de los juegos «fuertes» para este mes de septiembre es Dying Light The Beast. Tras otro retraso sufrido para mejorar aquello que flojeaba en las previews de la prensa de videojuegos, lo nuevo de Techland sigue mejorando para intentar ser mejor juego. Y un buen juego como Dying Light The Beast necesita un buen protagonista. Es por ello que hoy os hablamos más de Kyle Crane, la figura principal.
En el último tráiler que os dejamos más arriba de estas líneas, podemos echar un vistazo al protagonista de Dying Light The Beast y todo lo que tiene que ver con las torturas sufridas por El Barón.
El protagonista de Dying Light The Beast a examen

Además, se han revelado cuantiosas informaciones sobre el desarrollo del videojuego gracias a una nueva entrada el el diario de desarrollo. Son muchos los detalles que nos dejan en esa web, centrados casi todos ellos en el protagonista. Pero también nos dejan detalles de otras cosas, como las armas. Comentan que: «Para las armas cuerpo a cuerpo, comparé las animaciones de DL1 y DL2. Era fundamental que cada golpe se sintiera poderoso y que acertar a un enemigo proporcionara una respuesta satisfactoria. Eso me llevó a ajustar las animaciones de movimiento y la forma en que el arma se detiene sobre el objetivo. El movimiento no podía ser muy lento, o el impacto se sentiría débil, así que opté por un gesto rápido combinado con una animación más lenta cuando el arma acierta al enemigo«
Recordemos que Dying Light The Beast combina los géneros de acción y supervivencia en el mundo abierto del valle de Castor Woods, un lugar antaño precioso, pero que ahora está hasta arriba de zombis en vez de turistas. Para acabar con quien te capturó, tendrás que formar alianzas frágiles y usar todas las opciones de combate y de movimiento que tienes a tu disposición. Pero, ¡cuidado! En este sitio, cada paso es una lucha por la supervivencia y más aún al ponerse el sol, pues la tensión se dispara y los verdaderos horrores salen durante la noche.