‘Star Wars: el ascenso de Skywalker’, review sin spoilers

0

La saga por excelencia dentro de la ciencia ficción llega a su fin. Cuarenta y dos años después de su primera incursión cinéfila, La guerra de las galaxias pone punto y final a su trama principal. En FreakEliteX ya hemos visto Star Wars: el ascenso de Skywalker y en esta entrada os contamos qué nos ha parecido.

Star Wars: el ascenso de Skywalker; una película para fans hecha por un fan

Soy de lágrima fácil y no tengo reparos en decirlo. No es algo que me avergüence, a fin de cuentas es un claro síntoma de que me importan las cosas, que no me muestro indiferente. Arranco hoy diciendo esto porque, en muchas ocasiones, me permite entender que el cine es, en gran medida, emoción y sentimiento. Se pueden revisar películas por lo que son pero tampoco hay que olvidar lo que te hacen sentir, aún con la subjetividad que todo ello conlleva.

Decía J.J.Abrams hace unos años en una entrevista mientras presentaba Star Trek (J.J. Abrams, 2009) que él, en realidad, era fan de Star Wars. Su reconocido prestigio y su pericia con el blockbuster -no olvidemos que debutó con Misión Imposible III (2006)- lo llevó finalmente a tomar las riendas de una entrega de la saga galáctica en 2015, cuando firmó El despertar de la fuerza. Algo que repite ahora con Star Wars: el ascenso de Skywalker (J.J. Abrams, 2019), una carta a los fans, como él, que deseaban presenciar el desenlace de una franquicia que ha marcado a varias generaciones.

Así, El ascenso de Skywalker no pretende extender ese carácter disruptivo que marcaron Los últimos Jedi de Rian Johnson en 2017, sino más bien recuperar la nostalgia que imperó en el episodio VII. Una cinta que mira al pasado para construir su futuro, uno que, ahora sí, parece resolverse de manera definitiva con una conclusión que no deja lugar a dudas: esto es el fin.

Star Wars: el ascenso de Skywalker

Belleza en las imperfecciones

Apostando por la ya mencionada nostalgia, Abrams construye un film que no es perfecto, pero que no por ello es menos disfrutable. Y es que hay situaciones algo menores, personajes bastante prescindibles, etc. pero nada de eso importa cuando el conjunto acaba cumpliendo sobradamente.

Parte del éxito de El ascenso de Skywalker es debido al ritmo, endiabladamente rápido y trepidante. De hecho, la primera hora pasa realmente rápida, tocando todos los aspectos que hicieron grande a la saga: variedad de planetas, momentos épicos y toques de humor que se intercalan con escenas de acción.

Con esa fórmula, Abrams va resolviendo todas las incógnitas que había planteado la franquicia hasta el momento. Y lo cierto es que todas tienen cabida en la trama; incluso llega a una explicación elegante para el origen de Rey. Menos dudas existen en torno al aspecto visual de la propuesta, simplemente apabullante y con unos efectos especiales tremendamente vanguardistas.

Pero lo mejor de todo es el cast, demostrando el enorme acierto que en 2015 supusieron los nuevos protagonistas. Daisy Ridley y Adam Driver están maravillosos, postulándose como esa dualidad en la fuerza entre Rey y Kylo Ren, una relación que se va intensificando con el paso de los minutos. También destacan John Boyega y un Oscar Isaac que, ahora sí, recoge todo el protagonismo del líder de la rebelión que se le presuponía.

Veredicto

Star Wars: el ascenso de Skywalker no es perfecta, pero es el desenlace que la saga merecía. Abrams construye un relato que funciona como un tiro, cimentado sobre la nostalgia de antaño. Cuarenta y dos años que encuentran aquí su final, una conclusión que destila amor por el universo de Lucas y que cierra la etapa Skywalker, un linaje del que todos podemos ser partícipes.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here