Título: Rosario to Vampire
Demografía: Shōnen
Género: Fantasía, acción, comedia romántica, sobrenatural, harén
Editorial: Shūeisha
Publicado en: Gekkan Shōnen Jump
Autor: Akihisa Ikeda
Formato: Serie manga con dos temporadas compuestas por 10 y 14 volúmenes recopilatorios
Fecha: 2004-2007 y 2008-2014
Sinopsis
Aono Tsukune es un estudiante de 15 años que se ve forzado a ingresar en la academia privada Youkai. Tras conocer a una hermosa chica, Akashiya Moka, descubre que esta es un vampiro. Asustado, termina por enterarse de que ha ingresado en una academia… particular. Todos los estudiantes allí presentes son seres de leyenda, espíritus y demonios. Kurumu Kurono, Yukari Sendou o Mizore Shirayuki son algunas de las personas que va conociendo en su estadía. La historia, que se centra en que nadie descubra su identidad, se transforma cuando Tsukune padece cierto contratiempo. A partir de ese momento, las cosas cambian para el joven muchacho.
Comparativa entre el anime y el manga
En primer lugar, me gustaría formular una pregunta: ¿Habéis visto el anime de Rosario to Vampire? Si es así, olvidadlo. El manga, a diferencia de su contraparte animado, es una historia con mayor profundidad y seriedad. Aunque bien es cierto que los arcos iniciales están carcomidos por un estilo más infantil y ecchi, la cosa cambia. Ciertamente, uno podría pensar que nos encontramos ante un manga superfluo y sin ningún tipo de valor. A decir verdad, el anime de Rosario to Vampire deja mucho que desear: es puro fanservice con alguna que otra escena de batalla interesante.
El manga, por otro lado, es como el vino: envejece muy bien. Además de adoptar un estilo de dibujo más profundo, la historia abandona ese aspecto infantil de forma muy elocuente. Principalmente, el primer paso que se debe dar a la hora de leer este manga es olvidar el anime. Los personajes, aunque muy similares, demuestran una clara evolución psicológica. Las cosas, a decir verdad, se van complicado con el paso del tiempo. Esa actitud infantil y sin profundidad, en la mayor parte de los casos, va adquiriendo un matiz cada vez más responsable… y oscura. Es a partir, sobre todo, de la segunda temporada cuando todo comienza a cambiar.
De Rosario to Vampire a Rosario to Vampire II
Con respecto a la trama, he de decir que la segunda temporada me sorprendió muy gratamente. Allá por los últimos arcos de Rosario to Vampire, se puede observar cómo las cosas van cambiando lentamente. No es hasta Rosario to Vampire II, empero, cuando se puede contemplar este cambio con mayor profundidad. Ese argumento, antes plano, sencillo y repleto de ecchi, se transforma. Se abandona, casi por completo, ese pensamiento tan vacío y simplón de los primeros arcos buscando algo más. Aunque bien es cierto que mantiene determinadas herencias de su primera parte, los cambios son de agradecer.
En realidad, lo que se está produciendo es, simplemente, la maduración del fruto. Aquella serie, de gran potencial desaprovechado, termina por florecer hasta convertirse en lo que muchos añorábamos: una historia que arropase la verdadera esencia de un mundo repleto de monstruos y demonios. Aunque se mantiene un aire tierno e inocente, es innegable que ya no es un manga puro. Los claroscuros ahora son mucho más determinantes: donde hay luz, hay sombra. Es inevitable que sus protagonistas, por su forma de ser, otorguen a la obra un aire agradable, pero es algo bastante razonable debido a sus personalidades. A decir verdad, esta particularidad es lo que hace a Rosario to Vampire una serie diferente. Si las páginas de este manga no son pura sombra y tiniebla es, sencillamente, por sus personajes femeninos.
El orden natural de las cosas
Principalmente, los personajes de Rosario to Vampire quedan subordinados a la siguiente premisa: crecer. Cuando un ser humano, o un monstruo, se ve expuesto a diversas vivencias, crece. La vida, en su inexorable avance, es eso que se sucede mientras uno aprende a convivir con todo aquello que le rodea. Los personajes del manga son conscientes de esta realidad, y así lo hacen. Son muchas las desventuras que terminan protagonizando, y esto es algo que debe tenerse en cuenta. Este cambio de mentalidad se puede apreciar, por encima de todo, en las mujeres.
Al principio, se nos presentan a nuestras protagonistas como simples damiselas en apuros, como niñas enamoradas… Un clásico del harén. Con el paso de los capítulos, y esto se agradece hasta el infinito, esta mentalidad se va abandonando. Queda demostrado que, por ser mujeres, no tienen por qué ser objetos. Son luchadoras y guerreras, y descubren que el amor no es el centro de sus vidas. Sigue siendo una comedia romántica con aires ecchi, pero —y doy gracias a Cthulhu por ello— abandonan ese estereotipo tan molesto al cual terminan asesinando.
¿Quién es quién?
Aono Tsukune, protagonista humano, es un muchacho de 15 años. Al ingresar por error en una academia repleta de monstruos, se las tiene que ingeniar para sobrevivir como pueda. Ocultando lo que es, es uno de los personajes que más crece a lo largo de la historia. Eje central de no pocas tramas, las circunstancias terminan por transformarlo. El cambio que sufre el chico es, simplemente, fascinante. Pasa de ser un chico que no puede hacer nada a un verdadero protagonista de Shōnen, pero realista y consecuente.
Akashiya Moka es la otra protagonista principal de la historia. Es una vampiresa de gran poder, pero muy inocente y cariñosa. Su ser interior, por otro lado, muestra una actitud mucho más fría y distante. Sin saber, realmente, quién es quién, es la Moka interior quien termina resultado ser mucho más interesante. La Moka amable muestra una menor evolución a la del resto de personajes, aunque tiene sus momentos. A veces, inevitablemente, se le termina pidiendo más de lo que quiere mostrar.
Kurumu Kurono (súcubo), Sendo Yukari (bruja) y Mizore Shirayuki (mujer de las nieves) son tres protagonistas secundarias. Con un papel de gran relevancia, desarrollan una extraña obsesión con Tsukune. Las tres, al igual que Moka, están enamoradas del humano. Kurumu, por su parte, es la que parece tener sentimientos más fuertes por el joven (debido, en parte, a su naturaleza como súcubo). Por su parte, estas tres jovencitas demuestran un alto grado de evolución. Kurumu y Mizore, probablemente, son las que desarrollan con mayor propiedad sus personalidades. Yukari, debido a su edad (11 años) muestra un menor crecimiento, mas no por ello deja de ser bastante interesante.
Un elenco no tan protagonista, pero igualmente importante
El resto del elenco, compuesto por algunos personajes de relevancia —Ruby Tōjō, una bruja— mantienen una linea algo más estable, mas tampoco se quedan atrás. En resumidas cuentas, los personajes de Rosario to Vampire deciden ir dejando atrás, lentamente, su adolescencia. Son monstruos, y el mundo en el que viven es de lo más cruel. Para su desgracia, no se puede vencer al enemigo con sonrisas, ecchi y abrazos. Aprenden que la lucha a veces es necesaria.
Conclusiones
En resumidas cuentas, Rosario to Vampire es una serie que necesita de paciencia. El argumento no se ve intensificado hasta bien entrada la mitad de la serie, y para que esto ocurra se necesita de un tiempo. Los personajes, en su mayoría, aunque algo estereotipados, gozan de cierta profundidad. La trama va ganando cada vez más peso, y se demuestra que se quiere abandonar el tópico ecchi con el paso de los capítulos.
Aunque bien es cierto que existen algunas incoherencias, estas no son reseñables. La historia, por norma general, goza de un gran nivel de fluidez cuando entra en los momentos clave. Es cierto, pese a todo, que puede hacerse algo lenta en determinados momentos, pero se le perdona.
¡Recordad! Anime y manga tienen poco, o nada, que ver. Los primeros arcos, tal vez, se acercan algo más al estilo del anime, pero… Esa excesiva necesidad de enseñar carne, de ganar popularidad con el atractivo de sus personajes, termina por desaparecer… ¡Y qué alivio!
