Reseña de ‘Batman: La maldición del Caballero Blanco’

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Tiempo atrás tuve la suerte y el placer de contaros que me había parecido Batman: Caballero Blanco. Siendo prolijo, se convirtió en uno de mis cómics preferidos del hombre murciélago. Sean Murphy, mente creativa detrás del arte y el guion, nos regaló una obra interesante, llamativa y muy distinta. A grandes rasgos, narraba el enfrentamiento dialéctico, ético y moral entre Jack Napier, el alter ego de Joker, y Batman. Bien podría haber sido una historieta autoconclusiva, pero el buen hacer del creativo americano convenció a público y crítica. Así pues, poco después de concluir, pudimos disfrutar de Batman: La maldición del Caballero Blanco. En España, como no podía ser de otra forma, ECC se ocupó de su licencia.

Allá en 2019 y 2020 hizo las delicias del lector en formato grapa, mas no fue hasta mayo de 2021 cuando pudimos disfrutar de la edición Black Label. Para quien no me entienda, de una antología en la que no solo se recogen los ocho números originales de Batman: Curse of the White Knight, sino también el episodio adicional Batman Caballero Blanco presenta: Von Frío. Agregando las portadas originales, así como extras en forma de arte, este Batman: La maldición del Caballero Blanco se construye como una riquísima secuela de la que, con total seguridad, se convertirá en una obra de culto.

Si nos remitimos al presente, en España podemos optar por dos variantes: grapa o Black Label; yo os hablaré de la segunda. Por consiguiente, pues no quiero irme mucho más por las ramas, empezaré desgranando las características de la edición. En primer lugar, el formato. Batman: La maldición del Caballero Blanco ha sido publicado —por un precio de 29€— en cartoné, de tapa dura, por ECC Ediciones. Se compone de 272 páginas a todo color y de calidad impoluta. De la misma forma, la traducción, la maquetación y la impresión son excelentes. Sabiendo esto, hablemos del argumento.

Sinopsis

¡La espada de Azrael desatada!

Gotham City ha sido arrasada por la guerra entre Batman y el Joker, quien incorpora un nuevo recluta a su particular ejército: blandiendo una espada en llamas y cargando el peso de cientos de años de historia sobre sus hombros, Azrael es el caballero más oscuro que Gotham haya visto jamás, y está decidido a rehacer la ciudad para convertirla en su propia versión del Cielo en la Tierra. Tan solo Batman y sus aliados pueden detenerlos, pero la revelación de la historia oculta de la familia Wayne podría socavar para siempre la confianza depositada en el Cruzado de la Capa.

Sean Murphy (Punk Rock Jesus) continúa su reimaginación del universo del Hombre Murciélago en Batman: La maldición del Caballero Blanco. La presente edición recopila los ocho números de la secuela de Batman: Caballero Blanco junto al especial Batman Caballero Blanco presenta: Von Frío, dibujado por Klaus Janson.

Batman: La maldición del Caballero Blanco

Reseña de Batman: La maldición del Caballero Blanco
Reseña de Batman: La maldición del Caballero Blanco

En primer lugar, La maldición del Caballero Blanco es una secuela directa de El Caballero Blanco, así que os recomiendo encarecidamente que leáis esta última antes de nada. De la misma forma, si os llama la atención, la tercera parte se está publicando. Se trata de Batman Caballero Blanco presenta: Harley Quinn. Sabiendo esto, podemos empezar. Batman, el guardián de Gotham, ha comenzado a replantearse sus actos. Carcomido por las dudas, sigue patrullando la ciudad, siempre en vigilia, pero con el espectro de Jack Napier tras de sí.

La sombra del otrora político es muy larga y sus actos, aunque cargados de la sempiterna malicia de Joker, estaban claramente dirigidos al bienestar de la ciudad y el ciudadano. Al mismo tiempo, el nacimiento de la unidad especial UAG —con más de un antiguo aliado entre sus filas— da luz a una nueva ventana de posibilidades. La dicotomía Bruce Wayne vs. Batman se acentúa más que nunca hasta el punto de hacernos dudar de cuál es la mejor opción… y quién es quién. Por si fuera poco, un villano entra en escena: Azrael, viejo conocido de los más fervientes admiradores de DC. Su presencia, más allá de presentar una nueva oportunidad de repartir justicia, lo pone todo patas arriba. A diferencia de otros grandes villanos de época, Azrael no tiene miramientos en asesinar.

Se convierte, por antonomasia, en la figura contraria a Batman. Desgraciadamente, sus actos van más allá de la imaginación del Caballero de la Noche. Cubierto por un halo de misterio, plantea grandes dudas sobre el origen y la moral de la familia Wayne. Sean Murphy, en este punto, logra que nos enganchemos todavía más a su línea de tiempo —no queda claro si es una línea alternativa, aunque entiendo que sí— con grandes giros de guion. Lejos de lo que cabría esperar, no son movimientos brucos, sino que son introducidos de forma muy superficial… Y al final el impacto es tremendo, ya que no nos da tiempo (casi) a asimilarlo.

La sombra de la verdad

Reseña de Batman: La maldición del Caballero Blanco

Sean, poco a poco, va desentrañando su particular misterio Wayne mientras regala grandes dosis de protagonismo a terceros. Véase, por ejemplo, Harley Quinn. Su presencia es todo un regalo siendo la más cuerda de todos los presentes. Habiendo dejado su identidad criminal, la psicóloga da una verdadera cátedra de personalidad. Sus diálogos, con diferencia, son los mejores de todo el cómic. Asimismo, su nueva relación de amistad con Batman nos ofrece nuevos puntos de vista del héroe. Rescatando el lado más humano del murciélago, le revela que, por mucho que lo evite, sigue siendo un simple mortal. Todo esto mientras asume la perdida de viejos amigos y se replantea todo sobre si mismo.

Harley se convierte en uno de los grandes pilares de Bruce, quien no sabe qué debe hacer; la línea entre el bien y el mal es más fina que nunca. Aquí no se trata de derrotar al enemigo de turno, sino de dejar atrás los fantasmas del pasado y asumir los errores cometidos. Azrael, siendo un gran antagonista, no es el eje central de la historia. Su intervención, por consiguiente, es una rueca más dentro del engranaje de la narrativa. Desencadena ciertos eventos, aporta un punto de vista diferente y azuza la llama interna de Batman mientras todo se va (o no) resolviendo.

A la ecuación sumamos a Gordon, Nightwing y Batgirl. No son protagonistas, pero sus intervenciones son muy destacadas. En conclusión, que la mezcla de personajes secundarios y principales está bien encauzada. Las apariciones de unos y otros siempre aportan, lo que permite que la principal vencedora sea una narrativa de la cual apenas podemos decir nada malo. Como mucho, si tuviese que destacar algo negativo, sería la falta de mayores secuencias de acción. Quizá, inclusive, que a veces ralentiza mucho el paso de los eventos mediante pequeños flashback (necesarios, todo sea dicho) o referencias que no vienen muy al caso.

Sea como fuere, la labor creativa de Sean Murphy está fuera de toda duda. Ya sea a través de su excelsa narrativa, sus potentes diálogos y la reconversión y/o evolución de sus personajes, el americano lo borda. Esto no sería posible, todo sea dicho, sin un gran dibujo detrás. En esta ocasión, emulando la dinámica de El caballero blanco, nos encontramos ante un perfil oscurantista y desdibujado que se aleja del hiperrealismo para sumergirnos en un estilo mucho más funesto.

Reseña de Batman: La maldición del Caballero Blanco | Conclusiones

Reseña de Batman: La maldición del Caballero Blanco
Reseña de Batman: La maldición del Caballero Blanco

Batman: La maldición del Caballero Blanco es la secuela perfecta de Batman: Caballero Blanco. Es más, espero —he intentado no leer nada de la continuación para disfrutar de ella, en su conjunto, cuando salga la edición completa— muchísimo de Batman: Caballero Blanco presenta a Harley Quinn; Sean Murphy se ha ganado el respeto de la comunidad a base de trabajos de mucha calidad. Hablando en plata, la saga «Caballero Blanco» podría llegar a ser una de las mejores de Batman. Por lo pronto, eso sí, os diré que me está encantando y quiero más. El arte y el guion, al igual que la edición, son excepcionales. Una obra imprescindible.

Valoración juego - indispensable

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